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ESPECIAL 10k
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OMNISCIENTE

Los meses pasaban así como la vida de aquellos chicos que alguna vez fueron importantes en la vida del contrario.

Josh actualmente ya cambió de trabajo, decidió abandonar el anterior cuando su amigo Brendon le comentó acerca de algunos puestos disponibles en aquella editorial como fotógrafo, y bueno, no decidió desaprovechar su oportunidad.

Ya se había mudado desde hacia un buen rato a aquel departamento que había visto unos meses atrás. No era el más espacioso, pero se conformaba con él por mientras.

Seguía frecuentando a sus amigos, excepto por Brendon, pues solamente hablaban por videollamada gracias a que él y Ryan decidieron mudarse para comenzar una nueva vida y que sean felices, o bueno, esa fue la explicación que le dio Brendon a Josh cuando estaban en el aeropuerto.

Halsey se dedicó a escribir canciones, hace ya unos meses había terminado con Gerald pero eso no fue motivo para deprimirse, pues le agradecía muchas cosas a aquel chico tomando en cuenta que la metió en el mundo de la música completamente.

Frank estaba planeando mudarse a Ohio, pues además de que quería estar más cerca de sus amigos también ya necesitaba mudarse pues sentía que próximamente se ahogaría en Miami entre tantas cosas que ya había vivido o al menos aprovechado.

Patrick no se había mudado de Ohio, pero simplemente tuvo que esforzarse aún más para poder vivir a gusto con su esposo, vaya, ¿qué sería de ellos si no diera cada uno su granito de arena? Era cierto que el rubio extrañaba a sus amigos, pero la vida real era antes, ¿cierto?

Los meses seguían pasando y cada uno mejoraba emocionalmente, dejando casi todo en recuerdos y simplemente pensando en que todo lo que alguna vez sufrieron en verdad era temporal, pues por fin habían salido de aquellos trances y recuerdos malos.

Todos menos Tyler.

El castaño ya se había mudado igualmente con su amigo, Dallon, que aunque no lo considerara su mejor amigo era el mejor que tenía hasta ahora.

Tyler decidió omitir su vida de Ohio, pero trágicamente no había soportado mucho el hecho de evitar lo que había experimentado en aquel lugar que lo podría llamar hogar.

Su estabilidad tanto física como emocional era un caos, vaya, incluso se podía decir que ni siquiera tenía una.

Había recaído en las drogas; inició con la marihuana que fue lo que siempre le gustó para así proseguir con la cocaína, las pastillas, los LSD y finalmente a la heroína, misma droga que experimentaba una vez a la semana por lo menos.

Era cierto que el castaño siempre odio el club, fue de las peores cosas que le había dejado Ohio en el tiempo que vivió allá, pero vaya que algo extrañaba de ese lugar.

Siempre traía chicos a la casa que compartía con Dallon, y bueno, siempre la noche se infestaba con gemidos, jadeos y sexo rápido. Había veces en las que Tyler terminaba golpeado, ¿acaso eso le importaba? Para nada.

Tal vez el de ojos chocolate estaba experimentando un nuevo tipo de droga, un nuevo tipo de adicción, un nuevo tipo de depresión tal vez.

Era cierto que siempre le disgustó el hecho de que alguien lo tratara como si fuese suyo, pero simplemente le era inevitable experimentar y gozar del placer como él estaba acostumbrado desde ya hace tiempo.

Aunque claro, las pesadillas y el pasado nunca se van.

La mayoría del tiempo soñaba con su pasado, no era una pesadilla como tal, más bien se reproducía tal recuerdo horrible en su mente cuando menos se lo esperaba.

Había veces en las que en pleno acto sexual comenzaba a llorar, sentía las ganas de hacerlo y simplemente lo hacía sin importar si la persona le veía mal ante su actitud sin razón alguna.

Y bueno, también había veces en las que lo trataban como una puta. Llegaban, tenían sexo y le dejaban dinero, ¿cuanta cantidad? A Tyler verdaderamente no le importaba, más bien le asqueaba que simplemente fuera un objeto a los ojos de los demás.

Siempre fue un objeto para los demás.

Sí, Tyler trabajaba también, pero no se la pasaba de lo mejor. Su empleo era trabajar en una tienda de licores con otras dos personas, el problema es que esas dos personas no lo trataban de lo mejor.

Le hacían burla, lo trataban de lo peor, le quitaban sus ganancias, inclusive habían llegado a abusar de él por el simple hecho de que siempre los demás lo trataran como una puta.

Por supuesto, siempre hubo ocasiones en las que Dallon amenazaba a los otros muchachos ya que le preocupaba el bienestar mental de su amigo, mucho más de lo que te podrías imaginar. Pero siempre Tyler ponía la excusa de "Estoy bien, simplemente tráeme otra raya".

Y eso sucedía, Dallon le conseguía cualquier tipo de droga simplemente para que su amigo se sintiera mejor consigo mismo y olvidara.

Olvidar... que amarga palabra para los oídos del castaño.

Siempre detestó esa palabra, siempre lo hizo desde que era tan sólo un niño.

Su padre lo había olvidado, su madre también, su familia hizo lo mismo después de la muerte de sus padres, su padrastro lo hizo cuando Alex lo vendió a ese club, Jenna lo hizo por varios años, sus compañeros de trabajo lo hacían cuando no iba, los amigos de Josh también lo hicieron.

Josh lo haría, sino es que ya lo había hecho.

Y volvemos a lo mismo, a un ciclo sin fin que próximamente llevaría a un cataclismo si no se hacía algo, si no se evitaba algo.

De un lado se encontraba lo bueno de una vida, lo que siempre se quiso, lo que siempre se deseó para una dependiendo de las vidas y mentes amargas de cada persona. Mientras del otro lado, estaba lo negativo, todo lo que te podría llegar a caer en una locura inmensa, todo lo que te quitaría las ganas de vivir.

¿Era cierto que ambos estaban Mejor separados? Sí, definitivamente; no importa por qué tan roto estés, con tal de que a los ojos de los demás estés bien entonces todo lo está.

Y esa era una mentalidad a la que Tyler ya se estaba rehusando a seguir.



Cap dedicado a -Bandito

Drugs, Money and Sex || Tysh ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora