Capitulo 87

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POV Axel
Podía ver a Richard parado frente a mi cama. Lo veía algo borroso pero sabía que estaba allí.
Quise hablar pero un tubo en mi garganta no me lo permitía, raspaba y dolía.
-Tranquilo...has despertado eso es algo bueno..-dijo acercándose. Quise moverme pero me fue imposible. El dolor en todo el cuerpo era insoportable, tanto que unas pequeñas lagrimas cayeron por mis mejillas. Se sentía como si un camión hubiese caído de lleno sobre mi.- iré a por una enfermera, vuelvo pronto.- y salió rápidamente de la habitación. Me preguntaba que hacía aquí y por qué me dolía todo.
Richard entró nuevamente a la habitación junto a una doctora y un enfermero.
-Hola Axel...-dijo la mujer mientras leía una planilla. Quise responder pero me fue imposible, ella se dio cuenta.- tienes una traqueotomía, la hemos hecho por tus lesiones en el cuello y golpes en el pecho. Esto te permitió respirar normalmente a través de una sonda.- explico- no podrás hablar hasta que te la quiten, será pronto no te preocupes. Cuando considere que superaste la ventilación mecánica, te quitaré la cánula. ¿sabes lo que ha pasado?- preguntó mientras alumbraba mis ojos con una linterna. Moví levemente mi cabeza para indicar que no.- has tenido un accidente esquiando, ¿recuerdas cuando esquiabas?- negué nuevamente. Ella observó a Richard.- ¿Recuerdas tu boda?- cuestiono del nuevo. Asentí lentamente. Ellos se relajaron, como si se quitaran un peso de encima.- no debe de recordar por la contusión. Pero no tiene olvido a largo plazo, solo es esto.- quito la molesta luz de linterna de mis ojos.- bien quiero que muevas tus dedos lentamente Axel.- moví mis dedos con gran esfuerzo, todos mis músculos dolían.- eso es, ahora la otra mano.- lo hice.- excelente, ahora quiero que muy despacio y te va a doler, que muevas tus pies. Tienes fracturadas ambas piernas, pero quiero ver que todo este bien con tu espina dorsal.- con un esfuerzo sobrehumano moví ambos pies, primero uno y luego el otro. Me tome mi tiempo, sabia que si lo hacía rápido iba a dolerme todo.- bien, todo está correcto.- dijo anotando cosas en la planilla. Por ahora mientras tienes la traqueo vas a alimentarte a través de suero. Solo serán unos días pero estarás bien. Tuvimos que hacerte un transplante de hígado Axel.- la observe perplejo.- tuvimos que extraer todo tu hígado que estaba completamente comprometido por los golpes que te has hecho en el abdomen. Hemos puesto una pequeña extracción de un donador, eso prácticamente te ha salvado la vida.- no podía creer lo que estaba escuchando y ni siquiera me acuerdo del accidente, joder.
Me siguieron analizando, revisaron las computadoras a las que estaba conectado y luego se fueron. Me dijeron que no podía mover por nada en el mundo la camilla, no podía sentarme ni hacer movimientos bruscos.
Era horrible estar postrado así y mi cuerpo dolía espantosamente.
Richard se sentó a mi lado y me observaba detenidamente.
-Me has dado un gran susto.- dijo despacio. Dirigí mi mirada hacia él pero como era obvio no podía hablar.- pero gracias a..al donante, estás con vida. Estuvimos a punto de perderte.- siguió hablando. Quería saber quien era esa persona que me salvo la vida, debía agradecerle en cuanto me recupere del todo. - ahora debes descansar y recuperarte lo mejor posible. No será fácil pero me tienes aquí para ayudarte, Sasha y Manuel también están aquí al pendiente. Todos te ayudaremos a salir adelante, volverás a ser como el de antes, no te preocupes.- dijo tranquilo.

Las días pasaban y cada vez me desesperaba más. No podía hablar ni moverme, solo era una cosa que estaba postrada. No me gustaba para nada estar así. Los medicamentos que me daban eran tan fuertes que hasta me hacían alucinar, un día juré ver a Makena detrás de la puerta de vidrio observándome. Quise levantarme, quise ir con ella, abrazarla y no soltarla nunca mas. Pero no podía y luego de eso desapareció.
Esto sucedió como dos veces más, estaba dudando de mi cordura. Todos me decían que ella no había ido al hospital pero yo la seguía viendo. Era una imagen tan nítida y tan clara que parecía verdad.
La extrañaba tanto, quisiera que esté aquí conmigo, la necesito como a nadie. Verla seria mi único remedio. No quería seguir sin ella, ya no más.
-Ri...-era lo único que podía decir, o gruñir mejor dicho. Aún no me habían sacado la cánula.
-¿Que sucede?- dijo concentrado en una revista. Sus lentes, justo al borde de sus mejillas, lo hacían parecer un anciano. Pero los utilizaba para leer ya que sin ellos se le dificultaba mucho esa tarea.
-Ma...ma...
-¿Ma?- dijo mirándome- ¿tú madre?- negué efusivamente con mi cabeza, al menos podía hacer eso.
-Ma..k...ke...- él frunció el ceño tratando de entender a qué me refería.- Mak...Ma..-descanse un poco, me estaba esforzando demasiado.
-Makena..-dijo tranquilo y volvió a prestarle atención a la revista.- ¿qué pasa con ella?- cambio de página.- ¿quieres verla?- pregunto para luego observarme. Asentí con mi cabeza y abrí mis ojos tanto como pude. Si eso era posible entonces que se realice ahora mismo.- no se puede, no sabemos dónde está.- cerré mis ojos y maldije por dentro. Tenía que buscarla, tenía que mandar a buscarla. Pero no podía hablar y no podía darme a entender.
-Bus...-joder esto me cansaba demasiado, no veía las horas de que me saquen esta cosa- ca...la...- pronuncie.
-Descansa Axel, va a ser lo mejor. Relájate y descansa.- respondió el hombre que me cuidaba. No entendía el por que no me hacía caso en cuanto a Makena, cada vez que trataba de hablar de ella no me hacía caso y prácticamente me ignoraba. Cuando lo intentaba con Sasha ella no me entendía y me hablaba como si fuera un niño pequeño, así que me rendí con ella y con Manuel. Mi única esperanza era Richard y este estaba empecinado en no hacerme caso.

MAKENA. Terminada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora