III.

16.4K 1.4K 1.1K
                                    


Pov Echo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pov Echo


— ¡Buenos días, soy de la academia privada Somei! ¡Mi nombre es Iida Tenya!

Parpadeé varias veces, enmudecida por tan espontáneo y elevado saludo.

Vaya, menudo recibimiento... No me esperaba algo como esto.

— Oh... — algo incómoda, le sonreí de vuelta— Hola, soy Fujioka Echo. 

El megane azabache me asintió solemnemente con la cabeza, como dándome la bienvenida.

Busqué con la mirada a la morena después de saludar a ese chico, el cual se fue a discutir con aquel otro de cara de mal humor poco después. 

Al no lograr encontrarla, me senté al lado de una chica de cabello largo y negro, recogido en una coleta alta.

Era en uno de los pocos pupitres que habían libres. 

Coloqué bien mi mochila, y rumié en pasar el tiempo hasta que la clase empezase. O, al menos, hasta que Ochako viniera, por lo que saqué mi libreta de dibujos para distraerme un poco.

Pero desgraciadamente, no llegué ni a hacer el primer boceto cuando noté que todo el mundo, sin excepción, había enmudecido de manera súbita.

Subí la mirada, desorientada del extraño silencio que se había formado en un instante.

Al ver a todos mirando hacia a la puerta, caí en la tentación de unirme, curiosa por saber lo que era; se trataba del chico que nos ayudó a Ochako y a mí. 

Me siento un poco mal por olvidar su nombre...No tengo remedio.

El mismo que antes me había recibido con tanta euforia fue a presentarse de la misma manera en la que lo había hecho conmigo, pero el otro estaba demasiado nervioso. Sobre todo, y aún más, cuando por detrás apareció Uraraka para darle las gracias. 

Ella siguió hablando un poco, ruborizando hasta al chico, hasta que su mirada acabó atisbándome. Con una enorme sonrisa, me saludó.

Algo más apaciguada,  hice yo lo mismo.

Si antes ya pensaba que él era solicitado, ahora ya lo creía con creces. Pero bueno, realmente hay razones para que sea el interés de todos.

La morena me señaló con el dedo, provocando que los dos chicos—tanto el de gafas como el de pecas—, se girasen a mí.

Hice una mueca de inconveniente.

No me gusta ser el centro de atención...

A pesar de ello, me acerqué en un suspiro al ver que no cesaría su petición hasta que acabase acercándome.

— ¡Ella también quiso ayudarte!

Miré al chico con curiosidad, y éste me imitó al instante.

Echo | BNHA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora