XXXV.

6.3K 793 491
                                    


Pov Echo


Fruncí el entrecejo al notar una inmensa luz chocar contra mi cara. Una clara iluminación que me molestaba a la hora de levantarme. Llevándome la mano al rostro para taparme, me quejé en un susurro. 

— Estás despierta...

Fui abriendo los párpados lentamente cuando escuché la persiana bajarse y llenando la sala con más oscuridad. Confundida, observé dónde me hallaba para acostumbrarme. 

Miré de un lado a otro e indudablemente, estaba en el hospital. 

Puse mi mano frente a mí. Ésta, y parte de mi cuerpo, estaba completamente vendado. 

Mi boca se abrió para preguntar el por qué de esta situación en la que me encontraba, pero rápidamente lo recordé; Había luchado contra el padre de Shouto y aún de que llegué a ganar, acabé fatal y me desmayé. 

Suspiré. 

— Estaba preocupado por ti, tienes fuertes quemaduras pero las enfermeras han dicho que sanarán— Musitó. Hice un mohín al ver a Jiro a mi lado—. Perdóname, yo...Tenía miedo de que esos recuerdos fueran demasiado para ti. He cometido un error, sé que tendría que haberlo dicho antes. 

— Te perdono— Entrecorté, haciendo que sonriera. El megane me acarició la frente—. Entiendo por qué lo hicisteis, simplemente...Necesitaba un tiempo a solas. 

De todas formas, no soportaré una mentira más. 

Sí, les perdono. Pero eso sólo significa que seguiré intentando adaptarme a mis nuevas memorias. A no dejar que me ganen o me desanimen, pese a que muchas veces mi mente se invade de ello. 

— Cuando tuviera mis pensamientos amueblados, quería hablar apropiadamente.  

Fue a decir algo más para responder lo que acababa de declarar, pero se calló al momento que escuchó la puerta correrse a un lado. Ambos nos giramos a mirar quién acababa de entrar e interrumpir el momento, pero casi que era mejor.  

Me mordí el labio. 

— Satoshi... 

Señaló hacia atrás como insinuándome que no dijera mucho sobre lo que pensaba. Me puso curiosa, y ahora era lo que había en mi mente. Dio unos cuantos pasos más para adentrarse y vi que a sus espaldas, estaban alguno de mis compañeros. 

Abrí los ojos con sorpresa.

— Me los he encontrado en la sala de espera, venían a verte— Expuso. Se colocó al lado de mi tío y dejó espacio a los demás. 

Me reincorporé, sin dejar esa expresión de asombro por verlos. Esa expresión siguió ahí, hasta que Ochaco y Mina corrieron hacia mí para abrazarme con fuerza. 

— ¡Echoooooo!

— Estoy bien, estoy bien— Sonreí con delicadeza, acariciándoles la espalda. Se apartaron haciendo pucheros. 

— ¡Vais a hacerle daño!— Exclamó Iida haciendo movimientos con las manos. Negué con la mano para restarle importancia— ¡A una enferma debéis dejarle espacio!

Suspiré, más relajada. El tener a mis amigos ahí siempre me reconfortaba de una manera u otra. 

Examiné a los demás para fijarme en quiénes habían venido, mientras discutían sobre lo del abrazo; Kirishima, Yaoyorozu, Kaminari...E incluso Izuku. 

Al ir viéndolos uno por uno me encontré la mirada del verdoso, quien me sonrió en silencio y con esa inquietud que lo caracterizaba. 

— ¿Cómo estás? La pelea contra All Might fue fuerte— Inquirí. Midoriya se rascó la nuca.

Echo | BNHA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora