Capítulo 48

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Maria se estaba tomando en serio el tema de mi imagen. Desde que sali del baño no ha dejado de darme oufits para probarme. Eran todos de diferente estilo, pudo lograr descubrir cual era mi estilo. Matón, siempre con negro, comodo y simple. Aunque se esforzo por tratar de hacerme cambiar de opinion, queria que el rosa prevalezca en mi y no, definitivamente no me sentia comoda con ese color. No es que el color tuviese algo, ni que identificara a algo, solo que no me siento comoda y ya.  No habia salido de la gran habitacion en aproximadamente tres horas, y es que Maria lo tenia claro, no iba  dejarme salir de alli hasta que no me viera bien vestida, no sabia como habia podido dar con mi talla, pero lo habia hecho fenomenal.  Mientras me cambiaba y con los diferentes tipos de prendas pudo notar mis cicatrices, pero por sobre todo, pudo notar la cicatriz mas grande y mas "fresca" que tenia hasta el momento, era la cicatriz de la operacion de riñon. Se pudo notar al simple vista cuando decidio que me probase un vestido sin espalda. No cuestiono nada, solo me observo con como queriendome preguntar, pero no lo hizo. Asi que me vi en la obligacion de explicarle que era una operacion poco complicada que habia tenido de riñon. Minimice la historia al maximio y obviamente no conte absolutamente nada de lo que habia pasado como para tener como consecuencia la perdida del mismo.
Ella solo atinó a observarme con una pequeña mueca simpatica en su rostro y me dijo que no me preocupase, sabia que era una cicatriz de transplante, que no me olvidara que habia estudiado medicina. Solo sonrei y continue probandome de la ropa que habia conseguido.
-Bueno, parece que te has quedado con lo mas basico.- Dijo juntando todas las prendas que se encontraban sobre la enorme cama.- Igualemente guardare esta bella ropa en algun lugar, no perdere la esperanza en que cambies de opinion.
-No lo creo, no me gustan las cosas muy complicadas. -Dije poniendome una chaqueta deportiva gris. Era sofisticada, pero comoda. En esos momentos habia elegido ponerme un jean azul, una basica blanca, la ropa interior debajo era de lo mas simple (ella tambien habia logrado dar con mi talla en eso), y unas zapatillas que me quedaban uno o dos talles mas grandes, pero no habia problema.- ¿Como has podido dar con todos mis talles? - cuestione
-Bueno, teniendo en cuenta que tu cuerpo es un poco mas delgado y tonificado que el mio, pero parecido, no tuve inconveniente en sacar calculos. Aunque ya veo que no calzamos lo mismo, lo arreglaré. ya veras. Mañana saldremos de compras.
-Pero...no tengo dinero Maria..-Dije con verguenza, si, verguenza, hacia años que no la sentia y en estos momentos desbordaba mi cuerpo. A parte de todas las mentiras que habia dicho, entre ellas, entreverada, habia soltado una gran verdad. No tenia dinero para absolutamente nada. Y fue ahi entonces que me di cuenta de algo, me di cuenta que esta situacion me habia arrebatado todo, mi vida en si. Antes al menos tenia un lugar donde vivir y un sueldo, que me alcanzaba al menos para hacerme los gustos. Ahora me han pivado de todo ello, hasta parezco una fugitiva, vagabunda y enferma. No se cual fue el momento en el cual perdí a mi vida, porque la he perdido y a eso lo tenia claro. Me la han arrebatado, no podia volver a trabajar en la agencia, me habian suspendido por lo ocurrido y por, de seguro, los "hermosos" consejos de la madre de Axel hacia el director, me lo habia contado mi compañero cuando utilice su computadora. Esa mujer se habia concentrado en manipular todo mi entorno para hacerme la vida imposible. Y lo ha logrado, me ha arrebatado a mis amigos, mi trabajo y por que no tambien mi casa. Me ha dejado sin nada.

Pense en Axel, en como estaría. Él no queria a su madre, o talves si, pero ella de seguro no era de sus personas favoritas. La mujer le controlaba mucho, le marcaba como llevar su vida y a él no le quedaba otra que obedecer, sino, le ocurriría lo que a mi. Pense tambien en notrostros, en nuestra casi relacion, en si tendriamos futuro juntos o no. Nos gustabamos, eso quedo claro, y aunque no recuerdo casi nada de lo que sucedio aquel dia del accidente, puedo saber que Axel me quería. La verdad era que no escuchaba absolutamente nada de lo que decia, solo algunas cosas a las cuales respondia, pero el hablaba mucho y mi cabeza realmente estaba confundida y en shock. Luego de eso, no recuerdo nada, solo una fugaz imagen de él llorando desesperado a mi lado. Nadie llora por alguien que no le importa ¿no?, entonces yo si le importaba, de eso estaba segura. Aparte me habia dado uno de sus riñones y habia puesto en peligro su libertad, ¿que mas prueba que eso?. Él me queria, y yo tambien, claro que si. Aunque a veces me hacia enojar con sus estupideces, ese chico me gustaba. Y planeaba recuperarlo como sea, queria aclarar nuestra situacion. Y quien sabe, si es que sale todo bien, poder llegar a ser felices juntos. No iba a permitir que esa mujer ricachona hiciera lo que deseaba con mi vida, claro que no. Iba a salir adelante, lo admito, con ayuda, pero iba a salir adelante.
-¿Te he pedido yo dinero? ¿He dicho, Makena, prepara tu cartera y vamonos a comprar?, no, asi que mañana nos vamos de compras, yo te invito, no te preocupes. Ademas, me vendrá bien salir con una amiga a dispersarme, ultimamente he tenido mucho trabajo.
-Me siento incomoda...-Hable con la verdad, no me gustaba que me paguen las cosas, o al menos cosas que no necesitaba.
-Pues sientete comoda..-dijo terminando de ordenar- vamos, a merendar, que tengo hambre y apuesto a que tu tambien.

Asentí y salí tras ella. Desde el momento que dijo merendar mi estomago comenzo a rugir, no habia comido nada en las ultimas horas y definitivamente necesitaba hacerlo.

MAKENA. Terminada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora