Drugs, Money and Sex || Tysh ||

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ESPECIAL #1 TYSH
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OMNISCIENTE

La temperatura ya estaba más que alta en aquel lugar. Las pieles chocar era lo único que resonaba en todo el baño al igual que los gemidos y jadeos provenientes de ambos chicos en tal escena.

Ambos estaban encerrados en un cubículo mientras gemían el nombre del contrario por el placer y excitación que ambos sentían.

¿Tener sexo en los baños de un restaurante? Sí que era peligroso y más para ellos si se hablaba del restaurante en donde ellos trabajan.

Pero claro que a ninguno de ellos dos les importaba, pues siempre eran cuidadosos al hacerlo aunque sus gritos los delataran, pues claro, no era la primera vez que se hacían una escena como esas en un lugar público.

—Mierda... mierda... —gimoteaba un castaño. —¡Oh Dios! —exclamó cuando dieron contra su punto dulce. —¡No te detengas! ¡S-Sigue! ¡Sigue! —enterraba sus uñas en la espalda del inglés. —¡Más rápido! ¡A-Ah joder!

El más alto sostenía las nalgas del contrario en un intento que no se cayera, pues el contrario andaba recargado en la pared del pequeño cubículo y solamente se podía sostener de las caderas del contrario ya que sus piernas andaban enrolladas en aquella.

—¡Dios mío! ¡D-Dom~! —seguía gimiendo el castaño, pues al parecer no le importaba mucho si los descubrían.

—V-Veme a los ojos... —con su mano derecha tomó el mentón del contrario obligándolo a verle. —E-Eres precioso... —su vaivén seguía siendo rápido y preciso. —Me encantas, Tyler... ah... —le confesó jadeando.

El castaño iba a responder hasta que sintió como es que su miembro pedía atención y acercó su mano hacia aquel mientras comenzó a gemir aún más fuerte.

—¡M-Me vengo! ¡M-Me vengo! —alejó su mano de su miembro y nuevamente se aferró a la espalda del ojiverde. —¡Oh, Dom! ¡Sigue! ¡Dom, no pares! ¡A-Ah!

Y de pronto, un líquido blanco se hizo presente en el abdomen de ambos chicos haciendo temblar al más pequeño en altura.

Unas cuantas embestidas más fueron lo que provocaron que el extranjero se corriera dentro del castaño causando que sus piernas tambalearan dejando a ambos sin aire.

—¿Quieres que...? —fue interrumpido.

—No, espera. —su rostro estaba recargado sobre el hombro del contrario aún con su respiración agitada. —Joder... —levantó su vista.

Ambos se relajaron un poco más para que luego unieran sus labios en un beso necesitado que tenía muy poco cariño a decir verdad.

Dominic salió del castaño provocando que este último soltara un jadeo por la sensación de vacío dentro de él.

Tyler se sentó en la taza del baño mientras aún recuperaba la respiración, y luego, una mano con papel de baño en aquella se posó frente a él.

—Toma, no querrás ponerte tu ropa con tu esencia, ¿verdad?

—Oh, calla. —rodó los ojos divertido y comenzó a limpiarse a la par que el contrario también lo hacía.