Capitulo 28

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P.O.V Axel
Estábamos por llegar al restaurante en donde me encontraría con mi madre para almorzar. El silencio inundaba el coche, todos íbamos concentrados en algo, Manuel con su móvil, Makena planificaba cosas con la tablet de Manuel a su lado Ethan conducía y yo observaba por la ventanilla a las personas que caminaban por la cuidad.
Podía ver a Ethan observando a Mak de reojo cada tanto y mis dientes se apretaban sin permiso, como un reflejo. Ella no se daba cuenta de lo que en realidad sucedía alrededor, éramos dos hombres pendiente de sus movimientos, de las facciones de su rostro, de su cabello..
Suspiré algo frustrado, nunca había "competido" por una chica, pero algo me decía que si era por ella haría todo lo posible por ganarme el premio mayor. Ethan me observó por el retrovisor, podía ver una pizca de advertencia en sus ojos. Rodé los míos, gilipollas, se ha metido en mi camino.

Nos tardó varios minutos llegar, entramos al aparcamiento privado del lugar. Era un gran restaurante y no me sorprendía, de hecho, pensaba que no era suficiente para cubrir las expectativas de mi madre.
Bajamos los cuarto del coche, en seguida mis guardias me rodearon, Makena se posicionó frente a mi dejándome a la vista su hermoso trasero.
Caminamos hacia las grandes puertas y nos adentramos. Busque con la mirada a mi madre y pude encontrarla en una sección privada, ella estaba concentrada en su móvil, con su vestimenta sofisticada y uno de sus bolsos caros.
Sus guardias se encontraban en un lugar más alejado, no le gustaba comer con ellos alrededor.
Fuimos hasta la mesa y luego de sentarme mis guardias se alejaron, fueron con los otros. Pude ver a Makena darle la mano formalmente a los otros.
Eran todos parecidos, todos se vestían de negro y tenían cara de perros bulldog enojados. Creo que esos eran los requisitos para ser guardaespaldas.
-Te has tardado.- habló mi madre sin quitar sus ojos del móvil.
-Es irrelevante, agradece que estoy aquí ya.- ella levantó su mirada y me observó detenidamente, odiaba que lo haga, siempre buscaba algún detalle para reprocharme algo.
-¿Que le ha pasado a tu mejilla?- lo sabía, sabía que esa pregunta no tardaría en llegar.
-Me golpee en el entrenamiento.- mentí, no podía decirle que Makena me había golpeado por equivocación ya que de seguro la despediría. Ella rodo los ojos y volvió a concentrarse en su móvil.
-Has salido en las noticias, ¿Que hacías en un club nudista de un barrio pobre? No he podido silenciar a todos los medios y la noticia se ha expandido por el mundo.- suspire frustrado. Pensé una excusa, no podía decir tampoco que seguíamos a Makena ya que por eso la despediría también.
-Soy hombre, ya sabes.- fue lo único que pude decir.
-Pues avísame la próxima vez que quieras ir a uno de esos espantosos clubes, haré alguna reservación en uno privado y cuidare de que no salga nada a los medios.- tecleo algo en el aparato.- pide el almuerzo, yo ya lo he hecho.- siguió concentrada en la pequeña mierda que tenía entre las manos. Rodé los ojos y llame al mesero, pedí un menú sofisticado ya que si se me ocurría pedir una hamburguesa con papas probablemente mi madre me mandaría a matar.
La observe mientras esperaba a que trajeran el agua que había pedido. Era como un almuerzo de negocios, para nada sentía la cercanía de mi madre.
Observe el entorno y luego posicioné mis ojos sobre Makena, ella hablaba seriamente con uno de los guardias mientras observaban algo por el gran ventanal del lugar.
Sentí una sonrisa de mi madre y fruncí el ceño, gire mi rostro para verle.
-¿Que es ese mono?- cuestionó, seguí su mirada y llegue a Mak, apreté los dientes, sabía lo que venía luego, ella criticaba a la gente para distraerse.
-Forma parte de mi equipo de seguridad.- respondí serio, este almuerzo ya no me estaba gustando para nada.
-Dios, que mal se viste, parece un hombre. ¿Y esos pelos? Es una melena salvaje podría decir.- sonrió de nuevo. Levanto su móvil y luego de hacer zoom le saco una foto. Me moví rápidamente y le quite el aparato de las manos. Borre la foto bajo su molesta mirada, no iba a permitir que Mak sea un objeto de burla de mi madre y sus amiguitas. Le tendí el celular nuevamente, ella me miraba como un león furioso.
-No lo harás, sabes que no me gusta que hagas eso delante de mi, pareces una puta cría.- hable rabioso.
-Tu no puedes decirme lo que puedo hacer o no.- respondió, podía sentir como mi rostro tomaba temperatura. Ella se removió incomoda en su lugar y luego de eso llamo a Makena con su mano.
Ella llego a nuestra mesa con algo de intriga, podía leerlo en su rostro.
-Señora ¿necesita algo?- habló ella luego de pasar la mirada sobre mi y verificar que estuviese bien.
-Solo tengo una duda.- mi madre bebió agua mientras la miraba sobrante- ¿Con que te cuidas el pelo?- Mak levanto una ceja, no tenía idea de lo que hablaba.- digo, es para saber cuál producto no utilizar, lo tienes horrible querida.- pronunció mi madre, pude ver cómo ella apretaba los dientes y rogaba a Dios por qué se contuviese, solía ser demasiado impulsiva. Enderezó su postura.
-Le pido disculpas si mi cabello le ha causado algún mal, tratare de arreglarlo en cuanto pueda.- dijo incomoda. Ella sabía que si perdía la paciencia podía ser despedida.
-Gracias.- habló la mujer que me engendró con una falsa sonrisa en su rostro- y ya de paso, podrías vestirte mejor, no quiero que los guardias que cuidan de mi hijo  se parezcan vagabundos.- Makena asintió con la cabeza, apreté mis puños. Era suficiente, no permitiría que mi madre hiciera eso. Podía ser un gilipollas con las personas pero jamás estaría a su nivel.
Me levante de mi lugar bruscamente.
-Nos vamos.- pronuncie- avísale a los demás.- la chica asintió nuevamente y se retiró del lugar.- odio que hagas esas cosas, lo odio con el alma. ¿puedes comportarte como una madre normal en algún momento?- observe a mi madre furioso. Ella me miraba expectante.- por estas cosas es que ya no quiero comer junto a ti, te comportas como una mierda, papá no estaría orgulloso de ti para nada- dije y antes de que contra atacara me fui sin más, mis guardias me rodearon y salimos del lugar más que rápido.- vamos por hamburguesas, tengo hambre.- hable seco, Ethan que era el que conducía asintió con la cabeza y encendió el coche.
Me jodia profundamente tener una madre así.

MAKENA. Terminada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora