- ¿Tú que cogerás?
- Pues no lo sé. Lo estoy pensando.
Una atractiva pelirroja y una simpática rubia hacían su mochila afanosamente. No llevaban muchas cosas, pero sí lo que creían necesario para la noche, como si de un campamento de supervivencia se tratase.
- Tu mochila es muy pequeña, ¿te cabrá todo? – Ginny no parecía muy convencida de que se pudiera meter gran cosa en la mini mochila de más o menos un palmo que llevaba Luna – Piensa que es una misión importante. Lo hacemos por el mundo mágico. Y también por los muggles, claro.
- Tranquila, Ginny – trató de calmarla Luna – Tiene el mismo hechizo que la de Hermione. Pequeña por fuera, inmensa por dentro.
- ¡Ah, claro! El hechizo de las realidades invertidas – comentó la pelirroja, más tranquila – ¿Puedes hacérselo también a mi mochila?
- Sin problemas.
Ambas sonrieron. Esa noche sería la noche.
* * *
Hermione y Dean estaban en el césped de los jardines que rodeaban el castillo de Hogwarts. La chica estaba tumbada de lado para oír mejor las anécdotas de su amigo, mientras que Dean permanecía sentado a su lado. Historia a historia, Dean fue acercándose a Hermione de forma distraída hasta posarle una mano en la rodilla desnuda. Esperaba que la leona no se diera cuenta del contacto o, en todo caso, que no se incomodara ante él. Dean tenía claro que ese día era crucial. Su tiempo se estaba agotando. Si no hablaba con Hermione en ese mismo instante, si no le decía lo que tenía que decirle, la perdería.
- ... pero todavía no me ha hecho nada. Seguro que los esconde en alguna parte para asustarme – Dean trataba de romper el hielo contando historias sobre sus compañeros de habitación, y de momento, no parecía que eso disgustara a la chica.
- ¿Los cohetes de broma?
- Sí, esos mismos.
- ¡Ja, ja, ja, ja! No me esperaba eso de Finnigan – rio Hermione – Procura no dormir nunca más y seguro que no podrá hacerte ninguna broma.
Ambos rieron ante la ingeniosa frase de Hermione y luego se quedaron mirándose con la sonrisa aún bailando en los labios.
- Bueno, Dean... – Hermione estaba nerviosa. No quería afrontar ese momento, pero sabía que tenía que hacerlo. Al fin y al cabo, no estaba segura de lo que su amigo quería revelarle – ¿Qué era eso tan importante que querías decirme?
El joven moreno se puso nervioso de repente. Había llegado la hora de confesarle lo que sentía y no sabía ni por dónde empezar. Sí, en efecto. Dean iba a confesarle a Hermione que estaba enamorado de ella.
Había vuelto a practicar con Seamus cuáles serían las mejores palabras para decírselo, pero ahora, de nuevo frente a ella, no recordaba nada. Sólo estaba ella. Ella y su belleza. No podía ver nada más allá de eso.
«Guapa, buena, inteligente, amable, simpática, agradable, encantadora, preciosa, una diosa...», la mente de Dean estaba bloqueada en un limbo de incertidumbre. Estaba aterrado por la respuesta que la chica pudiera darle ante su confesión. Nunca había tenido tanto miedo de nada.
Por su parte, la leona tenía una mano tras la espalda con los dedos cruzados.
«Que no se declare, por favor, que no se declare», se repetía una y otra vez, angustiada. «Le aprecio muchísimo. No quiero que un amor no correspondido lo estropee todo».
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La Razón y el Corazón (Draco y Hermione) [COMPLETA]
FanfictionDespués de la caída del Señor Tenebroso, Hermione y el resto de sus compañeros tienen la oportunidad de regresar a Hogwarts y terminar el curso que les fue interrumpido. Draco y los Slytherins también han regresado, pero ahora Draco ve a Hermione co...