Todos estaban perfectamente vestidos, nadie tenía ni siquiera una mancha o pelusa en sus cuerpos. Parecía un sueño, un sueño que, desde ya, nunca tendría. Para mi todas las personas son imperfectas, y eso no tenía nada de malo, solo que esa impresión que querían dar a los demás conmigo no funcionaba. Seguí a "Mary" –como le decían aquí- y a Jonan, ellos seguían saludando personas como si fueran figuras demasiado importantes aquí. Eran la pareja perfecta, juntos tenían "esa" chispa. Todos venían a ellos, o a nosotros, mejor dicho. Estábamos ya sentados en la mesa de Juan Carlos. Observe que así era casi imposible entablar una conversación con la mismísima persona que tenías al lado, cada tres segundos te interrumpían para saludar. -En un momento terminara, solo algunos más...- habló algo saturada, pero sin borrar su sonrisa, María. Me dedico una de sus mejores sonrisas, creo que era para que yo me quedase tranquila así que me deje llevar por la situación y comencé a esperar ese momento al que se refería María. -Señores, le dejo el menú. En un momento vuelvo. - Hablo un mozo mientras dejaba en las manos de cada uno un librillo. -Pide lo que desees, yo invito. –Dijo esta vez María. Asentí tímidamente con mi cabeza dándole una señal de okey y comencé a leer. Claro que no entendía absolutamente nada. Todo estaba escrito en francés creo y aunque entendiera algo el francés, no entendía a que se refería, había comida demasiado rara aquí. -Y bien, ¿de dónde eres Makena? - cuestiono Juan Carlos. Todos levantaron la vista hacia mí, momento demasiado incómodo.
-Soy de aquí.. –pronuncie bajo, el hombre que estaba sentado frente a mí y que no era demasiado feo que digamos, levanto una ceja. De acuerdo talvez mi respuesta no fue demasiado informativa para su gusto, pero solo estaba dispuesta a decir eso.
-Makena es nacida en la cuidad, de hecho, compartimos momentos de nuestra niñez en el orfanato. - Dijo sin vergüenza y con una pizca de orgullo María. - ha llegado de un viaje hace poco tiempo y actualmente está quedándose en nuestra casa. Nosotros estamos encantados. - esbozo una sonrisa, Jonan también lo hizo.
-¿Y a que te dedicas chica? – consulto una señora pasada de años que también se encontraba en nuestra mesa. Trague saliva, claramente no podía decir que mi vocación era ser guardaespaldas. Tendría que decir lo que le había dicho a María en su momento. Y lo haria, aunque daba algo de verguenza pues las personas que se encontraban aqui eran todos empresarios, negociadores, etc. con mucho exito y dinero.
-Soy profesora de gimnasia. Me dedico a ello.- dije cerrando el librillo que tenia en mis manos. No habia entendido nada de lo que decia alli asi que iba a pedir lo mismo que pediria Maria.
-Oh ¡que bueno! y ¿eres dueña de un gimnasio o algo asi? - volvio a preguntar la señora. Sonreí, disimule una sonrisa nerviosa. Joder, ¿por que todos se centraban en mi ahora?
-¡Alli viene el mozo! -casi grito Maria, le conocia un poco y sabia que queria cambiar de tema cuanto antes. Ella no queria que me sienta incomoda. El mozo se acerco a nosotros y comenzo a memorizar todos los pedidos. Cuando me pregunto a mi respondi que queria lo mismo que Maria habia pedido, sin mas. El hombre asintio y se retiro.- tengo ganas de ir al lavabo, ¿Vamos Mak? - cuestiono Maria. Asenti y ambas nos levantamos con cuidado de la mesa. Los tacones me hicieron desestabilizar un poco, pero no fue nada que no pudiera tener bajo control.- Volveremos enseguida querido.- Mi amiga se dirigio a su esposo, el le sonrio y ambas comenzamos a caminar en direccion a los baños.- Te haran ese tipo de preguntas siempre, nunca se cansan de eso. Tu solo trata de cambiar el tema o responde solo lo justo y necesario. Siento que te hayas sentido incomoda.- Hablo apenada. -No hay problema, no te sientas mal por mi. Puedo acostumbrarme. -entramos al baño y ella se dirigio de inmediato a uno de los cubiculos. Yo me quede fuera observandome en el gran espejo que se encontrada delante de mi. De un segundo a otro una mujer, con un vestido muy ajustado y tan rojo que si lo observabas mas de dos minutos te quemaba la retina, entro al baño en un vuelo. Estaba llorando y su cabellera rubia estaba hecha un desastre definitivo.
-Joder, hombre de mierda.-dijo con muchisima bronca mientras se posicionaba frente al espejo. Otra mujer entro al baño con prisa, ésta llevaba otra vestido pero de color negro. Se posiciono detras de la primer mujer y la observo con lastima.
-Cariño, no le hagas caso. Él solo tiene un mal dia. -Kate, el siempre tiene un mal dia. Ya estoy cansada de que me trate de esa forma. Si no fuera por su puto dinero ya lo hubiese abandonado.- limpio sus lagrimas y abrio el grifo. Pense en cual era la necesidad de esa mujer de caer tan bajo. El tipo se notaba que la trataba mal e imagino que debia ser alguno de esos ricachones que se creen dueños del jodido mundo. Mejore mi posicion pues los tacones estaban comenzando a molestarme y las segui observando. La mujer limpio su cara con una toallita y respiro hondo.- Tengo que casarme cuanto antes joder, luego de que tenga su puta firma podré hacer lo que quiera.
-Asi es amiga, solo tienes que resistir.- le peino un poco el cabello la segunda chica.- estas preciosa, vamos, tenemos que saludar a los Thompson. Es un alivio que no tengamos que decir el apellido de la mujer de ese guapo, es tan dificil de pronunciar.- La rubia sonrio, enderezo su torso y comenzo a caminar hacia la salida. Todo sucedio como si yo no hubiese estado alli, lo unico que sabia ahora era que irian a nuestra mesa a saludarnos, ya que el apellido de Jonan es Thompson. Por fin podria saber quien era el capullo que trataba a esa chica asi.
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MAKENA. Terminada.
RomanceA Makena Robins le asignaron un nuevo protegido en su agencia de guardaespaldas. Hacia varios meses no se dedicaba a esa actividad, desde su último caso quiso retirarse pero su jefe insistió depositando muchísima confianza en ella nuevamente. Su nu...