Echo | BNHA |

XLIX.

Dos días antes

— ¡Vamos a morir!—Exclamaba Twice, corriendo de un lado a otro. Compress lo ojeó asustado— ¡Es el fin!

El resto, que se encontraba en el salón planeando su próximo ataque, se miraron entre si. 

Pero rápidamente supieron de lo que hablaba, cuando escucharon los gritos de Echo y Shigaraki resonando por el pasillo.

— ¡Qué me escuches!

— ¡He dicho que no!— Y ese gruñido con voz somnolienta con dejes de irritabilidad, venía del chico— ¡No quiero!

Maldiciendo por lo bajo, Spinner cayó al suelo por algún golpe que hizo retumbar el edificio. Cada villano se quedó en el sitio, mudo.

— ¡¿Tienes manos también en las orejas?!— La mayoría miró a Kurogiri en busca de una respuesta a todo lo que ocurría, pero sólo recibieron un bufido— ¡Necesito que me de la luz del sol, Toshi!

— ¡Qué yo sepa no eres una planta! 

Black Mist se palmeó mentalmente la cara. Ahí estaban otra vez, como si no hubieran pasado años entre ellos. 

Las discusiones volvían a ser parte de su vida cotidiana. Incluso habían tardado en molestarse el uno al otro o en gritarse como solían hacer. 

— No me imaginaba que Echo-chan pudiera molestarse de esa manera— Habló Toga con una risa divertida.

— Bueno, está ese dicho de que los más calmados y amables siempre suelen ser los peores.  

— Shigaraki Tomura tiene una especialidad para hacerlo— Explicó la sombra negra, agarrando la atención de todo el mundo—. Cuando eran más pequeños era peor...Una vez acabaron destrozando la sala de otra de nuestras guaridas, estaba llena de libros que me gustaban. 

— ¿Por qué?

— Él se burló de que cayó en un hoyo por intentar salvar a un gato, y luego ella le respondió insultando a All for One— Se notaba que el simple hecho de recordarlo, lo agotaba mentalmente—. Tuve que recomponer toda la biblioteca. 

— Yo creo que deberíamos dejar que saliera, es cierto que lleva bastante tiempo aquí encerrada— Alegó el mago que descomprimía a personas. Se llevó su mano al mentón—. No es bueno para nadie, y si queremos que sea nuestra aliada...

 — ¡Sí, claro!— Gruñó la lagartija verde—  ¡Y ya de paso dejamos que se vaya a declarar a la policía!

 — Dudo que nos delatara — Pronunció el mismo del sombrero.

 — ¿Y cómo estamos seguros de eso? No podemos permitírnoslo— Esta vez, fue Magne quien habló —. No sólo tiene a los héroes, también a la mafia.

— Ella no hará nada que pueda ponernos en peligro, es así de idiota— El azabache dejó en reposo su cabeza en un sillón, con sus pies en una mesita. 

— Dabi tiene razón— Kurogiri asintió. Sería mejor no agobiarla, siempre salía mal—. Una vez estuvo en la otra guarida, y aunque pudo haber delatado nuestra localización, no lo hizo. 

Twice empezó a gritar al escuchar otro ruido asolar el recinto. No sabían si había sido Echo o Tomura, pero bien cierto era que la curiosidad empezaba a crecer. 

Se preguntaban qué ocurría, pero el de ojos turquesa sólo podía imaginarse a la chica dándole una paliza al líder. 

No obstante, ese interés decayó cuando un silencio de unos treinta segundos siguió entre ellos, hasta que Compress decidió finalizarlo.