P.O.V Axel
-¿Cuál te gusta cariño?- hablo Sasha con su típica voz horrible. Odiaba cada día más a esa mujer. Pero según mi estupida madre era la que más "combinaba con mi clase social". Patrañas.
-Te he dicho que no me digas así, y me gusta el azul. Aunque me da lo mismo.- dije por lo bajo.
Estábamos en un puto centro comercial, teníamos que aparentar ser una "clásica pareja de clase social elevada, con un toque de sofisticación y elegancia", más patrañas de parte de mi madre.
-Háblame bien o me verás obligada a infórmale a tu madre sobre tu comportamiento. Volverías a la carcel en menos de un pestañeo sin mi. - dijo ella con una fingida sonrisa.
-Dile lo que quieras, no me interesan tus mierdas Sasha, solo eres un contrato firmado por mi madre.
-Un contrato que salió miles de dólares y que te ha salvado el culo en más de una ocasión, así que compórtate te he dicho.- rodé los ojos, no sé en qué momento me he dejado mandonear por tal bruja insoportable. Primero mi madre y ahora ella. Me hubiese quedado en la puta carcel, al menos podría ver a Makena.
Makena... no he dejado de pensar en ella ni un solo día. Quiero saber si está bien, si se ha recuperado, que ha hecho con su vida, como se siente. Joder, yo tendría que casarme con ella no con la víbora con la que tengo al lado.
Me han cortado toda comunicación que pueda tener con ella. Mi escuadra de guardias, los chicos, ya casi ni me dirigen la palabra. Me la paso todo el día encerrado en mi habitación sin nada que hacer, solo trabajo y habitación. Mi casa se volvió un lugar de mierda, sin vida y aburrido. Mi madre elige hasta la ropa que me tengo que poner, y ya estoy cansado. Me he cansado de esta vida mucho más rápido de lo que he pensado que lo haría. A veces los lujos, por más bellos que sean, no sirven de nada.
Recuerdo todos los días que Mak necesitaba de el trabajo que tenía, de que aunque se la pasaba mal conmigo realmente disfrutaba de esto. Tiene una gran vocación. Espero que haya podido encontrar algún otro trabajo que le pueda ayudar en lo que necesita.
No sé con quién vive, si vive sola, si tiene hambre, frío, sueño o dolor. No sé absolutamente nada de ella y creo que es eso lo que me está volviendo loco. He descuidado drásticamente mi imagen y sinceramente no me importa. Si no fuera por mi madre ni siquiera me vestiría como una persona normal.
Solo por un error, un por un maldito error todo cambio, mi vida cambio, mi escencia cambio. Bah, a mi escencia me la cambio Makena, con su humildad y su locura.
Gracias a ella pude pensar en alguien que no sea yo y cuando me comenzó a gustar ese pensamiento de repente todo se fue a la mierda.
No me arrepiento, volvería a golpear a ese gilipollas una y otra vez sin parar. Romperle cada uno de sus huesos como el rompió cada centímetro de vida. Rompió mi futuro y mi presente. Mi relación con Makena, aunque ya estaba algo rota, rompió mi oportunidad de arreglar la situación. Casi la mata, casi la arrebata de mis brazos, bueno, digamos que me la ha arrebatado. Ella ya no está conmigo y no sé si volverá a estarlo en algún momento.
Pero casi termina con su vida y eso ha sido lo más sagrado que ha tocado en su puta vida.
-Tenemos que elegir las flores..-sentí hablar a Sasha, me tenía de coña con el tema del casamiento. No quería hacerlo, aún no podía creer que se obligara a una persona a casarse en pleno siglo 21.
-Me dan lo mismo...
-Tienes que ayudarme
-No quiero
-Odio cuando te pones en plan pequeño de cuatro años. Madura de una vez Axel.- hablo Sasha demandante y enojada.
-No es mi culpa si no me interesan las flores, es más, no es mi culpa si no me interesa el puto casamiento entero.- dije alejándome de ella. Necesitaba un poco de aire, esto ya me estaba saturando. Inmediatamente Ethan y Manuel se posicionaron tras mi espalda.
-¿Como está ella?- cuestione, siempre lo hacía, todos los días unas nueve veces por día aproximadamente. Aún tenía la esperanza de que alguno de los dos perdiera la compostura y me hablara de ella al menos sólo un momento.
-No podemos darle esa información señor.- hablo Manuel, lo mismo de siempre, diferente día. Era un diálogo monótono el que llevábamos hacía ya varias semanas. Suspire y seguí caminando, tranquilamente, con ellos dos detrás.
Podía ver algunas cámaras fugitivas a mi alrededor, ya no me importaban. No tenía la misma chispa de antes, Makena me la ha arrebatado y se la ha llevado consigo.
¿Me buscará? ¿Ya no quiere saber nada de mi?
Las mismas preguntas de siempre rebotaban sin cesar una y otra vez en mi cerebro. Cerré los ojos y traté de tranquilizarme. Ella volverá.
Claro que no, me casare con otra mujer. Conociéndole ni siquiera se acercaría a quinientos metros, no querría ni respirar el mismo aire que el mío. La he traicionado, le he dicho que la amaba para luego estar casándome con otra. Joder que idiota soy. Si tan solo hubiese sabido controlar mis impulsos, ya estaríamos compartiendo nuestras vidas.
Sentí algo vibrar en el bolsillo de mi jean y de inmediato supe de que se trataba. Saque el móvil de allí y ni siquiera tuve que desbloquearlo para leer las cortas palabras que allí decían, "vuelve ahora".
Mi madre, ella podía enterarse de inmediato cuales eran mis movimientos y mis movimientos en estos momentos eran en sentido contrario a Sasha así que si, me ha dicho que vuelva con ella. Y eso estoy haciendo ahora mismo. Volviendo.
Una y otra vez volviendo al mismo punto. No hay salida de esto.
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MAKENA. Terminada.
RomanceA Makena Robins le asignaron un nuevo protegido en su agencia de guardaespaldas. Hacia varios meses no se dedicaba a esa actividad, desde su último caso quiso retirarse pero su jefe insistió depositando muchísima confianza en ella nuevamente. Su nu...