BODYGUARD

Capítulo veintiuno.

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El olor a tierra mojada inundaba mis fosas nasales, sentía que estaba encerrada, y el aire era casi inexistente, coloqué instintivamente una de mis manos en mi rostro, especialmente en mi boca

Un grito agudo escapó de mi cuerpo, me había dolido como los mil infiernos.

El escozor que sentía en mis piernas era aún mayor,mis manos no estaban amarradas, sin embargo mis pies y mi cintura si lo estaban.

Tenía en este minuto una visión completamente borrosa de todo lo que sucedía, mi cabeza palpitaba como si fuese a estallar en cualquier segundo, y mi boca dolía como si de esta pudiera salir el infierno.

No tenía ni la menor remota idea de dónde demonios estaba, ni quién me tenía, ni porque lo hacía, aunque tenía sospechas.

—Vaya vaya, miren quién ha despertado—habló una voz desde la oscuridad del sitio, el conjunto de mi dolor de cabeza, y la poca luz del sitio no me permitían ver el rostro de mi captor.

—¿Qué es lo que quieres? —pregunté y el no respondió—¿Por qué me tienes aquí?

—Eres una chica lista, Sky—comenzó a acercarse a mi cuerpo, en ese minuto me percaté que mi sweater no se encontraba, los rosados sostenes estaban a la vista de mi captor y su equipo, un escalofrío recorrió mi espina dorsal—y por eso mismo, creo que ambos podemos llegar a un acuerdo antes de que alguien tenga que salir lastimado, ¿no lo crees princesita?—agarró mi barbilla y me obligó a mirarlo.

Quise vomitar al sentir su tacto.

—Queremos saber la dirección de tu padre, Leonardo. Sólo dinos en dónde podemos encontrarlo, y todo estará bien.

—No sé donde se encuentra—solté—juro que no sé donde está.

—Qué lastima—murmuró—es una lástima que una chica tan bella como tú tenga que morir de esta forma, una pena, ¿No?

—Escucha—hablé, a penas y con los labios completamente rotos—no es necesario hacer esto, podrías ganar mucho dinero por mi.

El rió con fuerza.

—¿Dinero? ¿Crees que esto se trata de dinero? ¡Por Dios! Creí que la hija de Evans era más inteligente, ahora me he dado cuenta de lo estúpida que eres.

Por un momento sentí mucho miedo, su rostro aún no era visible para mi y no podía manejar la situación estando tan por debajo de él. Lo intenté mirar más fijamente, y él agarró mi cabello con fuerza, tirando de él hasta el suelo, chillé de dolor.

—¡Estúpida perra! ¿Como es que nos entiendes que esto se trata de una venganza?

Un chico apareció por detrás de él, tampoco podía ver su rostro, en ese momento creí que sus caras traían una especie de máscara.

—Eh, Jefe. He visto la red, lo que ella dice es verdad, pagarán mucho por ella.

—No necesito un puto puñado de dinero, necesito venganza, ya sabes lo que tienes que hacer, no jodas más y haz lo que se te ha dicho hace unas horas.

¿Qué era lo que...

Un golpe brutal impactó en mi rostro, grité desconsoladamente y sentí la adrenalina recorrer mi cuerpo, el miedo me tenía paralítica, y sentía la bilis querer subir por mi boca cuando el hombre comenzó a tocarme, pude fijarme que había una cámara digital grabando todo lo sucedido.