XIX.

8.4K 973 619
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

...


Echo caminó por el pasillo de espera, aguardando pacientemente a la siguiente ronda. 

Por suerte habían ganado esa, que se trataba de rapidez y competencia. Pero a la siguiente...No podía bajar la guardia. 

Se palpó por debajo de la nariz para ver si seguía sangrando. Al ver sus dedos sin ningún rastro de ello, suspiró con alivio pero con algo de agobio. 

Todavía no podía esforzar su cuerpo a tan alta velocidad más de dos veces.

Bebió un poco de agua y pasó la esquina para aclararse y dejar de pensar en su condición. Con algo de curiosidad, observó a un hombre grande, pelirrojo y lleno de fuego que estaba parado en un costado de ésta. 

No lo había visto nunca, y esa tez tosca no pasaba desapercibida. 

Quiso seguir y salir sin ninguna preocupación, pero la voz de esa persona la paró. 

— ¿Quién eres, chica? 

— ¿Hm?— Se giró, confundida— ¿Quién lo pregunta? 

Ese pelirrojo frunció el ceño. 

— Tienes bastante poder, hasta el punto de contrarrestar el de mi hijo...— Expuso. Cruzado de brazos, dio unos intimidantes pasos hacia ella. La ojigris tuvo el instinto de retroceder un poco— ¿Quién eres? 

— Fujioka Echo— Respondió sin más, parándose en seco para no hacer ver algo que no era.

No entendía a qué venía su actitud, pero no le gustaba para nada hacia dónde se dirigía todo. Ella sólo quería seguir tranquila. 

Con cero problemas.

— ¿Y tus padres, son conocidos?

Pero ahí fue cuando la mentalidad cambió como un pequeño interruptor de encendido.

Sin necesidad de quererlo, la simple mención de ellos le causó que apretara su puño con una vehemencia inusual. 

— ¿Por qué me hace tantas preguntas?— Inquirió, sigilosamente molesta. 

— Deberías de limitarte a responder— Contestó el contrario, con disposición y advertencia. Ella hizo una mueca. 

— ...No estoy obligada a hacerlo, así que déjeme en paz. 

Endeavor frunció el ceño al sentirla tan evasiva. 

Echo | BNHA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora