La Razón y el Corazón (Draco y Hermione) [COMPLETA]

Capítulo 54: Se desvelan los secretos (1/2)

Hermione estaba tumbada en su cama leyendo un libro de hechizos, pero no era capaz de concentrarse. Aquella tarde estaba algo inquieta; Dean le había pedido que se vieran dentro de unas horas para decirle algo importante.

Por más vueltas que le diera, no lograba encontrar una respuesta a qué sería eso tan importante que tenía que decirle su amigo. Más de una idea se le había cruzado por la mente, como que el chico hubiera descubierto de alguna forma incomprensible que fue ella la que se coló en la Sección Prohibida del tercer piso, o que trabajaba con Dulluck, el misterioso chico de la fiesta, o incluso podría haber descubierto que tenía algo físico con Malfoy.

¡Increíble! Hasta ese momento, Hermione no se había dado cuenta de la cantidad de secretos que le escondía a sus amigos. Y como toda persona con asuntos que esconder, ahora Hermione temía haber sido descubierta.

- Espero que no sea nada de eso. No sé cómo podría explicarlo.

Pero una nueva idea se le cruzó por la mente en ese instante: ¿y si Dean pretendía declararse?

- ¡No! ¡No puede ser!

Que Dean estaba enamorado de Hermione era un secreto a voces. Todo el mundo en el castillo lo sabía, la misma Hermione lo sospechaba desde hacía ya bastante tiempo, y el joven no se molestaba en ocultarlo, aunque nunca había llegado a verbalizar sus sentimientos en voz alta. Quizás había decidido hacerlo antes de perder a la leona a manos de Malfoy, o de cualquier otro.

«¡Pobre Dean! Si fuera eso lo que me tiene que decir, no sabría cómo reaccionar», pensó Hermione, preocupada. «No quiero hacerle daño, pero está tan celoso...».

Y era cierto. Si Malfoy sentía celos hacia Thomas, este último no se quedaba corto. Dean pensaba que su amistad hacia la Gryffindor lo acercaría lo suficiente a ella como para que notara lo que sentía y le correspondiera, pero no había sido así, y el día del baile Dean comprendió por qué: Draco Malfoy. El moreno los vio bailar, los vio acercarse, olvidarse de que había gente a su alrededor, desquiciarse... Y no pudo soportarlo. ¡No pudo! Le dolió tanto entender que la perdía que decidió quejarse a Dumbledore de que se les había olvidado solventar el problema de compartir cuarto de los prefectos Granger y Malfoy. Y Dumbledore lo solventó, separándolos.

«Tendría que haber sido clara con él desde el principio», pensó, abatida. «Quizás así Draco y yo hubiéramos seguido juntos en la misma habitación. Quizás... quizás...».

Hermione se levantó de la cama de repente, alarmada.

- ¿Y si...? ¿Y si fue Dean el que robó los periódicos para inculpar a Malfoy?

No. No podía ser. ¿De verdad había sido él?

- Pero es que Dean es tan bueno conmigo, y tan adorable, y tan...

«Alguien bueno de verdad no se habría quejado de lo de la habitación», le replicó su mente. «Al menos, no a traición, no por despecho».

Pensándolo bien, tenía bastante sentido. Dean llevaba acercándose a Hermione desde el primer día de curso. Ambos habían entablado una gran amistad gracias a que Dean había demostrado preocuparse por ella, querer ser su amigo, quedar, hacer cosas juntos... ¿Cuántas confidencias le habría contado la leona? ¿Cuántas cosas íntimas le habría confesado a Dean en lo que llevaban de curso? ¿Y si todo había sido un montaje? ¿Y si Dean nunca había estado enamorado de ella y todo formaba parte de un plan mayor?

- No, no, no. ¡No puede ser! ¡No me lo creo!

Hermione se llevó las manos a la cabeza. Ya no sabía ni en quién confiar. ¿Quién mentía y quién no? ¿Quién sentía algo por ella y quién la estaba usando para otros fines?