Cuando un fuerte y atronador eco atraviesa cada por de tu piel...Lo único que puedes hacer, es seguir con tu meta hasta lograr tu sueño...Y tus recuerdos.
Pasara lo que pasara, y se encontrase a quien se encontrase.
[Portada creada por @RocioMogollo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pov Echo
— ¿Festival deportivo?
— ¡Sí, es dentro de pocos días y tengo muchas ganas de asistir!—Exclamó Ochaco más que sonriente— Al fin podré ayudar un poco a mi familia, si gano...
Le agarré de la mano.
— Claro que ganarás, tendrás suerte—Expuse. Ella me volvió a sonreír, pero mucho más agradecida —. Ahora que lo dices, también me apetece pelear.
Será una forma de distraerme, después de todo.
Además, tiene que ser intrigante ver cómo los demás luchan entre si...Así demuestran lo que son capaces. Y quiero demostrarlo yo también, aunque más para mí misma que para los demás.
No pienso quedarme atrás, estoy aquí por algo.
— Ahora que lo pienso, el otro día casi te castigan a ti y a Bakugo por correr por los pasillos...—Musitó Iida. Formal, como siempre— ¡No lo volváis a hacer!
Hice una mueca.
Si él no fuera tan gruñón no habría empezado a correr y no nos habrían dado el sermón.
— Los de la otra clase tuvieron miedo por un minuto...—Habló ahora el de cabello verde y alborotado, con una sonrisa nerviosa— Yo también, no quería que te atrapara.
Le sonreí con dulzura. Él se sobresaltó levemente al darse cuenta de lo que dijo, y de mi reacción. Al instante, hizo los movimientos repetitivos con la mano para que no lograse ver su sonrojo.
Reí con calma.
No obstante, otra cosa llamó mi atención a parte del adorable Midoriya; Puse mi mirada en el costado al presenciar un cúmulo de gente parada en la puerta.
Izuku y yo nos miramos mutuamente, extrañados de que no se pudiera salir con la normalidad de otros días.
Al segundo después me levanté para para salir; De todas formas tenía que irme, había quedado con Aizawa-sensei. Me había dicho que tenía que hablar conmigo, pero no de qué.
Tendría que averiguarlo y ya casi es la hora para que lo vea.
Intenté abrirme paso entre la multitud más de una vez, pero habían tantos compañeros de otras clases que casi parecía una barricada. Me volví a quedar parada delante de la puerta, bufando con agobio.
Hasta que alguien me hizo a un lado antes de que pudiera volver a hacerlo.
— Hacer todo esto para observar al enemigo...—Musitó una voz masculina, irascible— Apartaos de mi camino, extras.
— ¡No puedes decirles extras a la gente que no conoces!—Exclamó Tenya.
Observé de reojo al explosivo que acababa de aparecer. Éste, me dedicó la misma mirada de soslayo casi al unisono.