La semana en México se me pasó volando. Quedé varias veces con Diego y Charles, y visitamos todo lo que había. Me lo pasé fenomenal, con la comida, cultura, el habla... Siempre me confundía entre coger y agarrar. Diego todavía se me quedaba mirando cuando decía eso, y siempre me reía.
Ahora mismo, Diego me acompañaba al aeropuerto. Eran las once del mediodía, tenía que estar mucho antes para facturar la maleta y todo eso.
—Muchas gracias por acompañarme —dije sonriendo.
—De nada.
Los dos bajamos y bajó mi maleta.
—Aquí te quedas —sonreí mirándole.
—Espero que nos volvamos a ver —sonrió.
Besé su mejilla y le di un abrazo fuerte.
—Gracias por estar conmigo estos días —le dije.
Asintió y me dio la maleta.
—Quiero volver a verte.
—Cuando vuelva por México te lo diré, tengo tu número.
Asintió y yo entré en el aeropuerto. Facturé mi maleta, y eso era lo único que tenía que hacer. Terminaron de facturar mi maleta a las doce. Media hora era para esperar en la fila y otra media hora facturar mi maleta.
Esperé en la sala de espera de mi vuelo y tras una hora y diez minutos, subí al avión. Busqué mi asiento y dejé mi maleta arriba.
Me senté en mi asiento con mi móvil y suspiré Apoyé la cabeza en la ventanilla y miré a través de ella. Ahora México parecía muy pequeño, pero cuando estabas ahí, era todo muy bonito.
—Señores pasajeros, en breves momentos volaremos. Le recomendamos que apaguen sus teléfonos móviles y se pongan el cinturón. Gracias por volar con nuestra compañía y que disfruten del viaje —dijo la azafata.
Hice lo que dijo y suspiré.
—¿Está bien, señorita? —me preguntó una de las azafatas.
—Sí, perfectamente —sonreí.
—Si quiere algo, llámame.
—Claro.
Se fue y me acordé de Lytos. ¿Dónde está? De pronto, el avión se puso en marcha y despegamos. Dijeron que ya podíamos encender nuestros móviles y desabrocharnos los cinturones, y eso es lo que hice.
Hice una foto por la ventanilla y la subí a mi Instagram: "¡Adiós México! 🇲🇽 ¡Hola Madrid! 🇪🇸 ¡Os echaré de menos Diego y Charles!".
Comencé a jugar a con el juego "TigerBall". Tras varios minutos, me aburrí y miré la hora en España: 20:40. Sí que era bien tarde. Le mandé un mensaje a mi hermano: "Hola, estoy ya en el avión. Aquí son las 13:40. ¿Tan tarde es allí?".
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¿No quieres o no puedes? ➡ Antoine Griezmann ⬅
FanfictionElla no confiaba en el amor, porque había sufrido demasiado para su corta vida, aunque tenga 22 años. Sinceramente, no confiaba en nadie, nada más que en su familia y en sus mejores amigas. Después, le encontró. Él era perfecto. ¿Problema? Tenía...