Cuando un fuerte y atronador eco atraviesa cada por de tu piel...Lo único que puedes hacer, es seguir con tu meta hasta lograr tu sueño...Y tus recuerdos.
Pasara lo que pasara, y se encontrase a quien se encontrase.
[Portada creada por @RocioMogollo...
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Pov Echo
— No sé si nos habrán esperado... Hemos tardado bastante y ya casi ha terminado todo— Rumié.
— ¡Ten cuidado con la pierna, no deberías de caminar tan a la ligera!— Exclamó el de cabello verde. Zarandeé mi cuerpo ante la sorpresa de su repentino grito de angustia, por lo que lo observé interrogativa; Rápidamente pareció que se retractaba de lo dicho— Eh, quiero decir...Si lo apoyas de esa manera te dolerá y...
— Por eso no te preocupes, no me duele— Sonreí para tranquilizarlo. Con su típica mueca nerviosa, me sonrió también.
Caminamos por el pasillo frente a las clases, después de que nos hubiéramos saltado algunas materias por nuestras heridas.
Después de que Izuku me avisara, ahora intentaba caminar lo más lenta posible, con mucho más cuidado. Como era consciente de que no podía sentir si me dolía o no, necesitaba la precaución que antes no había querido permitir.
Me desperecé un poco y bostecé, cuando me paré en seco al ver a todos nuestros compañeros correr hacia nosotros como si se tratasen de monos escapando de un zoo.
— ¡Midoriya! ¡Echo!— Gritaron todos a la vez.
Miré al pecoso, confundida, y recibí una inquietante mueca por su parte. Acto seguido, y antes de que pudiese decir nada, nuestros compañeros nos rodearon en manada, curiosos y entusiasmados.
— ¡¿Cómo estáis?!
— ¡Ha sido una pasada cómo habéis peleado los dos!
— Él puede— Murmuré, señalándolo. El chico me miró con los ojos abiertos—. Pero yo me destrocé la pierna y tuvimos que parar la pelea por eso.
— ¡Pero un poco más y...!— Exclamó la del ácido. Daba saltitos de alegría, junto a varios de los demás.
El que fortalece su cuerpo me asintió con la misma energía.
Reí al ver la emoción de la alien y del rojizo. Cuando sentí una mano en mi hombro, me percaté de Uraraka.
— Habéis estado increíbles, ¡Deku-kun, Echo-chan!— Hizo un mohín— Pero la próxima vez ambos debéis de pensar más en vosotros. Sois unos imprudentes, habéis acabado mal...
Sonreí, asintiendo.
— Tienes razón, tengo que aprender a controlarme más —Admití.
Es el problema de esto...Como no siento nada, no logro saber cuándo es mi límite.
Tendré que aprenderlo poco a poco, sobre todo ahora que estoy aquí.
Me hice una coleta y asentí a todo lo que me decían; Desde cumplidos, hasta reprimendas por haberme sobrepasado.
