POV Axel
Estaba en peligro, estábamos en peligro. Había otro ataque en la casa, otro desde aquel último en el que Makena nos ayudó. No tenía idea de por qué mierda estaban tan empecinados con la casa o con lo que hubiese adentro, no sabía que buscaban o que pretendían. Pero lo iba a averiguar pronto, de ésta mi madre no se salvaba.
Estaba junto con Sasha encerrados en la habitación, había cuatro guardias cuidándonos, entre ellos Richard y Steven, mientras los demás desplegaban un operativo en la planta baja guiados por el principal.
De seguro mi madre había hecho algún mal negocio o estaba metida en algo extraño. Era tan malévola y misteriosa que no me sorprendería nada.
-Estoy harto de esto..-casi grite, había tanto ruido en la planta baja que ensordecía a cualquiera.
-Todo pasará, mantén la calma, estás preparado para estas situaciones.- hablo Richard seguro mientras trataba de cerrar todas las cortinas de las ventanas. Respondió a varios hombres que le hablaban por radio y luego se acercó a nosotros.- entren al baño y quédense ahí hasta que yo les avise.- suspire pesadamente. Ambos caminamos hacia el baño y nos encerramos. Sasha estaba en una crisis de nervios así que le ayude a lavarse la cara y refrescarse un poco.
-Tranquila, confía en nuestros guardias.- dije abrazándola, se había sentado en el retrete. Cerré los ojos y pensé en Mak, ella nunca se hubiese puesto de esta forma, ella era fuerte y enfrentaba a todo lo que significaba peligro. En este momento la extrañé más que nunca pero agradecía que no estuviese aquí poniendo en riesgo su vida.
-No puedo seguir soportando estas situaciones.- dijo Sasha llorando desesperadamente.- destruyen la casa, matan a las personas, arriesgamos nuestras vidas..-enumero mientras sus lagrimas caían por sus mejillas.- Manuel esta ahí abajo ¿y si le hacen algo? ¿Y si se muere?- se sofocaba cada vez más.
-Tranquila, mírame.- me agache para estar a su altura.- Manuel está muy bien entrenado, es uno de los mejores aquí. No te preocupes, estará bien.- acaricie su rostro limpiando una de las lagrimas que caían a la vez. Ella quiso hablar pero estaba muy acongojada.- tranquila... respira hondo y luego suelta el aire- ella siguió mis indicaciones y se calmó poco a poco.Luego de casi una hora Richard al fin abrió la puerta. Los últimos minutos anterior a eso yo caminaba de un lado al otro nervioso, no soportaba estar encerrado por mucho tiempo.
-Inmediatamente llama a mi madre, la quiero aquí ahora joder.- le grité a Richard. Camine furioso por la habitación y salí de ella. Necesitaba ir a tomar aire. En el camino pude observar a mi casa totalmente echa mierda, como siempre que sucedía esto. Había hombres muertos por doquier, una escena espantosa.
-Señor, tenemos que asegurar el patio si va a salir.- dijo uno de los chicos de mi equipo.
-Saldré igual, tendrían que haberse fijado antes.- camine rápidamente y salí. El patio estaba tranquilo y no había señal de nadie alrededor. Respire el aire fresco, respire una y otra vez para calmarme.
-Tu madre vendrá en un momento, ya la he llamado.- dijo Richard detrás de mi. Cuando voltee vi que buscaba con su mirada cualquier señal de peligro pero no encontró nada.
-Tu te reunirás conmigo también, ya no soporto estas situaciones. Me van a tener que decir si o si que es lo que carajos está sucediendo aquí, después de todo yo soy el dueño de esta casa.- suspiré fuertemente. El solo se limitó a observarme. Puse mis manos en mi cintura y estiré mi espalda, estaba muy tenso.- tráeme whisky- ordene. El alzo una ceja.
-Tienes empleadas para eso, sabes muy bien que me dedico a otro tipo de cosas.
-Y te estás dedicando como la mierda a tus cosas, han atacado la casa en más de dos ocasiones, ¿te parece un buen trabajo ese?- lo mire desafiante.
-No estas muerto, ese es mi objetivo principal.- sonreí irónicamente.
-Por ahora no estoy muerto, en la que hagan otro de esos ataques y no esté preparado muy posiblemente me terminen matando. Aparte han matado a más de cinco de tus hombres, mantén el respeto por sus vidas al menos y haz que esto no vuelva a suceder.- respire, estaba agitado de hablar tan fuerte.- Tráeme un whisky y déjame solo por un momento.- él se retiró, estaba ofendido, le conocía muy bien. Tiempo después llegó una de las empleadas con un vaso de whisky, lo tome en mis manos y bebí el líquido. Ella se retiró sin decir nada. Mi paciencia había desaparecido y ya no soportaría a nadie, ni siquiera a mi madre. He llegado a mi límite.
Pude ver desde el patio que la luz de mi habitación estaba encendida, muy probablemente Sasha se encontraba allí aún, recuperándose de la crisis de nervios que había tenido.
Observe el cielo, el césped, todo en busca de una tranquilidad que jamás llegaba. Cerré los ojos y pensé en lo que más me había hecho feliz este último tiempo. Sin dudas Makena apareció en mi cabeza. La extrañaba muchísimo y si bien estaba un poco más tranquilo al recordarla, en mi pecho se instaló un pequeño dolor. La necesitaba, me sentía muy solo sin ella. Era mi mejor amiga, la mujer de mi vida. Con ella podía hablar de cualquier cosa, contarle todas mis verdades, ella me daba muchísima confianza y me sentía a salvo a su lado. En este momento entendí que tenía que estar a su lado, que tenía que buscarla y pedirle perdón hasta que se canse de escucharme. Necesitaba cambiar todo esto, necesitaba volver a construir mi vida. Abrí mis ojos al notar la presencia de Richard nuevamente.
-Tu madre está aquí.- dijo
-Bien, vamos al despacho. Hablaremos los tres muy seriamente.- dije caminando sin prestarle mucha atención. La tensión volvió a mi cuerpo y sabía que debía tener mucho coraje para terminar con esto, pero sobre todo, mucho coraje para detener a mi madre de una vez.
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MAKENA. Terminada.
RomanceA Makena Robins le asignaron un nuevo protegido en su agencia de guardaespaldas. Hacia varios meses no se dedicaba a esa actividad, desde su último caso quiso retirarse pero su jefe insistió depositando muchísima confianza en ella nuevamente. Su nu...