Capítulo 31: En el Bosque Prohibido (1/2)

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Hermione se quedó totalmente paralizada. La sombra permanecía inmóvil frente a la ella y el tiempo parecía haberse detenido eternamente. Narna alzó de repente el vuelo y se posó en el hombro de la silueta.

El extraño individuo avanzó unos pasos.

- ¡Quieto! – gritó la leona sin bajar la varita – Dijiste que no usarías la magia.

El extraño hizo ademán de tirarla, pero Hermione lo detuvo.

- ¡No, espera! – calló un instante – Ilumínate el rostro – pidió.

La silueta se rio. Era la primera vez que Hermione le oía producir algún sonido y... no parecía voz de un hombre, sino de un joven.

La sombra se iluminó el rostro. Sí, en efecto, era un joven.

- Y yo te pedí que no usaras tu varita. Empate, ¿no? – sonrió el desconocido de medio lado.

Hermione no pudo evitar sentirse algo aliviada. Ese chico no parecía un peligro demasiado amenazador para ella e incluso se había reído. ¿Pero qué clase de enemigo era ese?

El joven le señaló una dirección. La leona forzó la vista para ver qué era lo que le indicaba. Entonces se percató de que, bajo el saliente, había una gruta. El joven desapareció por ella. Hermione, indecisa, lo siguió unos segundos después.

Había una antorcha encendida en un recodo del fondo de la cueva que iluminaba los recovecos de la gruta. El joven se había sentado sobre una roca relativamente plana y miraba a la leona con los brazos cruzados, expectante.

Hermione le imitó: se sentó en otra de las rocas planas y encendió algunas antorchas más con la varita a fin de poder verse mejor. Y lo que vio, la dejó sin respiración: el joven sentado la miraba curioso. Sería un año o dos mayor que ella. Era alto y musculoso, sus ojos eran de un verde bosque que daba sensación de vitalidad y calidez. El pelo, una mezcla de tonalidades entre castaño oscuro y castaño claro, le ondulaba hasta medio cuello; un largo perfecto. Tenía algunas pecas sobre la nariz y una ligera cicatriz de un zarpazo en la mejilla, seguramente de algún animal salvaje. Vestía una capa negra con capucha: una capa de la orden de los Mortífagos, detalle que Hermione no dejó pasar por alto.

- Conque tú eres la señorita Granger – sonrió el joven.

- Así es – contestó decidida – Y tú eres A.L.S.

El chico asintió.

- ¿Pero cuál es tu verdadero nombre? ¿o eso tampoco puedes decírmelo? – inquirió.

- Me llamo Dulluck.

- Mmm...- Hermione no parecía muy convencida – Te he preguntado por tu nombre, no por tu apodo.

El muchacho volvió a reírse.

- Ya había oído que eras lista, pero acabas de demostrármelo. Pero, antes, dime ¿cómo lo has sabido?

Ahora era ella quien sonreía.

- Muy sencillo. Una persona que trabaja como infiltrado en la orden de los Mortífagos no puede confesarle a nadie su nombre real, de manera que es obvio que tenías que tener un apodo además de tu nombre.

- ¿Y cómo supiste que no me estaba inventado el nombre que te he dicho?

- También es sencillo. En tus cartas firmabas con A.L.S, por tanto, esas no podían ser las siglas de tu apodo, porque si alguien hubiera interceptado el correo, podrían haberte reconocido. Por tanto, eran las siglas de tu nombre real. Y Dulluck es tu apodo porque lo que llevas es una capa de Mortífago y llevas bordada la letra D. D de Dulluck – y volvió a sonreír.

Ambos se miraron un instante, ahora algo más confiados.

- He hecho bien en confiarte esto a ti. No perdamos más tiempo.

* * *

Eran las dos de la madrugada y Draco no paraba de dar vueltas en la cama. Tenía pesadillas desde principio de curso, pero siempre había podido disimularlas, sin embargo, esta vez no podía.

Abrió los ojos de par en par, el sudor le corría por la frente y estaba sobresaltado. Se sentó en la cama de golpe. ¡Había sido horrible!, pero sólo era un sueño.

Se giró para mirar a Hermione. Estaba seguro de que la había despertado y que le iba a gritar, pero esa vez ella no se encontraba a su lado. En otras circunstancias, le hubiera dado igual aquel detalle, pero en vista de que no podía dormir, decidió bajar a la sala común a buscarla.

Miró en todos los rincones de la torre y acabó por dirigirse hacia el sofá, pero ella tampoco estaba.

«Seguro que está con sus "super" amigos Potter y Weasley», pensó mientras se servía un vaso de agua para serenarse de la pesadilla y se lo bebía lentamente. «¡¿Y si está durmiendo con Dean?!». Casi se atraganta sólo de pensarlo, pero intentó alejar esos pensamientos de su mente. No, Hermione no era así. En ese caso, ¿dónde estaba Granger?

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Hola a tod@@s, parece que el misterioso Dulluck es un joven realmente atractivo, grrr, y también parece que la ausencia de Hermione está afectando a los pensamientos de Draco, empieza a sentirse ¿celoso? ¿preocupado? ¿o sólo curioso respecto al paradero de su "querida" sangre sucia"? 

En en próximo capi Dulluck contará a Hermione toda su historia y le revelará por qué la necesita tanto y qué es lo que necesita de ella exactamente. Nos leemos pronto <3 

La Razón y el Corazón (Draco y Hermione) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora