Capítulo 63: Nunca me has querido (2/2)

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¡Hola a todos/as!

Antes de nada me gustaría disculparme por esta semana de ausencia. Me explico: se me infectó una muela hace unos días y he estado muy malita en cama y con mucho de dolor, he tenido que ir varias veces a urgencias. Además, hace unos días también (la noche antes de que empezara el dolor de muela), me encontré un gatito bebé abandonado en la calle, lo llevé a casa y hemos estado dándole de comer, quitándole las pulgas, etc. Por eso no he podido actualizar en Wattpad hasta hoy. Espero que lo entendáis. 

P.D.: Por si a alguien le interesa, estoy mejor de la muela y ya le hemos encontrado una familia al gatito para que lo cuiden. ¡Disfrutad del capítulo!

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La música sonaba con fuerza, la luz era tenue, la luna hacía brillar los cristales y una serpiente y una leona bailaban en medio de la pista, abrazados, sin poder evitar mirarse a los ojos.

- Conque esas tenemos, ¿eh, Granger? No me hagas reír. Tú y yo sabemos que esto es sólo un juego. Dime la verdad y acabaremos antes.

- No sé de qué me estás hablando.

- De la verdad, Granger. Dime quién te gusta.

- ¿Y a ti por qué te importa tanto? – intentó hacerse la loca convirtiendo sus preguntas en nuevas preguntas, pero no podría aguantar mucho más frente a esa serpiente seductora que la tenía totalmente hipnotizada.

Malfoy se la pegó al tórax y le habló suavemente al oído.

- Me importa porque me afecta. Granger – susurró dulcemente con su aliento mentolado – Ambos sabemos que te vuelvo loca.

Hermione no sabía qué contestar. Quería gritarle, decirle que era mentira, que no era más que una sucia serpiente creída que iba de flor en flor, un mujeriego, un estúpido. Pero no podía. No podía porque tenía razón, porque el león se había enamorado de la serpiente.

- ¿Hermione? ¿Me estás escuchando?

La chica volvió a la realidad. Se había quedado dormida sobre la espalda de Draco. Le había mojado la túnica del agua que aún llevaba su cuerpo al salir del lago, pero Malfoy no se había quejado. Sabía que Hermione estaba enferma, y no pensaba abandonarla.

- Ya falta poco. En unos minutos habremos llegado a la fuente.

Hermione se estremeció.

- ¿Tienes frío?

La chica negó.

- Estoy bien – mintió – ¿Qué más le da a un Mortífago como tú?

- No seas estúpida – la regañó el rubio en voz baja y apoyó su mejilla en la mano que Hermione le colocaba en el hombro para sostenerse sobre él – Me importas, Hermione. Tú eres mi sangre sucia.

Las palabras del Slytherin atravesaron a Hermione como una flecha salvaje.

«¿Yo soy su... su sangre sucia?».

No podía creer lo que oía. ¡Debía estar delirando como para creer que Malfoy le había dicho algo así! A ella, a Hermione Granger.

- No juegues conmigo, Draco – susurró. Apenas era consciente de lo que decía – No soy otro de tus juguetes. No quiero ser otra de tus chicas.

- No lo eres.

- ¡Maldita sea, Draco! – exclamó la chica y unas lágrimas recorrieron sus mejillas enrojecidas – No me digas eso en este estado. Me acabaré creyendo tus mentiras. No quiero que me hagas más daño.

La Razón y el Corazón (Draco y Hermione) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora