Esa misma tarde, después de haber hecho los deberes, Hermione decidió ir a la biblioteca a leer un poco. Necesitaba tranquilizarse y dejar de pensar en Ron y en su estúpida carta de amor. ¿De verdad pensaba que esa carta podía haberla escrito una fan? ¿De verdad? ¡Era ridículo! Pero si dejaba de pensar en Ron, lo único que le venía a la cabeza era Malfoy, él y la brillante manzana roja que le había dado aquella mañana. Recordaba el contacto de su mano áspera bajo su barbilla, su mirada gris, profunda: «Olvídate de él, Granger, y busca un hombre de verdad». ¿Un hombre de verdad? ¿Qué habría querido decir con eso?
Envuelta en esos pensamientos, entró en la biblioteca evitando mirar a la anciana bibliotecaria que los había castigado, cogió un libro que parecía interesante y fue a sentarse a su mesa habitual, la que más le gustaba.
Cuando estaba a un solo pasillo de llegar, oyó algo que la dejó de piedra y se quedó quieta como una estatua: las voces de Ron y una chica se podían escuchar muy cerca.
Hermione asomó la cabeza lentamente para descubrir qué pasaba. ¡Claro! Eran las seis y diez de la tarde. ¡La cita de Ron!
Con mucha cautela para no ser descubierta, se acercó al pasillo en donde había oído la voz de Ron. No podía verlos, pues en cuanto sacara un poco más la cabeza se vería descubierta, así que se tuvo que conformar con escuchar. Sabía que lo que hacía estaba mal; espiar a un amigo siempre lo está, pero después de cómo la había tratado Ron, sentía que el pelirrojo se lo debía.
Agudizó un poco más el oído hasta poder entender lo que decían.
- ...entonces tú - se oyó la voz chillona de una joven.
- Si, ehem - carraspeó el chico, sin saber muy bien qué decir - Yo, no me esperaba esto.
- Sí, mmm... la verdad, yo tampoco.
Hubo un instante de silencio. ¿Que no se esperaban el qué? ¿Qué ambos hubieran venido? Sí, probablemente fuera eso. ¿Qué podía ser si no?
Ron iba a decir algo, pero la chica se lo impidió.
- ¡Shhh! No digas nada - y sin darle tiempo a reaccionar lo besó, y él le correspondió gustoso al beso.
Hemione no pudo aguantar más. Oía el rumor de los besos silenciosos y decidió echar un pequeño vistazo a la pareja para ver que... ¡Sí, se estaban besando! "Crash" Eso es lo que habría podido oír alguien que hubiera estado suficientemente cerca de la Gryffindor, pues su corazón se acababa de hacer trizas de nuevo.
Ron y la chica se separaron un instante para respirar y Hermione pudo ver el rostro de la chica. ¡Lavender Brown!
Los ojos de la leona se llenaron nuevamente de lágrimas y su débil y frágil corazoncito comenzó a tiritar. Iba a seguir sufriendo más y mucho más. No se acababa nunca. Era como una pesadilla. ¿Qué tenía que hacer para dejar de sufrir? ¿Cómo podía dejar de sentir algo por Ron y pasar página?
Los observó un instante más. ¿Cómo podía haberla cambiado por su ex-novia? La novia de la que siempre se quejaba y decía que, en el fondo, no la quería. ¿Cómo podía hacer esto ahora? ¿Simplemente, cómo podía?
Cuando vio que volvían a besarse desesperada y salvajemente, decidió abandonar la estancia. Ni siquiera se molestó en devolver el libro, simplemente se marchó para perderse en los pasillos y encerrarse en la torre enredada en la pesadilla que la perseguía desde principio de curso.
* * *
No habría pasado más de media hora cuando Hermione recibió una noticia aún más alarmante y dolorosa que la del nuevo noviazgo de Ron y Lavender.
La punta de la varita de la leona se tornó azul y empezó a proyectar luz intermitentemente, producto de un hechizo de llamada que Ginny, Hermione y Luna habían colocado en sus varitas para poder avisarse en cualquier momento si alguna vez había una emergencia, ya que Luna y Ginny no acababan de entender muy bien cómo funcionaban esos aparatos muggles llamados móviles.
Cada una tenía un color diferente y, cuando se enviaban un mensaje, la que lo recibía veía no su propio color, sino el color de la varita que le hubiera enviado el mensaje. De esta manera, el color de Ginny era el verde, el de Hermione el rojo y el de Luna el azul.
Así pues, con la luz azul parpadeando, Hermione se dispuso a escuchar el mensaje que su amiga le había enviado.
- Piiip... piiip... piiip...
Con un giro de muñeca, salió más luz de la varita y empezaron a oírse palabras.
- Hermione. ¡Ven rápido, por favor! Ha ocurrido algo terrible - anunciaba la voz de Luna realmente alarmada - Todo era cierto, todo lo que vimos - pero ¿de qué estaba hablando? ¿A qué se refería con eso de "lo que vimos"? - ¡Ven deprisa a la torre de Gryffindor! ¡Ginny ha cortado con Harry!
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¡Tachán! Misterio de Ron resuelto. Sólo falta explicar algunos detallitos sobre cómo recibía las cartas y de dónde salían, pero eso se lo dejaremos explicar a Harry. ¿A Harry? Sí, eso he dicho. Aunque ahora Harry tiene peores problemas entre manos. El próximo episodio se llama: "Corazones rotos". Hasta dentro de unos días <3
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La Razón y el Corazón (Draco y Hermione) [COMPLETA]
FanfictionDespués de la caída del Señor Tenebroso, Hermione y el resto de sus compañeros tienen la oportunidad de regresar a Hogwarts y terminar el curso que les fue interrumpido. Draco y los Slytherins también han regresado, pero ahora Draco ve a Hermione co...