Echo | BNHA |

LIV.

...

— Ah, esto es complicado— Comentó Magne con inquietud. 

— ¡No me gusta que esté esta tipa aquí, sólo molesta!—Exclamó Spinner, señalándola con mal humor. La susodicha estaba apoyada en el sofá, aguantando que Dabi se había sentado en su espalda para aplastarla— ¡No sabemos si ella les ha dicho a los héroes dónde estamos!

— Yo no...— Musitó Fujioka como pudo. Hizo un mohín— Ugh.

— Ella no ha dicho nada.

— ¿Y tú cómo lo sabes?— Expresó el mismo al azabache. Éste lo miró con severidad, con muy pocas ganas de comenzar esa misma conversación como cada día. 

Se encogió de hombros. 

— Instinto...— Pronunció sin más—Y que también me obligan a vigilarla de vez en cuando. 

— Aun así deberíamos deshacernos de...  

— Ha...  — El hombre lagarto tragó saliva al notar la mirada de Tomura puesta en él. Una completamente peligrosa y tétrica— ¿Deshacernos?

— Bueno, me refiero a que— Con un poco de nervios al sentir esa incesante y odiosa expresión, no supo bien cómo explicarse—, a que eso. Nos va a exponer. 

— Si tanto te molesta... ¿Por qué no haces algo al respecto?— Spinner supo que aquello era una amenaza. La forma en la que el de las manos entornó los ojos le ponía los pelos de punta. 

A causa de la increíble irritabilidad que estaba sintiendo en ese instante, el vaso entre sus manos se desintegró al completo. Como algo inusual, cada villano estaba presente ese día, y no pudieron evitar sentirse amenazados ante el aura destructiva que su líder emanaba. 

— Aunque te advierto que corres un alto riesgo de acabar convertido en la nada absoluta. 

La grisácea lo miró en silencio, suspirando. 

— Toshi, no pasa nada. Cálmate— El susodicho recreó un ademán de enfado, mas no dijo nada. Posteriormente, la chica instaló sus orbes en el lagarto—. He estado en mi casa y he ido a ver a All for One, ¿Contento? 

Al escucharlo, el albino frunció el ceño.

Cuando sensei las trajo, él nunca dejaba ver a la mayor. Le decía que era innecesario y que no tenía ningún valor alguno para su crecimiento. Apenas la veía cuando acompañaba a una pequeña Fujioka a verla. 

— Y si me preguntáis por qué lo he hecho, es porque quería saber si era verdad que mi madre estaba viva o no. 

— ¿Y qué te ha dicho?— Se atrevió a preguntar Compress. 

— Que sí— Respondió, apoyando su cabeza en sus manos. Cerró sus párpados por el agobio que sentía—. Según él, está viva. Y aunque pueda ser otra mentira... Esta vez no me quedaré de inmóvil. 

— Bueno, técnicamente ahora lo estás.

Echo atisbó de soslayo al pelinegro que acababa de hablar. No le dijo nada respecto a su comentario provocativo, pero sí pensó en otra cosa; Él mismo la había visto quedar con sus amigos, pero en ningún momento le había dicho a nadie lo que vio. 

A regañadientes, intentó levantarse. 

Los brazos de la muchacha se movieron arriba y abajo para incorporarse, pero no podía. Todo el rato caía de nuevo al tener al chico encima.