Capitulo 50

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-Mak... ¿estás lista?- sentí que preguntaban del otro lado de la puerta.
-Voy en un momento..-hable indecisa, aún no decidía qué chaqueta ponerme y es que con Maria habíamos comprado tantas que no me daba el tiempo para revisar todo lo que tenía. Hace cinco días que estoy viviendo en esta casa, María me ha adoptado practicamente como su hermana y me ha estado contagiando su gusto por la moda. Y es que nunca había pasado tanto tiempo en diferentes tipos de shoppings y la verdad he comenzado a entender todas las incognitas que tenia con el tema de la moda.- Pasa un momento, es que necesito ayuda con una chaqueta.- grite. Automaticamente luego de eso, mi puerta se abrio de par en par dejando entrar a una María con una sonrisa radiante, como si las palabras que dije le hubiesen causado un gran placer o alegría.
-Me gusta tu look, al menos no es tan simple como al principio.- dijo revolviendo mi closet sin ninguna timidez.
-Pense que poniendome esta bluza alegre cambiaria en algo mi aspecto, no lo sé... solo probare por un día.- dije tratándome de acostumbrar a los tacones que tenía puestos, si, los tenía puestos y puedo decir que era la primera vez que me ponía estas cosas. Debí disimular en su momento, cuando los compre, ella no podía darse cuenta de nada. Hasta ahora los venía soportando bien, pero la verdad es que son demasiado incómodos.
-Las chicas están por llegar al evento, Jonan está listo y esperándonos.- se refirió a su marido, siguió buscando una chaqueta hasta que encontró la que parecía ser la indicada. Con una hermosa sonrisa me la alcanzo y comencé a ponérmela.- toma, no te olvides de tu cartera. Esta preciosa por cierto.- me la alcanzo.
-Está bien. Vamos allá.- dije, y luego de eso comenzamos a caminar hacia afuera de la habitación.
-Espera un momento...-dijo mientras bajábamos la escalera.- ven aquí, se te ha corrido un poco el maquillaje...-dijo limpiándome los labios levemente.- Levántate el jean, tienes lindas pompas, hazlas desear..-hablo divertida.- habrá muchos chicos ahí, tal vez si hoy estás de suerte alguno cae en tus redes...- seguía divirtiéndose conmigo. Proseguimos a volver a bajar la escalera. Pude divisar a Jonan en una llamada por celular. Él sonreía y caminaba de un lado a otro, era igual de simpático de María y realmente me gusta la pareja que hacen.
En estos cinco días hemos charlado con María hasta de temas que no nos competen, es que con esa mujer te la puedes pasar todo el día conversando y jamás te aburres. Gracias a las horas y horas de charla hemos tomado una gran confianza una a la otra. Decidió tomarse dos semanas libres de su trabajo, ella era la dueña de una clínica privada así que no le fue difícil decirle a su secretaria que reorganizara toda su agenda. Me ha ofrecido quedarme todo el tiempo que quiera y necesite en su casa, le he dicho que lo haría hasta que consiguiera trabajo, pero es que aún no me ha llamado nadie para contratarme. He estado buscando en trabajos muy diferentes al mío, trabajos más delicados, que no consistan en matar o lastimar a las personas. Maria me ha preguntado en qué suelo desarrollar mejor mis habilidades, tuve que decirle que no he podido estudiar una carrera así que en lo que mejor me iba era haciendo ejercicio, podía llegar a entrenar gente, tenía en claro todo ese tema. Así que he buscado por ese lado.
En estos momentos nos estábamos yendo a un evento con algunos amigos del matrimonio, me han invitado a ir con ellos así que no me he podido negar y también todo ha sido gracias a la insistencia de Maria.
Me vendrá bien conocer gente nueva y dispersarme un poco, he estado demasiado concentrada en crear esta nueva vida.
Nos subimos al coche y detrás nuestro iba otro con guardaespaldas; recordé aquellos tiempos en los cuales yo iba en ese tipo de autos y siempre atrás de alguien, ahora, se lo que es estar aquí, siendo cuidada por una persona y tengo que decir que se siente bien.
Al llegar pude notar el gran salón de eventos en el que nos encontrábamos, pude saber entonces que mi decisión de usar tacones fue acertada.
Al estacionar pude notar la cantidad de autos de alta gama que se encontraban allí, pude darme cuenta de que las personas que aquí se encontraban tenían un gran capital, y no me sorprende, María no se queda atrás con todo el dinero que amasa.
Jonan, su esposo, es un gran empresario, de los exitosos. Tiene diferentes negocios por todo el mundo, el pobre casi nunca está en casa igualmente. Y es por eso que Maria encontró a alguien, ósea yo, para no aburrirse tanto. Creo que ha sido el momento ideal en el que he llegado a su vida.
-Muy bien chicos, vamos a divertirnos un poco.- dijo con gran emoción mi ¿amiga?, podría ser. No lo sé.
Bajamos del coche y enseguida fuimos rodeados por los guardaespaldas. Por un camino de rocas, que lo maldeciré por siempre, llegamos a la gran puerta del lugar.  Dos hombres bien vestidos nos la abrieron y pasamos. El lugar era lujoso, mucho más de lo que imaginaba. Nuestros guardaespaldas se retiraron hacia un lugar apartado en donde se encontraban todos sus iguales y entonces pude deducir, según mi experiencia, que era un lugar con seguridad de sobra.
-Vamos a sentarnos allí, mira, esta Juan Carlos- dijo Jonan algo alegre.
-Juan Carlos es uno de sus amigos de la infancia, por eso tanta alegría.- me aclaró Maria al oído. Sonreí y les seguí. Al llegar a la mesa todos se levantaron a saludarlos, no me sorprendió, ellos son muy simpáticos con todos. También me saludaban a mí y mi "amiga" me iba diciendo quiénes eran e iba presentándome ante todos. Éstos me recibían alegres. Podría acostumbrarme a esto...

Hola chicas! Espero estén todas pasándola bien, he estado un poco (demasiado) ausente y no he podido escribir mucho. Es que mi boda será en unas semanas y mi cabeza solamente está en eso, organizando todo, etc. Espero sepan comprender, subiré capítulos en los momentos que pueda y tenga libre.
Muchos besos, las adoro! 

MAKENA. Terminada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora