Capítulo 11: ¿Me ha besado? (2/2)

11.7K 688 108
                                    

- ¡Mira, tan sólo eres un estúpido hurón arrogante y malcriado!

- ¡Y tú una asquerosa empollona sangre sucia!

Draco sonrió divertido. Hacía mucho tiempo que esperaba una pelea como aquella. Era muy divertido. Hemione se veía tan sexy cuando se le encendían sutilmente las mejillas y se le crispaban los ojos llameantes de rabia. La verdad es que Hermione había cambiado mucho en ese último verano, y Draco acababa de notarlo. Era algo más alta y un poco más delgada, se había desarrollado bastante y hasta su pelo tenía mejor aspecto; seguía igual de abundante, pero ahora se veía más ondulado, definido, brillante. Incluso era bastante más elegante y femenina. Pero lo que más había sorprendido a Draco es que, hacía tan sólo unos años, pensaba que la chica no era ni siquiera guapa, sin embargo, ahora... ahora no podía dejar de mirarla: esas manos puestas en jarra apretándose las caderas, esas curvas de escándalo, esas piernas largas y algo morenas. Luego subió la mirada hacia su cara. Lo que más le impactaba de la leona eran esos ojos grandes y atrayentes color entre el caramelo, la miel y la avellana, y sobretodo, esos labios carnosos y delicados que sólo se abrían para proferir algún insulto cuando Draco estaba presente. Sí, sin duda Hermione estaba muy cambiada. Y eso llamaba todavía más la atención de Draco, que se divertía en hacerla enfurecer y en observar sus reacciones físicas. 

- ¡Me tienes harta, Malfoy! - continuó la chica - Eres siempre tan odioso. ¿Es que no estás cansado de amargarme la vida? ¿Acaso no puedes simplemente ser cordial como los demás chicos?

- Es que yo no soy como los demás chicos. Soy mucho mejor.

- ¡Já! No te lo crees ni tú - rio Hermione con ironía.

Draco sonrió de forma pícara.

- Si fuera como los pringados de tus amiguitos Weasly o Potter, no tendría a tantas chicas locas por mí, muriéndose por pasar una sola noche entre mis sábanas. Puedo tener a la chica que yo quiera - alzó la cabeza con superioridad y esperó la respuesta de la Gryffindor.

- Mira, hurón engreído, esas chicas que dices que están locas por ti son las cuatro facilonas del castillo que no les importa con quién se acuesten mientras puedan hacerlo. A las chicas de verdad, como yo, nos repugnas. ¿Un beso tuyo? Antes la muerte.

Draco se quedó de piedra. Hermione se había pasado. Le había dicho que no besaba bien, lo cual era mentira. Todas las chicas del castillo, incluso a las que no les caía bien, se morían por un solo beso suyo. Y la mayoría desearían no contentarse con eso, sino poder pasar una noche a solas con él. Muchas podían hacerlo, pero pocas eran las privilegiadas que podían repetir la experiencia. Un beso suyo era todo un privilegio, como un suspiro delicioso que llenaba el alma. Era famoso por sus apasionados besos, y no se podía creer lo que la chica acababa de decirle. ¡Que besaba mal! Ahora se iba a enterar esa sangre sucia de lo que era un buen beso. Le daría el mejor beso que le hubieran dado en toda su vida. Y sin previo aviso, se colocó en frente de la leona, la agarró de la cintura y se la acercó a él, pegando sus labios a los de ella y la besó, sin previo aviso.

Al principio, Hermione no le correspondió el beso, pues se había quedado en blanco, sin poder procesar lo que estaba ocurriendo. Pero, pronto, su cuerpo la traicionó y no tardó en caer rendida bajo el influjo de ese beso apasionado y empezó a amoldar sus labios a los del rubio.

