La Razón y el Corazón (Draco y Hermione) [COMPLETA]

Capítulo 23: Un día de cartas (1/2)

Cuando Hermione se despertó, no comprendía cómo había llegado hasta la cama. Lo último que recordaba es que tan sólo faltaban cinco cajas y se había sentado un momento en el suelo a descansar y...

«¡Oh no, me dormí!», pensó al instante. «¡Madre mía! Y seguro que Malfoy no ha terminado el trabajo. ¿Y ahora qué voy a hacer? Nos vuelven a castigar seguro y, y.... ¡Un momento! ¿Dónde está Malfoy?».

Hermione se levantó de la cama y se cambió rápidamente de ropa. Bajó a la parte de abajo de la torre, pero ahí tampoco estaba el rubio. De repente, oyó un reloj sonar y un flash por su cabeza.

- ¡Oh, no! - miró desesperada el reloj - ¡Son casi las doce! ¡Me he quedado dormida! - exclamó mientras recogía todos sus libros y corría hacia la sala de pociones, su próxima clase, que empezaría a las doce en punto.

* * *

A la hora de comer, Luna y Ginny esperaban a la leona con una gran sonrisa. Ambas estaban muy contentas con los resultados de sus exámenes, muy a diferencia de la cara que probablemente tendrían los dos chicos cuando llegaran.

- ¿Qué hay de nuevo? - se interesó Hermione por sus compañeras.

- He sacado un 8 en Aritmancia - sonrió la pelirroja - y ha sido gracias a tu ayuda. Te lo agradezco mucho - dijo y abrazó a su amiga con fuerza.

- ¿Y tú, Luna?

- Yo he sacado un 7 en pociones - dijo ladeando la cabeza y sonriendo tanto que enseñaba sutilmente los dientes - Estoy contenta porque con Snape es difícil sacar buena nota.

- Me alegro mucho por las dos.

Las tres muchachitas comenzaron a comer. No mucho más tarde, un chico moreno y un pelirrojo llegaron hasta la mesa con aire realmente alegre. ¿Pero qué ocurría? ¿Acaso todo el mundo había aprobado todo hoy?

- Hola, chicas - saludó Harry, algo más contento de lo habitual y le dio un beso a su novia en los labios.

- Hola - contestaron las tres amigas.

Los chicos se sentaron.

- ¿Qué tal el examen? - le preguntó la Weasley a su novio.

- Mmm... No muy bien - Ginny lo miró con expectación - Un 5'5 – confesó al fin.

- Bueno, lo importante es que has aprobado. ¿Y tú, Ron?

- ¡Ah! ¿Yo? ¡Pues fatal! He suspendido, pero bueno, no se lo digas a mamá – dijo con la tranquilidad de alguien que no hubiera hecho nada malo y empezó a comer.

- ¡¿Suspendido?! - exclamaron Ginny y Hermione al unísono.

El pelirrojo asintió, pero no parecía disgustado, todo lo contrario, parecía estar flotando en una nube de felicidad de la que era incapaz de bajar. ¿Qué debía pasarle? Ni siquiera había devorado aún todo el plato que tenía delante, y eso era impropio de él.

Hermione se sintió tentada de llevarlo a la enfermería, pero recordó lo mal que la había tratado Ron la última vez que se le ocurrió proponérselo y prefirió no hacerlo. Simplemente, comentó:

- Ron, ¿por qué estás hoy tan distraído?

Las tres chicas lo miraban expectantes.

En ese momento, parece ser que Ron bajó de su nube color de rosa y volvió por unos instantes a la realidad.