Capitulo 60

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-Muy bien señora Steel, siga así, ¡usted puede!- observaba a la señora de unos cincuenta años moverse rápidamente en los circuitos que le había puesto- quiero que mueva sus pies rápido, no los quiero ver, no quiero verlos de tan rápido.- presionaba. La mujer transpiraba en grandes cantidades. Era una de mis clientas, gracias a Mary me había vuelto entrenadora de varias personas de la alta sociedad.
-Creo que...ya...no doy mas...- Dijo agitada.
-Bien, detengámonos un poco. Hidratese y seguiremos.- La mujer asintio con su cabeza, pequeñas gotas de transpiración se esparcían por su rostro. Mientras ella tomaba agua, yo anotaba varios datos en una planilla para tener en cuenta en el entrenamiento próximo. Era mi tercer clienta en el día y aunque sea un trabajo agitado, la verdad es que lo fisico no me afectaba en nada y hasta lo disfrutaba. 
-¿Donde has aprendido todo esto? Se que no eres una autentica profesora, ya sabes a lo que me refiero...pero estos circuitos están muy buenos. Quiero seguir así contigo, podre salir a las citas con Stuart mas seguido, los vestidos me quedaran mejor. Tengo mucha ropa nueva que estrenar.- sonrió contenta a pesar  de su cansancio.- Me he sentido mucho mejor, se que vamos a penas tres días de entrenamiento, pero mi humor ha cambiado.
-Bueno, solía entrenar en un gimnasio excelente, el dueño era como un padre para mi. Me la pasaba día y noche ahí dentro. Así fue como aprendí diferentes cosas y ahora trato de transmitirlas lo mejor que puedo.
-¿Y donde es ese gimnasio que dices?- pregunto, maldición no quería que nadie sepa de mi pasado real. Así que, como últimamente me ha sido fácil mentir, mentí.
-Ya cerró, el dueño entro en quiebra y ya no pudimos hacer nada, asi que simplemente cada uno esta haciendo su vida por separado.
-Oh que lastima, bueno, cuando desees abrir tu propio gimnasio tenme en cuenta para lo que sea.- Dijo amablemente, yo solo sonreí de costado y volví a la planilla.
-Bien señora Steel, ahora tocan abdominales. Los haré junto a usted para que los podamos hacer correctamente y no dañe su cuello como la ultima vez.- la mujer sonrió y me siguió.

Media hora después...

Ya había terminado con la señora Steel, ahora debía ir a casa de los Brown, su hija quería estar en forma para el día de festejo de su cumpleaños numero dieciocho. Esa chica tenia demasiada energía y siempre seguía el entrenamiento al pie de la letra.
Mi móvil sonó, era una llamada así que atendí. Era el hombre de bienes raíces, tenia pensado alquilar algún pequeño apartamento para tener mi propio lugar y así no molestar mas a Jonan y Mary, que pronto serán padres. Si seguía teniendo clientes así y muchos mas, de seguro que podía darme mis gustos. Por ahora el dinero que recibo es casi suficiente, mientras no gaste mucho podría pagar un alquiler normal. No pretendía algo lujoso, solo simplemente mi espacio, sencillo, reconfortable y tranquilo. Tenemos que hacer las visitas mañana por la mañana, así que estaré lista. No podía alquilar mi antiguo apartamento porque ya había gente dentro, era una verdadera lastima, allí si me sentía yo misma.
Comencé a caminar hacia la casa de Mary, el día estaba precioso. Me puse mis auriculares y active la música, respire hondo. Hacia mucho tiempo que no estaba tan tranquila como ahora. Observe a los automóviles, las personas, los perros, en fin, observe todo. La temperatura estaba cálida pero podía sentir una pequeña brisa en mis piernas ya que llevaba un short deportivo.
Distraída choque con una persona, el impacto hizo que mi móvil cayera al suelo ya que lo llevaba en la mano. Sentí el tirón del cable de los auriculares y segundos después el aparato estaba en el suelo.
-Joder..-me apresure a levantarlo y rogué por que la pantalla no estuviese rota. Al ver que no respire tranquila. Alce mi vista para disculparme con quien había sido el inconveniente.
-¿Se ha roto?- cuestiono. Cuando pude observar bien mi corazón comenzó a latir rápidamente, casi llegando a la taquicardia.- ¿como estas?...- dijo con una pequeña sonrisa en su rostro.
-Joder...- repetí, pestañee varias veces, quizá era una ilusión... después de todo este tiempo..- ¿que haces aquí?- pregunte guardando mi móvil en el bolsillo de mi chaqueta deportiva.
-Es mi día libre, he salido a pasear. - respondió simpático. - pensé que te ibas a alegrar mas por verme..
-Si bueno, hace mucho tiempo que no te veo. Pero me alegro si, claro que si.- sonreí a mi manera.
-Ven aquí.- se acerco a mi y me dio un abrazo lo suficientemente apretado como para que yo me sienta incomoda.- se que no te gustan los abrazos pero en verdad me alegro de verte así de bien. Te ves saludable, no como la ultima vez que te vi.
-Si, recuerdo ese día.- dije tensa, aun no se disolvía el abrazo y me estaba poniendo nerviosa.- Ethan, si me sigues apretando así volveré al hospital pero por asfixia.  
-Lo disfruto... disfruto que tu no disfrutes..- se carcajeo y me soltó al fin.-¿como has estado? Cuéntame como va tu vida.- me observo expectante. Yo observe mi reloj, si demoraba al menos diez minutos mas llegaría tarde al próximo entrenamiento.
-Yo..no quiero ser mal educada pero tengo que ir a trabajar..- dije apenada. No me gustaba ser irresponsable y menos con el trabajo.
-Esta bien, pero no escaparas de mi. ¿Que te parece si cenamos hoy?- propuso. Lo pensé, no tenia mucho tiempo para pensar así que asentí con la cabeza, no me vendría mal salir un poco.- genial, tu dime la hora y voy por ti.- no tenia intenciones de que él supiera en donde estoy viviendo ahora, no me parecía correcto a parte de que no era mi casa.
-Tu dime una hora y lugar, nos encontramos allí. - dije algo incomoda.
-Esta bien, ¿que te parece el bar Atomic? es un buen lugar. ¿A las 21.30?
-Bien, nos encontramos allí.- Observe mi reloj nuevamente.- tengo que irme, nos vemos esta noche.
-Genial, ha sido un gusto verte pequeña. - le salude con un beso en la mejilla, él sonrió. Seguí mi camino apresurada. Tenia que aprontar todas mis cosas para el entrenamiento siguiente así que camine rápido.

MAKENA. Terminada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora