Desperté por el sonido del tiroteo en la casa, me levanté de la cama y ahogué un grito al encender la luz y encontrar dos hombres totalmente desconocidos para mi dentro de mi habitación, estos usaban pasamontañas, sus rostros no se podían descifrar, pero ellos descifraron el mío, el cual estaba plagado en terror.
—Por favor—supliqué—no me hagan daño.
El otro de ellos rió, jaló mi cabello con fuerza y me lanzó al suelo, chillé de dolor cuando mi cabeza golpeó duramente contra la estantería.
—Oh, lo lamento—rió sin fuerza—te llevaremos a un lugar en donde ni el desgraciado de tu padre podrá encontrarte, bellísima Sky...
—Por favor—hablé, desde el suelo.
—¿Te ha gustado esta vida de reina que has estado llevando mientras el hijo de puta de tu padre ha desvalijado a cada persona en este país? —me dijo el que me habló principalmente, tomándome del brazo y obligándome a levantar—. Le daré donde más les duele—dijo, con voz ruda.
Por segunda vez, temí por mi vida. El hombre de fuertes brazos me levantó, vi la suciedad en sus oscuros ojos y me produjo un asco inmenso. A las afueras se escuchaban los gritos de hombres en su mayor parte, y las pistolas resonar por doquier.
—Apuesto a que sabes mejor de como ves—dijo, pegándome una nalgada. Sentí ganas de vomitar en el acto, me sentí débil y desprotegida, no podía luchar contra ellos.
Lloré, lágrimas y lágrimas salían de mi rostro...
—¡No!
Grité con fuerza, unos brazos me sacudían mientras me repetían «despierta»
Abrí mis ojos y los refregué , observé al héroe que me había salvado de mi mal sueño, era Scott. Mi cuerpo sudaba como nunca antes, y mis manos temblaban.
Estaba volviéndome loca.
Me aferré a sus brazos como una niña pequeña y no quise despegarme de ellos jamás. Temblaba de terror, aquello no había sido una pesadilla.
Había sido un recuerdo, un vago recuerdo.
—Sólo ha sido un mal sueño, Sky—susurró en medio de la oscuridad.
—Lo sentí real—mi voz se quebró, él me acarició el cabello mientras me volvía a acostar en mi cama. Eran las doce de la noche.
No lo sentí, había sido real.
Me habían secuestrado tres veces en toda mi vida, y la ultima había sido la peor de todas.
Un escalofrío me recorrió el cuerpo y quise echarme a llorar, extrañaba a mi padre y la seguridad que tenia a su lado. Aquí no creía en las palabras de nadie, absolutamente de nadie. Mucho menos en las de Adam y su gente.
Ahora, me sentía invadida e insegura en mi propia casa.
—No lo fue, tranquila—dijo con voz tranquilizante—. Nunca te pasará nada malo aquí dentro, debes tener en cuenta eso. Quizás fuera de esta casa sí tengas muchísimos riesgos, es cierto. Pero dentro jamás correrás peligros, cada uno de nosotros daría la vida por salvarte.
—No lo sé—murmuré.
—¿Acaso no te sientes segura aquí?—preguntó sorprendido—Sky, hay muchísimas personas aquí sólo por velar por tu seguridad, hay diez hombres dentro de esta casa por tu seguridad, y hay más afuera. Nada te pasará Sky, he hecho guardia en tu puerta desde que te dormiste, pero me he tomado el atrevimiento de entrar al oírte gritar, lo siento por eso por cierto.
—No me pidas perdón por eso—rogué—ha sido una pesadilla, gracias por despertarme—le sonreí.
El silencio inundó mi habitación, él resopló. Me tranquilicé con su mirada y caí nuevamente en un sueño profundo. Confiaba en él, sabía e intuía que Scott estaba aquí por mi, que por alguna extraña razón, el me quería viva, sana y salva.
ESTÁS LEYENDO
BODYGUARD
ActionCaliente como el infierno, malvado como lucifer, y más vengativo que cualquiera, él llega a la vida de Skyler para desmoronarlo todo. Adam Black era como un botón palpable de destrucción instantánea. Y ella amaba la autodestrucción. "Nunca le pierd...