- ¡¿Queeeé?! - Luna casi se atraganta con el agua y a Ginny se le cayó la comida de la boca.
- ¡Eso no puede ser! Un Malfoy nunca besaría a una "sangre impura" – dijo Ginny con las manos casi en la cabeza.
- Lo sé, pero lo hizo. Lo que pasa es que tiene el ego demasiado grande y le ofendí al decir que me daban asco sus besos. Seguramente fue por eso. No me cabe otra explicación. O que quizás es tan maquiavélicamente malvado que quiere confundirme.
Ginny permanecía asombrada, pero Luna simplemente sonreía.
- ¿Qué pasa, Luna?
- No, nada. Tengo una hipótesis. Y con algo de suerte se conseguirán las dos cosas - y se marchó del Gran Comedor dando sus acostumbrados saltitos de felicidad.
- Pero ¿de qué habla? - Ginny estaba cada vez más asombrada. Hermione negó con la cabeza.
En ese instante, Harry y Ron entraban por la puerta listos para desayunar. Hermione se levantó.
- ¿A dónde vas?
- Lo siento, Ginny, pero he olvidado el libro de Runas Antiguas. Nos vemos más tarde - y sin mirar siquiera a los dos chicos que acababan de llegar, se marchó deprisa. No antes de echar un último vistazo a la mesa de Slytherin y descubrir que, extrañamente, el rubio tampoco había bajado a desayunar. Cada vez era todo más extraño.
* * *
Esa misma tarde, Hermione se encontraba sentada en el sofá de su sala común. Draco seguía sin aparecer, así que tuvo toda la tarde para disfrutar ella sola de la torre.
Estaba haciendo los deberes de Estudios Muggles cuando un ruido como de picoteo le llamó la atención. Se giró hacia la ventana. Delante del cristal, con gran dificultad, una lechuza diminuta y esmirriada volaba con una gruesa carta en el pico. La carta era tan grande y la lechuza tan diminuta que a duras penas podía mantenerse en el aire.
Hermione fue rápidamente a abrirle antes de que se cayera, y el pequeño pájaro entró. Dejó la carta a los pies de la chica que, confusa, abrió el sobre.
Señorita Hermione Granger:
Vos no me conocéis, pero yo a usted sí. Sé que sois una de las brujas más inteligentes que han pisado jamás el mundo mágico, y precisamente por ello le escribo esta carta. Necesito urgentemente su ayuda. No podía arriesgarme a enviar esta carta directamente al profesor Dumbledore o a alguien de tan alto rango.
Por favor, prestadme atención: todo lo que pensáis sobre la guerra es una mentira. Nada ha acabado. Puede que El Señor Oscuro haya muerto, pero eso no cambia nada. No nos habéis cazado a todos y por tanto, todo continúa.
Probablemente no os fiéis de mí, pues ni siquiera os he mencionado mi nombre, pero, por ahora, será lo mejor para ambos. Llevo años infiltrado en la orden oscura de los Mortífagos y aún no he sido descubierto. Vos y yo somos la última esperanza para acabar con esto de una vez por todas.
Comprendería que no quisierais ayudarme, pero os suplico que sí lo hagáis. Dentro de 30 días exactamente tendrá lugar una reunión, todavía no sé donde, pero pronto lo descubriré. Si todo sale como planean y esa reunión se celebra exitosamente, habrá un nuevo señor oscuro y la guerra volverá a comenzar. Para poder evitarlo, debéis encontrar algo por mí, pero no os puede revelar nada más por el momento.
Esperaré vuestra respuesta y, si decidís ayudarme, os lo explicaré todo.
P.D: Confiad sólo en esta lechuza que os he enviado. Se llama Narna. Por favor, quemad lacarta y no le habléis a nadie de ella. Debe ser un absoluto secreto entre vos y yo.
Saludos,
A.L.S
La leona se abalanzó inmediatamente hacia el escritorio para responderle al misterioso anónimo A.L.S ¿Quién sería? ¿Qué habría querido decir con eso de que la muerte de Voldemort no cambiaba nada? ¿De qué trataría esa reunión?
Comenzó a escribir mientras todos esos pensamientos se arremolinaban en su cabeza. De repente, oyó un portazo y se volvió para ver quién era. Malfoy acababa de entrar. Tenía la piel mucho más pálida que de costumbre y se notaba que estaba muy cansado, pero su semblante reflejaba enfado, o incluso odio. ¿Qué le habría pasado? ¿De dónde vendría? ¿Dónde habría estado todo el día?
- Malfoy - dijo Hermione tímidamente, escondiendo en su espalda la carta de A.L.S - ¿Te encuentras bien?
- Mira, Granger - dijo volviendo su rostro cansado hacia la chica - Hoy no estoy de humor para discutir contigo, así que, si no te importa, olvídame por esta noche - y se marchó con arrogancia hacia el dormitorio.
La Gryffindor estaba realmente confundida. Algo muy grave le debía haber pasado al rubio para que ni siquiera le apeteciera discutir con ella. Las cosas se ponían cada vez más misteriosas.
__________________________________________
Tal y como advertí, en esta historia no sólo hay amor, sino también misterio. El próximo capítulo se llama "Secretos" y se va a liar aún bastante más <3 ;)
ESTÁS LEYENDO
La Razón y el Corazón (Draco y Hermione) [COMPLETA]
FanfictionDespués de la caída del Señor Tenebroso, Hermione y el resto de sus compañeros tienen la oportunidad de regresar a Hogwarts y terminar el curso que les fue interrumpido. Draco y los Slytherins también han regresado, pero ahora Draco ve a Hermione co...