MAKENA. Terminada.

Capitulo 38

P.O.V Makena
-Pelea Mak...-sentía la voz de Theo en mi cabeza, solo podía ver al cabron de Stuart delante de mi. No había nadie más, las heridas ya no dolían y ya había dejado de sangrar. No sé si eso era bueno o malo, dicen que si estás gravemente herido y luego de un tiempo no sientes dolor entonces es porque te estás muriendo. No creo que eso se aplique a mi, osea, estaba de pie y tenía la fuerza suficiente como para luchar contra el idiota que insistía en golpearme constantemente.- es la pelea de tu vida, espero que te luzcas pequeña, para esto te he entrenado.- seguía sintiendo a Theo hablar en mi cabeza.
Stuart se acercó rápidamente a mí y aprovechó mi distracción para atacarme. Me golpeo justo en las costillas, dolió como el infierno pero ese dolor me ayudó a concentrarme. Cubrí mi rostro y avancé, no espere para atacar, esperar era algo ilógico en estos momentos. Por algún motivo tenía prisa, sentía una gran adrenalina dentro. Envíe dos de mis mejores puñetazos, uno llego a destino y el otro fue esquivado. Seguí avanzando, nada me detendría. Stuart contraatacó así que me cubrí, sentí varios golpes en mis costillas así que desvíe mis pensamientos para no concentrarme en el dolor, el dolor distrae. Levante mi mirada y le observe a los ojos, él tenía los ojos tan oscuros que asustarían a cualquier persona. Pues a mí no, ya le conocía, conocía esa mirada y si no ponía un límite ahora mismo él volvería a destruirme. Avance y le golpee, tan fuerte como pude. Se desestabilizó un momento pero luego volvió al ruedo.
Era un encuentro bastante agresivo, me hizo recordar a los entrenamientos con Theo. Suspire y volví a concentrarme.

P.O.V Axel
-La estamos perdiendo joder...- gritaba el médico, estábamos dentro de la ambulancia, ésta se movía de un lado a otro, circulaba a gran velocidad con sus sirenas encendidas indicando que había una gran emergencia aquí, y que emergencia Dios mío, Makena ya no tenía color en su cuerpo, lentamente sus labios se fueron poniendo azules y eso me asustaba cada vez más. Se estaba pareciendo a un cadáver y ahora más que nunca trate de concentrarme en su imagen, en su antigua imagen con sus mejillas sonrojadas y ese brillo que solía tener en los ojos. Me estaba dejando, ella me estaba dejando y el dolor en mi pecho aumentaba.- Dom ¿has inyectado la epinefrina?
-Es muy riesgoso, ya he inyectado amiodarona, acelerará mucho el corazón.
-¿Tu ves que su corazón está acelerado?
-No pero podría hacer un contra efecto.
-Inyecta la puta epinefrina, tenemos que salvarle la vida como sea.
-¿Cuanto inyecto?- dijo Dom muy poco convencido
-1 mg, y reza a que haga efecto- dijo el médico controlando su hemorragia.- ella está muy mal ahora Axel, haré lo posible por salvarle la vida pero no puedo prometerte nada.- dijo mirándome por unos segundos, yo sólo asentí ¿que mas podía hacer?- necesito más apositos, no puedo controlar esta hemorragia- dijo presionando la herida.
-No quitaremos el hierro hasta no llegar al hospital, así que contrólala desde allí.- hablo Dom- Axel, puedes alcanzarle a Bruce algunos apositos, están en ese cajón de allí, yo tengo mis manos ocupadas ahora.- dijo inyectando la solución por la intravenosa instalada en el brazo de mi chica. Asentí y me levante de mi lugar, camine con dificultad hasta un pequeño cajón que yacía en la ambulancia y lo abrí, había varios paquetes de apositos, entonces fue cuando observé al doctor
-Necesitaré tres o cuatro.- con mis manos temblorosas debido a los nervios tome cinco paquetes y camine hacia él.- ponte esos guantes que están por allí, abre uno de los paquetes y ve alcanzándome los apositos ¿si?- suspiré- podrás con esto, le salvarás la vida a tu novia.- trate de controlarme mientras me ponía los guantes de color blanco en mis manos. Abrí uno de los paquetes y le alcancé una gran cantidad de apositos al doctor. Él los tomo y luego de quitar los que ya estaban puestos en la herida que por cierto estaban llenos de sangre, colocó los nuevos para tratar de detener la hemorragia. Imagino que no era un trabajo cómodo para él dado que tenía un gran trozo de hierro justo en medio de todo.
Presionaba con fuerza y la sangre salía por entre los tejidos de los mismos. 
-Joder, dame más.- estiró su brazo en mi dirección así que me moví rápidamente y le di los apositos.- Dom dile al chofer que se apresure no creo poder mantenerla mas así, es mucha la sangre que sale.- gritó.

P.O.V Makena
Me estaba ganando, el muy cabron había logrado derribarme y me estaba golpeando con todas sus fuerzas.
-Me cobraré lo que me debes chiquilla el demonio.- trataba de cubrirme el rostro con mis brazos él golpeaba agresivamente, más de lo normal.
-Lucha Mak, lucha por tu vida.- sentí a Theo nuevamente. Me cubría desesperadamente, era un golpe tras otro.- golpéalo Makena, utiliza tus piernas.- asentí como si él me pudiera ver, entonces me prepare para el ataque. Utilice mis piernas, daba rodillazos como si todo dependiera de ello. Logre debilitarlo y entonces aproveche la oportunidad para tumbarlo y esta vez subir yo sobre el, de esa manera mantendría el control. Lo hice, de un momento a otro estaba sobre el entregándole un puñetazo tras otro a su horrible cara. Podía ver como la sangre brotaba de su boca y caía hacia el asfalto.
-Me encargare de que no maltrates a ningún otro pequeño nuevamente.- le golpeaba con rabia, descargaba todos esos años de sufrimiento, al fin pude obtener venganza. Me sentía más aliviada, ya no tenía tanta presión en mi pecho. Podía ver como el se apagaba lentamente, estaba quedando inconsciente, estaba dejándose llevar.

P.O.V Axel
-Creo que he detenido la hemorragia- habló con algo de sudor en su frente, estaba agotado, se podía notar a simple vista.- necesitamos llegar, mi solución solo servirá para algunos minutos y luego la hemorragia comenzará de nuevo, sus músculos están muy atrofiados y aparte de eso necesitamos quitar ese hierro de allí antes de que se haga una infección.
-Apresúrate Will- gritó Dom mientras sostenía una bolsa de suero a un costado de la camilla de Mak. La observé, ella estaba con sus ojos cerrados pero podía ver como sus párpados se movían, como si estuviese soñando. Desee que estuviese soñando y no en coma o algo parecido, la necesitaba viva.
Necesitaba a esa chica viva más que nunca.