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TYLER POV

Deje a Josh en su casa como ya era costumbre y me dirigí al club. A ese maldito lugar donde mi vida era una mierda total.

Después de unos minutos, llegué al club y aparqué el auto en algún lugar disponible por ahí.

Cuando lo dejé, me dirigí al club con mi mochila en mano donde traía unas cosas, entre ellas, droga. Entré al club y me fui con mis compañeros a alistarme como ellos.

—Llegaste tarde. —habló Dallon. —Aunque la verdad, no me sorprende. —dijo antes de darle un mordisco a su emparedado.

—Llegué sólo 15 minutos tarde, no es la gran cosa. —dije rodando los ojos. —Pero bueno, no importa, ¿Saben cuál es el tema de hoy?

—Revistas. —dijeron todos al unísono.

—¿Revistas? ¿Cómo PlayBoy y así? —cuestioné.

—No Tyler, como Algarabía. —dijo Gerard sarcástico. —Obviamente pornográficas.

—Si, claro. —murmuré.

—¡Pero aún no te puedes vestir! —gritó Ryan con una soda en su mano. —Tenemos que esperar indicaciones.

—¿Indicaciones? Pff, pero si ya nos dijeron como nos tenemos que presentar esta noche.

—Si, bueno, digamos que el jefe quiere hablar con nosotros, y no preguntes porqué, ya que ninguno de nosotros lo sabe. —dijo Dallon aún comiéndose su emparedado.

—De acuerdo... —dije para luego sacar un porro de marihuana y comenzar a fumarla.

☑️✖️

Minutos después, una de las chicas que trabajaba como camarera en el lugar llegó diciéndonos que fuéramos todos a la oficina de nuestro jefe.

A unos les dio pavor pensar en eso, otros pensaban qué tal vez ya saldrían de ahí, y a otros les daba igual, yo era una combinación de los tres.

Seguimos las indicaciones de la chica, creo que se llama Valerie, y todos entramos a la gran oficina de nuestro jefe, lo cual me causó un gran asco.

Sólo bastó para que viéramos a dos chicas sentadas en su escritorio con la espalda desnuda para saber que el jefe estaba alimentando su hambre de sexo con las chicas.

—Oh, ya llegaron. —dijo el bastardo de mi jefe, que asco. —Chicas, se pueden ir. —les dijo pero no sin antes besarle a cada una sus pechos, lo cual me causó más asco.

Las chicas se pusieron sus bras y luego salieron por una puerta adicional, dejándome ver sus caras de perfil y poder reconocer que eran Lyndsey Gunnulfsen y Juliet Simms, chicas que igualmente trabajaban aquí.

—Hola chicos, es decir, putas. Hola mis queridas putas. —lo decía con tanto orgullo que me daban ganas de vomitar. —¿Qué? ¿Acaso no aprendieron que se le tiene que responder a su dueño?

—Hola... —murmuramos todos.

—Probablemente se preguntarán qué hacen aquí, y sólo es para decirles que tendrán a nueva gente trabajando aquí. —sonrió con orgullo mientras el semblante de todos se relajaba, ya estábamos acostumbrados a esta clase de noticias. —Pero no cualquier tipo de gente, me refiero a chicas. —Oh claro, también nos llamaba para decirnos acerca de las camareras nuevas y así. —Pero... trabajarán como ustedes. —y eso bastó para que la idea anterior fuera descartada por completo.

Todos nos quedamos boquiabiertos, ¿Cómo era eso posible? Jamás había sucedido eso. Primero le quita la libertad a chicos, ¿y ahora va con mujeres? Oh por dios, que asco.

Drugs, Money and Sex || Tysh ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora