BODYGUARD

Capítulo cinco.

Me quedé sin aliento, muda, petrificada, mis manos no funcionaban, mi sistema comenzaba a colapsar, y el hombre que tenía frente a mi no parecía querer soltarme.

El director de la CLEA, el puto director de la CLEA. Aquel que ya no me quería, aquel
que yo tampoco amaba...

Pude observarlo mejor, cerró los ojos y comenzó a tambalearse,comencé a desesperarme otra vez, ni siquiera había podido hablar y Adam se apoyaba contra la pared, traía su rostro lleno de moretones y la sangre se podía ver a través de su camiseta, parecía adolorido, pero aún así traía esa estúpida sonrisa arrogante. Traía en sus ojos un infierno precioso, un infierno que venía directo hacia mí.

—Necesito tu ayuda.

No dije nada, no pude echarlo, no podía hablarle, no podía hacer nada. Solo encendí la luz, y solté un grito ahogado.

—Oh Dios mío—murmuré.

Estaba desastroso, su ojo izquierdo traía una aureola negra y morada , y su nariz parecía no querer dejar de sangrar, su cabello se veía sucio, no estaba implacable como antes, definitivamente el no era el mismo. Bajé la mirada a su torso, estaba repleto de sangre, y me atemoricé, no sabía qué era peor, si pensar que era de él, o era de otra persona. Lo miré a los ojos, parecía adolorido, y odié el segundo en el que quise desesperadamente ayudarlo y atenderlo.

Odiaba cada segundo que pasaba en esta habitación, odiaba que se hiciese el indiferente con todo lo que ha pasado entre nosotros, odiaba saber que definitivamente  no me había extrañado tanto como yo a él, es tan... tan miserable, tan malvado, tan.. tan él.

—Yo... necesito... necesito ayuda—dijo, con dificultad. Yo no podía responderle, tenía millones de preguntas, más de millones, y no podía articular palabra, mi cerebro quería hacerme lucir como una idiota una vez más. Agarré mi telefono para llamar a emergencias, definitivamente él no se veía bien. Su rostro comenzaba a tomar un color blanco, y su cuerpo comenzó a tiritar.

Pero su mano tocó la mía, y una electricidad me recorrió toda la espina dorsal, como una completa idiota le miré.

—Vete al carajo—le dije, recordando el
episodio de ayer. No podía olvidar esa mirada asesina y turbia.

—Skyler...

—No. Ve a buscar a alguien más que te ayude, mentiroso hijo de puta. ¿Cómo pudiste mentirle así a Ian? ¡Eres un monstruo! ¡Vete o llamaré a la policía!

—¿La policía se llevará al director de la CLEA?

—Hijo de puta arrogante . Vete de mi casa antes que llegue mi novio.

Adam rió un segundo.  Pero me dio una mirada lasciva.

—¿Tu novio? ¿Aquel que  eché de tu casa años atrás y casi se hace en los pantalones?

Hervía de rabia, literalmente. Maldito mal nacido.

—Eres un asco, una escoria. ¡Vete de mi casa o te mato!—le grité, arañándolo otra vez. Pero su fuerza era mayor a la de antes, sus manos firmes no me dejarían escapar. No ahora.

—¡No estoy aquí por ti! Vengo porque necesito hablar de Ian—dijo, y no le respondí. Sólo observaba a aquel hombre que había amado, ¿Dónde estaba?—. Tú, Zoe, Ian y la niña están en peligro constante, ¿Lo sabes verdad?–dijo,más volví a guardar silencio.

Menudo imbécil, claro que  yo estaba en constante peligros. Era la hija de Leonardo Evans.

—Escucha, tu padre no perdonará jamás lo que le hice, ni a mi ni a Ian. Yo lo sé, él lo sabe, y todos lo sabemos. Sólo esta esperando el momento indicado para atacarnos, matarnos a todos. Y mi hermano Jack, va a aprovecharse de eso, para herirte porque sabes que fuiste importante para mi.