Capitulo 43

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Los minutos pasaban y mi cabeza dolía como nunca. Era demasiada la información que estaba procesando. ¿En serio Axel ha hecho todo eso por mi? Joder, ese tipo está realmente loco.
Y se esta por casar, con alguien a la cual no ama.
Una novela mexicana tiene muchísimo menos drama que mi vida últimamente.
Lleve mi mano a mi cintura y la recorrí lentamente hacia llegar hasta la zona lumbar en donde se encontraban mis riñones. Sentí claramente la herida cicatrizada ahí detrás, tenía un riñón de el, dentro de mi había un órgano de Axel Lowell. Su amor había bastado como para cometer ese acto.
Tengo que encontrarle al salir de aquí, y no me va a importar absolutamente nada de lo que me diga, tengo uno de sus órganos dentro de mi así que tengo el derecho de hablar con el.
-Makena, ¿como te encuentras hoy?- ví a Mark entrar a la habitación.
-Normal, aburrida.- respondí con pesadez.- ¿cuando podré salir de aquí?
-Cuando tu cuerpo esté en óptimas condiciones para hacerlo.- tomo la planilla a los pies de la cama y comenzó a leer.
-¿Y cuando será eso?
-Cuando termines con tu fisioterapia y vea que me das respuestas favorables entonces podrás irte de aquí.
-Joder, es que me aburro demasiado aquí.- el leía concentrado mi historial médico, hasta creo que no siquiera me escuchaba.- oye...- llame su atención, el levantó un poco su mirada para observarme
-¿Que sucede?- entonces una idea, una hermosa idea iluminó mi cerebro. Tenía una oportunidad para salir de aquí y no dudaría en recurrir a todas mis opciones.
-Me han dicho que tú eres el que da las órdenes aquí... ¿puede ser?- cuestione comenzando a presionar.
-Emm..¿si? ¿Quien te ha dicho eso?
-No interesa la fuente en estos momentos.- me enderece en la cama, tuve que aplicar un poco de esfuerzo para eso.- quiero hacerte una petición, espero que la tengas en cuenta.- el bajo la planilla y me observo completamente con el ceño fruncido.
-Prosigue...- habló interesado.
-Ya que tu eres el de las órdenes, quería pedirte si no podías autorizar un par de salidas. Ya sabes, al exterior a tomar aire fresco, distraerme, encontrar motivos emocionales por los cuales quiero salir de aquí.. etcétera, motivación ya sabes..
-No lo sé...
-Serian salidas con alguna enfermera, en silla de ruedas. ¿Quien podría escapar en una silla de ruedas? Pf eso me parece ridiculo.- fingí una carcajada. Una patética carcajada que salió con aires de nerviosismo.
-No creo que eso sea posible Makena, aún no quiero que recibas mucho estímulo. Podría hacerte mal, has salido de un coma hace unos pocos días, no sé cómo reaccionaría tu cerebro ante el mundo exterior.
-Mi cerebro solo descansará, por favor, necesito aire puro, necesito esos paseos, por favor Mark.- el volvió a leer mi historial y a agregar palabras en el con su bolígrafo color bordo.
-Tengo que pensarlo, dame un tiempo.
-¡Oh por favor! No me trates como a una reclusa, solo soy una simple paciente que quiere salir un rato. No seas malo.- hacia mucho, en realidad jamás había utilizado este recurso. Pero parecía la mejor opción así que puse mi peor cara de desgraciada. El volvió a levantar su vista hacia mí y me observo, había duda en su rostro, mucha duda.- me portaré bien, lo prometo.- el suspiro, un suspiro largo y pesado. Entonces siguió escribiendo cosas con su maldito bolígrafo bordo.- Mark... por favor...
-Tiempo- pronuncio
-Por favor- volví a presionar
-Mak...- dijo con pesadez
-Por favor Mark...-volví a hacer esa ridícula cara que algunas personas solían hacer para conseguir cosas. Volvió a observarme.
-Está bien- hablo rendido, joder, la cara de cachorro muerto de hambre si que servía. Una sonrisa espléndida salió de mis labios, tan espléndida que hasta me había sorprendido por ello. El plan A estaba ejecutado, debía proseguir con el plan B.- No quiero que intentes nada, ya me han prevenido sobre ti, iras con dos enfermeras, no confío en dejarte solo con una.- alce una ceja.
-¿Seré yo la delincuente más buscada del país y no lo sabía?- pregunté con un toque de gracia.
-No eres una delincuente pero si una persona muy difícil y quiero que te recuperes bien, al cien por ciento. Tengo esa responsabilidad como tú médico y voy a cumplirla si o si.- rodé los ojos- cualquier intento de escapar o hacer algo fuera de las reglas y quedarás encerrada aquí...- observó el espacio en el que estábamos y detuvo su mirada en el mazo de cartas que había sobre mi regazo- sin cartas... sin diversión, sin nada.- sentenció serio.
-De acuerdo doctor policía. Solo tengo una pregunta.
-¿cuál?- respondió mientras volvía a escribir cosas en mi historial.
-¿Cuáles serían las reglas Mark? Me has dicho que no haga nada fuera de las reglas pero no me has dicho las reglas... ¿como se supone que voy a saberlas?- cruce mis brazos sobre mi pecho.
-Bien..- pensó por un momento, luego su cuerpo se movió con agilidad por la habitación. Saco un bloc de notas de uno de los bolsillos de su túnica y con el mismo bolígrafo que había estado utilizando comenzó a escribir:

A) NADA DE INTENTOS DE SALIDA
B) NO COMUNICACIÓN CON PERSONAS
C) NADA DE TELEVISORES Y RADIOS
D) TAMPOCO NINGÚN TIPO DE APARATO ELECTRÓNICO
E) NO LLAMADAS NI MENSAJES
F) NO ESFUERZOS CON EL CUERPO
G) NO GOLPEAR, AMENAZAR O TRATAR DE SOBORNAR AL PERSONAL DEL HOSPITAL

Resaltó la última como si fuera la más importante. De acuerdo con esta lista sí que hasta me convenzo de que soy una delincuente de las peores o algo parecido.
-¿Que tan agresiva crees que soy?
-No lo sé, pero según lo que me han dicho te las ingenias para todo. Así que no me engañes Robins. Estaré al pendiente de ti y de tus salidas.
-¿Quien te ha dado tantos malos consejos sobre mi?
-Como tú me has dicho hace un momento: no interesa la fuente en estos momentos.- entrecerré mis ojos. Este chico si que tenía la cabeza lavada, y sabía muy bien quién era que había hecho eso.- tengo que irme a por otros pacientes, en unos minutos llegará tu merienda. Disfrútala.- arranco la hoja del bloc y me lo entrego. Guardo su boli en uno de sus bolsillos junto al bloc y se retiró de la habitación.
Muy bien, es momento de analizar estas estupidas reglas.

MAKENA. Terminada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora