Capitulo 85

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POV Makena
No era fácil para mi entender lo que estaba sucediendo en este momento.
Primero, el viaje duraba dieciocho horas aproximadamente, dieciséis en avión y dos horas en automóvil. Estaba muy nerviosa porque no sabía si Axel iba a soportar tanto tiempo en estado delicado.
Segundo, tuve que firmar las autorizaciones para la operación digitalmente y mientras viajaba en coche, ya que en el avión no dejan utilizar aparatos electrónicos de esa manera. Gracias a Dios un conocido tenía el aparato que necesitaba para firmar y me lo prestó. Leí todos los papeles que me enviaron por email, ahí explicaban cómo iba a ser la operación y que cosas debía tener en cuenta. Solo me iban a extraer un pedazo de hígado para trasplantárselo a Axel luego de quitarle el de él por completo. No sabia que se podía hacer eso en vida, al parecer si. Tampoco sabía que el hígado se podía regenerar, y pues si podía.
La idea era tener todo preparado para cuando yo llegara, no perderíamos tiempo con papeleo.
Comencé mi ayuno pre operatorio en el avión, según el doctor a cargo las horas me iban a dar bien.
Al llegar me harían varios análisis de sangre y orina, también me harían placas de tórax y un electrocardiograma. Luego de eso debía analizarme un anestesiólogo para después ducharme y prepararme para el trasplante.
Era mucho el tiempo que necesitábamos y poco el que teníamos. 
El viaje en avión me dio una oportunidad de pensar todo tranquilamente. Haría esto, estaba dispuesta a donarle una parte de mí así como él en su momento lo hizo conmigo. La duda era si él estaba de acuerdo también, en que pasaría después, si es que llegaba justo a tiempo para salvarle la vida.
Tenía muy presente que después de esto volvería a la isla, ya había formado mi vida poco a poco allí y no quería estropearlo. Solo era un favor que estaba dispuesta a hacer. Lo mejor sería que él no se enterara de esto y así seguir como estábamos, rehaciendo nuestras vidas por separado. No había pensado en volver y menos en estas circunstancias.
Tenía en claro lo que haría y ya estaba comenzando a hacer un plan para poder estar tranquila.
Hable con Zack mientras viajaba al aeropuerto, justo antes de leer los email con las autorizaciones. Había comprendido por lo que estaba pasando, no me quedo otra que contarle la verdad y prometió que no le diría nada a nadie. Habíamos quedado en que me iba para visitar a un familiar por si alguien preguntaba. Con Anna no tuve tiempo de hablar, era mucho lo que tenía que solucionar y leer antes de subir al avión.
Las horas pasaban tremendamente lento. Cada minuto contaba y tenía la esperanza de que al bajar de este artefacto, no me den la noticia de que Axel había muerto.
Era un hombre fuerte y podía soportar todo esto, me aferraba a ello como a nada.
Aunque me costo, dormí una pequeña siesta, no quería estar sin descansar, eso no ayudaría a mis análisis ni a mi estado mental.
Sabia que estaba bien de salud, mi último análisis completo fue hace mes y medio, me dio una curiosidad de saber como estaba y lo hice. Afortunadamente podía donar aunque me hayan operado de los riñones anteriormente.
Volví a leer los papeles que me habían mandado, al menos en vuelo podía encender la computadora aunque estaba sin internet.
Había riesgos, claro que si los había, pero no me daba miedo. He enfrentado cosas peores y sinceramente ya no le tenia miedo a la muerte.
Estaba desesperada por saber cómo iba todo y si habían podido detener la hemorragia que Axel tenía.
Me levante al baño miles de veces, no soportaba los viajes largos y ahora menos.

Cuando llegué al aeropuerto busque mi valija desesperadamente y luego salí por un taxi. Llame a Richard cuando estaba arriba del coche, estaba yendo y los nervios aumentaron.
-¿Como está?- dije apenas respondió la llamada.
-Estable pero grave, no sabemos cuanto soportará. Lo han reanimado dos veces ya ¿Has llegado?- dijo con la voz cansada.
-Estoy en un taxi, voy en camino.- sentí que suspiró aliviado.
-Les diré que se vayan preparando...gracias Mak, muchas gracias.- dijo antes de cortar. Observe por la ventana, mis nervios estaban de punta pero me sentía tranquila con la decisión que había tomado.
Hacia mucho frío en Canadá, nunca había venido a este país y era hermoso. Al menos tuve un momento para disfrutar de la vista.
Llegue al hospital, no sabía muy bien por donde entrar así que llame a Richard para que me esperara en un lugar específico. Al encontrarnos el me abrazo fuertemente, nunca habíamos tenido un momento como este. Respire profundo antes de pasar por la puerta principal, este momento sería un antes y un después en mi vida y en la de Axel.
Cuando ya estaba dentro Richard me llevo a la sala de espera en donde me encontré con Sasha y Manuel, ellos también me abrazaron, estaban muy afectados por la situación. Sasha me agradeció muchísimas veces y Manuel tuvo que calmarla por un momento, estaba muy nerviosa y cansada.
Un médico apareció en la misma sala, supuso que era yo la donante así que se acercó. Hablamos, me explico todo nuevamente y luego de eso me acompaño a la sala de preoperaciones. Sabía todo lo que iba a suceder aproximación y para mi sorpresa, estaba tranquila. Los análisis salieron bien y después de hablar con él anestesiólogo pedí para ver a Axel, quería verlo al menos una vez. No lo permitían pero hicieron una excepción conmigo. Cuando entre a su habitación simplemente me desmoroné. Al verlo rodeado de maquinas y con vendas en todos lados mi corazón volvió a romperse. Éste definitivamente no era el Zack que yo recordaba. No podía acariciarlo ya que solo podía verlo a través de una mampara de vidrio, pero con eso me bastó para quedar más decidida que nunca a ayudarle.

MAKENA. Terminada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora