XIII.

10K 1K 614
                                    

Pov Echo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pov Echo


Bebí un poco de leche nada más salir de la ducha, entrando en mi habitación para vestirme. 

Una vez lista volví a agarrar la toalla para acabar de secarme el pelo. Cogiendo dinero de mi escritorio, aflojé mi mirada al ver la foto de mis padres a un lado. 

La agarré entre mis manos. 

— Os prometo que haré cualquier cosa para recordaros... 

No me voy a dar por vencida. 

Tras un suspiro, la dejé en su sitio con tranquilidad. Me asentí a mí misma y posteriormente, salí por la puerta para bajar rápidamente las escaleras hasta llegar al recibidor. 

El megane que tenía por tutor apareció por el comedor. Con una mueca, se apoyó en la pared mientras me observaba moverme.

— ¿Quieres que te acompañe? 

Negué con la cabeza, agarrando las llaves de la estantería antes de salir, de una vez, por la puerta principal. 

— No te preocupes—Le contesté con una sonrisa en cuanto me giré a mirarle—. De todas formas tengo que hacer algo antes de ir ahí. 

Jiro suspiró al cruzarse de brazos.

Estaba segura que después de lo que sucedió en los entrenamientos a mi tío no le hace gracia que me pasee sola por cualquier lugar, pero tampoco me podía encerrar durante mucho tiempo. 

Me escaparía de todas maneras. 

— Volveré pronto, ¡Hasta luego! 

Tras despedirme de él con otra mueca sonriente para despreocuparle, salí por la puerta con las llaves en mi mano. Las guardé en uno de mis bolsillos y comencé a caminar. 

Estirando mis brazos para desperezarme, giré la esquina. 

Si Iida me dijo bien debería de ser por aquí... 

Espero no perderme. 

Saqué el móvil tras acordarme de que apunté la dirección en él, rumiando internamente. 

Pasé una carretera y me metí en una zona urbana llena de acogedoras casas. Parecía una zona tranquila, muy bonita. 

Asentí para mí misma, entretanto volvía a guardar mi aparato. 

Miré el número de una de ellas y sin más, me acerqué para picar al timbre. 

Por suerte no tuve que esperar mucho tiempo para que me abrieran, ya que al cabo de unos pequeños segundos, una mujer de baja estatura la abrió por mí. 

Algo sorprendida por verme ahí, me sonrió con nerviosismo. 

— ¿Sí...? 

— Mucho gusto, soy Fujioka Echo — Sonreí. Ladeé la cabeza—. Debe ser la madre...¿Está Izuku aquí? 

Echo | BNHA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora