P.O.V Axel
Habíamos llegado a uno de los barrios más peligrosos que había en la cuidad, podía decir que algo de miedo sentía.
En la tablet que Manuel tenía se indicaba que Makena había estacionado su jeep en un callejón detrás de un club nudista, estaba sorprendido la verdad.
-Bien, tenemos que hacer una estrategia antes de que algo malo suceda.- habló Ethan mientras estacionaba el coche frente al club.- no podemos dejar a Axel solo pero tampoco podemos dejar a Mak.
-Debemos repartirnos, ¿que te parece si encendemos los auriculares?- los guardias hablaban entre ellos.
-Ella se dará cuenta, están los tres auriculares conectados.
-No si logro desconectar el suyo desde aquí.- levanto su tablet. Alcé una de mis cejas, no sabía que a Manuel le iba bien la tecnología.
-Inténtalo. Yo iré a por ella, tú quédate con Axel. Si algo sale mal con la conexión te comunicas a mi móvil, me mantendré alerta ¿Okey?
-Lo mismo digo si necesitas algo.- Ethan asintió con su cabeza y bajó del coche, pude observar a través del parabrisas como cruzaba la calle y luego de hablar con el guardia de la puerta se adentraba al club.
-¿Siempre lo hace?- cuestione a Manuel
-¿Que cosa?- habló concentrado en su tablet.
-Makena, ¿Siempre viene a estos lugares?
-Solo cuando le envían un mensaje.
-¿Y quien se los envía?
-No lo sé, se lo he preguntado pero siempre cambia el tema.- siguió concentrado en su tablet.
-¿que es eso de que sus padres están muertos?- quise investigar más. Manuel giró su cuello para observarme, otra vez volvía a poner su cara de conflicto interno.
-No se te vaya a ocurrir decirle, por favor. Me matará si se entera que di información acerca de ella, literal.
-Secreto guardado, dime.- hable ansioso.
-ella no nos ha dicho mucho- baje mis hombros con algo de desilusión- pero Richard si nos ha contado y luego ella nos ha dado algunos datos.
-¿Y bien?
-Sus padres murieron en el mar, al parecer su yate explotó o algo parecido. Ella era muy pequeña, quedo sola y viajaba de internado en internado hasta que alguien la adoptó, un hombre. Él fue quien le inculcó todo esto de los guardaespaldas, ya sabes.- asentí con la cabeza, así que de algún modo me había mentido al decirme que su familia "le había dejado" ser guardaespaldas.- al principio, según Richard que también estuvo en la misma academia que ella, era muy débil, le temía a todo y nadie daba ni un centavo por ella, ni siquiera ella misma. Estaba lo suficientemente deprimida como para concentrarse en los entrenamientos de la academia, siempre era la última en las actividades que hacía su tanda, era débil, solitaria, era prácticamente un desastre- fruncí el ceño, ¿Makena débil?- pero permaneció allí y de un momento a otro ella cambio, Richard nos dijo que de alguna forma ella logró liberarse de su depresión a través de la agresividad, se convirtió en una de las mejores, cada día mejoraba un poco más hasta ser una de las primeras chicas más fuertes de la academia. Todos comenzaron a tener consideración con ella pero ella les ignoraba a todos. Seguía solitaria, era una solitaria fuerte, entrenada y dispuesta a matar si era necesario. Algunos de los mejores contratos comenzaron a llover sobre su expediente, pero de un momento a otro ella renunció. Aún no sabemos por qué, no nos ha dicho y Richard para ese entonces había perdido contacto con ella. Cuando volvió era aún más agresiva y casi no hablaba, se la pasaba el día en el gimnasio, como ahora. Creo que sigue luchando con su depresión.- se concentró en su tablet nuevamente- ahora tiene la idea de que alguien ha matado a sus padres y quiere encontrarle. Por eso es que se pone en peligro siempre que puede, es una cabezota.- observe la entrada del club a través de mi ventana mientras trataba de introducir toda esa información en mi cerebro. Era una historia fuerte, sin duda. Y tenía el presentimiento de que eso que me había contado Manuel solo era una pequeña parte. Ahora más que nunca tenía la necesidad de hablar con ella.
El móvil de Manuel sonó, el puso en altavoz y sigue manipulando su tablet.
-Dime.
-Estoy teniendo problemas aquí, no sé cómo harás pero ven y no dejes a Axel solo.
-Joder, era obvio.- Manuel bloqueo su tablet.
-Estamos en el callejón.
-Voy.- dijo, dejo el móvil sobre el asiento del piloto y abrió su puerta.- Axel, ven. Mantente detrás de mi ¿si?- dijo bajando del coche. También baje sin pensarlo dos veces. Caminamos, casi corrimos hasta el callejón, pero antes de entrar Manuel se detuvo, se volteó y me observó.- ten- dijo sacando un objeto negro de uno de los bolsillos de su chaqueta.- es una picana eléctrica, si hay problemas no dudes en utilizarla.- asentí con mi cabeza- solo si se te acerca alguien que consideres peligroso, si hay una pelea no te entrometas, nosotros nos encargaremos.
-Okey.- no podía decir que no estaba cagado, no había estado en una situación de estas antes. Manuel comenzó a adentrarse al callejón y le seguí. Pude escuchar quejidos y golpes, suspiré. Trate de observar el lugar a través de la oscuridad pero no se veía nada. Nos adentramos más, Manuel tenía una posición erguida. A pesar de que tenía casi la misma altura que Makena, él imponía presencia. Pude ver a Ethan, el estaba golpeando a un hombre de barba contra una pared. Busque a la pequeña guardaespaldas con la mirada pero no le veía.
Manuel se adentro más y pude ver por fin a Makena, estaba peleando con otro hombre, uno calvo y musculoso que le doblaba el tamaño. Los nervios se comenzaron a apoderar de mi cuerpo. Manuel corrió hacia ellos y de un tackle logró tirar al suelo al gran tipo. Observe a Makena, ella limpio su labio que estaba sangrando, sus manos temblaban y a pesar de la oscuridad podía ver la penumbra en sus ojos. Me acerqué a ella, cuando me vio frunció el ceño y apretó los dientes. Corrió hacia mi, no sé qué clase de sentimientos bailaban en mi interior pero no los reconocía.
-¡Agáchate!- gritó, abrí mis ojos de par en par y me agaché, ella siguió corriendo hacia mi pero no llego conmigo, siguió y comenzó a pelear con un hombre que tenía una botella de vidrio en su mano derecha, de seguro quería abrirme la cabeza con eso.
No sabía si debía ayudarle o no, el sentimiento de impotencia se instaló en mi pecho así que actúe.
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MAKENA. Terminada.
RomanceA Makena Robins le asignaron un nuevo protegido en su agencia de guardaespaldas. Hacia varios meses no se dedicaba a esa actividad, desde su último caso quiso retirarse pero su jefe insistió depositando muchísima confianza en ella nuevamente. Su nu...