POV Makena
-Bien bien bien, muévanse rápido, no quiero ver a nadie pintado.- dije disparandoles con un arma de paintball. Los diez alumnos de esta clase corrían de un lado a otro como locos, lo estaban disfrutando, había varios que sonreían como nunca los había visto. Yo también sonreía, como me dijo Alysse aquella vez, el tiempo curó mis heridas, aunque muchas veces tenía bajones importantes, ya que lo extrañaba. Este ejercicio les ayudaba con los reflejos y al mismo tiempo los divertía.- Jhon estas fuera.- dije cuando vi la mancha de pintura azul sobre su ropa. Todos tenían protección, así que estaban seguros. El chico, visiblemente cansado se retiro a un costado para seguir viendo como los otros seguían en el juego.- Levanta mas las piernas Raquel, la próxima te doy en un pie.- grite apuntando a los demás. Poco a poco fueron quedando eliminados todos, estaban cansados. El sol de verano pegaba directamente sobre nosotros así que decidí terminar la clase, ya habían tenido suficiente. Estábamos en una especie de parque, era bello, lo había descubierto en una de mis salidas con Anna.De vuelta al centro de tiro, disfrute del camino. No me molestaba el sol, me gustaba. Al entrar y ver que Anna estaba atendiendo a un chico camine hacia el vestuario y me duche, me vestí y volví a salir. Puse a lavar algunas toallas y doble otras que ya estaban lavadas y secas, las deposite en su lugar y luego de terminar con todo, seguí recorriendo el centro. Zack estaba en una clase, los observe de atrás de la mampara de seguridad. Los tenia bien controlados, era un experto en armas y sabia enseñar muy bien, aunque no tenia mucha paciencia.
-No soy muy bueno con la puntería, necesitaría que alguien experto me enseñe.- dijo alguien detrás de mi, me sobresalte, se suponía que todos estaban en clase. Al darme vuelta mis piernas se aflojaron.
-¿Que haces aquí?- pregunte casi sin aire.
-He venido a clase.- respondió simpático.- estoy buscando a alguien que me entienda.- Lo observe, ya no tenia vendas, ni yesos ni maquinas. Solo era el y su esplendor.
-Axel que...¿que haces aquí?- volví a repetir.
-He venido a clase, ya te lo he dicho. No necesito más guardias de seguridad, pero por las dudas, no me vendría mal aprender tiro.- puso sus manos en los bolsillos de su pantalón.
-Tienes que hablar en administración.- dije nerviosa.
-Ya lo he hecho. La chica...Anna, muy simpática. Me ha pedido un autógrafo.- en otro momento sonreiría pensando en ello. Pero ahora no. De repente todo el tiempo que me había costado olvidar el dolor, se redujo a nada.
-Entonces ve a la clase que te ha dicho.- dije tratando de salir del lugar, no pude, él se puso en mi camino.
-Me ha dicho que comienza en quince minutos y que la profesora eres tú, así que estoy con quien corresponde.
-¿Como supiste que vivo aquí? - pregunte al borde de un ataque de ansiedad.
-Me ha costado encontrarte, pero sabía que lo iba a hacer en algún momento.- me observo detenidamente- estás preciosa...-dijo con media sonrisa en su rostro. Automáticamente me sonroje.
-Esto no es una buena idea, si quieres seguir aquí, cámbiate de clase. No voy a enseñarte.- trate de escapar nuevamente pero no me dejo.
-Escucha, si esperaba que el destino nos juntase nuevamente me iba a volver viejo y la verdad es que, mi lugar es a tu lado.- se acercó y retrocedí- he tenido todo este tiempo para pensarlo bien y me he dado cuenta de que eres la mujer de mi vida...
-¿Todo está bien aquí?- sentí la voz de Zack a un costado. Él de seguro había visto que quería salir de allí y Axel no me dejaba.
-Si, tranquilo. Todo está bajo control.- hable sin quitarle la mirada de encima al chico que tenía enfrente. Zack se mantuvo observándolos unos segundos más y luego se reintegró a su clase nuevamente.
-Mak...has sido el motivo por el cual he salido adelante, me he recuperado y te he buscado como un loco. No quiero que siga pasando el tiempo y seguir alejado de ti. Déjame seguir luchando por nosotros. Por favor...- dijo acercándose más. A tal punto de mezclar nuestras respiraciones.- te necesito... siempre necesité de ti... déjame luchar por ti, déjame conquistarte nuevamente.
-Axel...
-Si me dices que no quieres me iré y no volveré jamás. Lo juro. Pero por favor, tienes que decírmelo. Mírame y dímelo.- puso una de sus manos en mi mejilla izquierda y levante mi mirada para conectarla con la de él.- déjame luchar por ti...no son solo palabras, lo haré de verdad. Quiero estar junto a ti, quiero toda mi vida a tu lado y se que vale la pena pelear por esto.- un calor inundó todo mi cuerpo, de repente un impulso quiso besarlo. Quise olvidar todo y seguir con el. Le quería tanto, y todos esos días extrañándolo solo me hicieron dar cuenta de que si quería estar con él pero no sabía como.- Mak... si no quieres dímelo...- insistió. Lo observe un poco más, quería guardarme toda la imagen para mi sola y que no se borrara nunca de mi cerebro.- me he divorciado de Sasha. Estoy libre, sin madre, sin guardias, sin esposa...estoy totalmente limpio. Y quiero empezar de nuevo contigo.- lo observe sorprendida, ¿que había pasado aquí?. Se acercó un poco mas, a tal punto de que nuestras narices se rozaron.
-Despacio...- pronuncie. El frunció el ceño.- quiero que vayamos despacio, no quiero dejar mi vida de lado, quiero seguir. Y no necesito nada que me detenga, sino alguien que me acompañe.
-Estaré ahí siempre para ti, avanzaremos juntos. Ya no más complicaciones, ya no más peleas, ya no más nada de lo que nos haga daño.- ambos sonreímos.
-Te extrañe...- pronuncie bajo.
-Y yo no sabes cuanto, todos los días he pensado en ti, siempre cariño, siempre. Eres única, la mujer de mi vida.- y así como termino de decir eso, ambos nos besamos. Como hacía meses no lo hacíamos, me había olvidado de lo dulces que eran sus besos.
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MAKENA. Terminada.
RomanceA Makena Robins le asignaron un nuevo protegido en su agencia de guardaespaldas. Hacia varios meses no se dedicaba a esa actividad, desde su último caso quiso retirarse pero su jefe insistió depositando muchísima confianza en ella nuevamente. Su nu...