Draco la besaba con fiereza, con pasión, tal vez de forma brusca incluso, como hacía con todas sus otras conquistas, pero pronto se dio cuenta de que Hermione no respondía de la misma manera que las demás. Ella le estaba devolviendo el beso, pero no de forma fiera, necesitada. No. Ella estaba siendo suave, delicada. Y, sin darse cuenta, el Slytherin comenzó a besarla de la misma manera: más suave, más delicado, más dulce, más tierno.

La verdad es que nunca había dado un beso así, no estaba acostumbrado a andarse con delicadeces. Todas las demás chicas buscaban pasión en sus besos, pero esta chica sólo había buscado dulzura, y eso lo había desconcertado.

Finalmente, se separaron. Tan sólo se miraron un instante. Draco se giró, recogió sus cosas y se marchó hacia la habitación.

Cuando el chico ya se había ido, Hermione se sentó un momento en el suelo. Intentaba recobrar la respiración, pues ese beso la había dejado sin aire. No entendía bien qué había pasado. ¿Malfoy la había besado? ¿A ella, una sangre sucia? No lograba entenderlo. ¿Se había puesto así sólo porque ella lo había insultado? ¿Sólo para demostrarle que se equivocaba, que no había nadie que besara mejor que él? Pues lo había logrado. Debía reconocer que estaba totalmente equivocada. A ella ya la habían besado antes; Krum y Ron, pero ni de lejos habían sido besos tan buenos como ese. Se había acercado a ella y había podido sentir su aliento mentolado. Una fragancia deliciosa. Y sus labios suculentos pegándose a los suyos como dos piezas de un puzle que encajan a la perfección. Ahora entendía por qué medio Hogwarts se moría por un beso suyo, por sólo un beso.

Finalmente, decidió subir a la habitación. Abrió lentamente la puerta para no hacer ruido. Draco ya estaba mentido en la cama, de espaldas a la puerta. Parecía estar dormido.

Y ahora ¿qué hacía? ¿Meterse como si nada? Le resultaba un tanto violento. Siempre podía aceptar la invitación de Dean, aunque se temía que ya era muy tarde. ¡Dean, era cierto! Ya se había marchado y no se habían dado ni cuenta. ¡Pobrecito! Lo que había tenido que aguantar. Mañana hablaría con él.

Hermione se acercó a la cama y miró a Draco reticente. Ese beso de verdad la había impactado. No sabía que Malfoy pudiera ser tan dulce, de verdad que no podía creérselo. Se quitó los zapatos y se puso bien su pijama gris claro con círculos azul marino y se metió con delicadeza en la cama. No podía quitarse ese beso de la cabeza.

Al otro lado de la cama, el Slytherin estaba igual. No se movía para que no supiera que en realidad seguía despierto. Ahora mismo no quería hablar con ella, ni siquiera para discutir. Ni él mismo tenía muy claro por qué la había besado, pero sí sabía que le había gustado y mucho. ¿Qué tenía esa chica que la hacía tan especial? Nunca había besado así, con delicadeza, pues él nunca había sido dulce, y menos con una chica y además de sangre impura. Era su primer beso de esa clase. Se decía a sí mismo que la había besado para demostrarle que no era cierto, que él besaba mejor que nadie y que sus insultos no tenían fundamentos, pero en su fuero interno había algo que le decía que no había sido ese el único motivo. La misma voz que le decía que le molestaba ver a alguien abrazándola, como cuando la vio con Dean. Esa voz le decía que había algo más.

Al final, cerró los ojos y se durmió, sin tener muy claro qué era lo que sentía por esa chica estúpida e impura. Esa chica tan bonita que dormía al otro lado de la cama...

_______________________________

Espero que os haya gustado el capítulo, chicas. Mil gracias por leerme. Ya sabéis, el jueves subo el próximo capi, que se llamará: "La nota misteriosa". No sólo va a ser de amor esta historia, vamos a empezar a añadirle algo de misterio y de aventura aparte del romance, y el romance va a aumentar <3 besos 

La Razón y el Corazón (Draco y Hermione) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora