LVIII.

4.9K 598 596
                                    


Pov Echo


— Te hemos pedido que vinieras por razones obvias. ¿Lo entiendes, verdad?

Afirmé con mi cabeza, nada nerviosa. Aizawa-sensei se encontraba a mi lado como si fuera mi escolta personal que vigilaba que no se pasaran conmigo. Y varios héroes también permanecían por alrededor. 

Él mismo había contactado conmigo porque, según el hombre que estaba frente a nosotros, con su cabello verde con dos franjas amarillas, peinado como si le hubiera lamido una vaca y con gafas, necesitaba que yo misma me presentase a esa asamblea que daba lugar ahora. 

En un despacho enorme, blanco y típico de ejecutivo. No tenía demasiada decoración, sólo algunas plantas y lo más práctico. 

— Os ayudaré en lo que pueda— Dije. No demoró en entregarme una carpeta, con varias imágenes dentro de ella. 

La suspicacia creció en mi cuerpo. 

— Chisaki Kai— Habló—. Es el líder de los ocho preceptos de la muerte. Él es quien ha hecho estragos durante estas semanas.

Sí... Lo sé muy bien.

Suspiré, mirando su fotografía. Puede que si nos hubiéramos conocido antes ahora supiese mejor sus actitudes y forma de actuar... Pero siempre nos habíamos ignorado, no había nada que hacer. 

— ¿Lo conoces, verdad?— Preguntó el azabache. Me acaricié el cuello, entregando los archivos al otro héroe— Creció en la mafia, al igual que tú. 

— Sí, lo conozco. Pero nunca mantuve contacto personal con él hasta hace poco. 

— ¿Podrías decirnos cómo es? 

— Una persona muy meticulosa, algo misteriosa y tétrica—Recordé las contadas ocasiones donde lo vi—. Siempre estaba leyendo libros de biología, y tiene una extraña obsesión con la higiene. 

El trajeado me observó con severidad. Su rostro parecía demasiado imperturbable, con un visaje que parecía demostrar que nada le sorprendía. Yo sólo me mantuve de pie, tranquila mientras más personas iban apareciendo. 

— ¿Echo?— Roté mi cabeza al escuchar mi nombre. Me encontré al instante con la sonrisa de Kirishima. 

A su lado, Ochako, Midoriya y Tsuyu también estaban; En una enorme sonrisa, me aproximé a ellos y salté a sus brazos. 

— ¡Chicos! No sabía que estabais por aquí.

— Nosotros tampoco nos hubiéramos imaginado que estarías aquí— Me expuso la morena de forma agradable, contenta de verme.

— Es bueno verte bien, kero. 

— ¿Es por lo que está ocurriendo, verdad?— Me preguntó el verdoso. Le di la razón tras alejarme— Probablemente quieran tu ayuda teniendo en cuenta lo que sabes... 

— Lo más probable— Dije, acariciando su cabeza con un rubor en sus mejillas. 

— ¡Por cierto!— Exclamó el pelirrojo. Curiosa, vi como me señaló a tres personas que no conocía— Ven, te los presento. 

Estaba intrigada por ver a gente nueva, me gustaba socializar aunque fuera una patata haciéndolo. Aunque se me adelantaron con gran entusiasmo cuando de repente, antes de que pudiera señalarme a nadie, me encontré con el rostro de una chica casi pegado al mío.

— ¡Mira, mira! ¡Es ella!

Sorprendida, me aparté un poco por puro impulso. Así también veía mejor quién era la persona que me inspeccionaba. Portaba el cabello largo y de un tono azulado muy llamativo, largo. Todos sus rasgos hacían ver que se sentía curiosa. 

Echo | BNHA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora