Echo | BNHA |

(X)

...

— Shigaraki Tomura.

El muchacho mantenía su vista pegada en la fotografía de aquella joven de cabellos liláceos. Una sonrisa vaga y mansa como ella misma, con el uniforme de la escuela U.A que tanto detestaba. 

Se había tomado el día del festival, cuando la adolescente todavía no lo recordaba.

El de los labios cortados abrió sus ojos por la rabia que le suponía que después que esa pesada niña estuviera siempre detrás de él, ahora no lo reconociera. No supiera ni cuál era su edad.

Cuando se coló en su casa y la despertó, pudo notar en sus ojos una vaga emoción. Algo carecía, sí, pero su interior sabía que ya se conocían de antes. Echo lo intuía. 

— Shigaraki Tomura—Volvió a repetir Kurogiri.

Observó al susodicho levantar la mirada con un nervioso odio que lo caracterizaba. Sus destellantes y sombreados ojos amarillos se entornaron al ver la imagen de Fujioka Echo entre sus manos.

— Los demás están ya en el campamento, ¿Crees que irá todo bien?

— Sí, no te preocupes por eso—Respondió. Incrustó nuevamente sus orbes rojas en la muchacha—. Ese chico estará aquí y lo convertiremos en nuestro compañero.

Mordiéndose su labio inferior, el albino se levantó de un golpe.

— Será sólo cuestión de tiempo que esa mocosa también vuelva.

El de la sombra suspiró con cansancio por su actitud y tan difícil de lidiar, a pesar de que había convivido con él durante tanto tiempo. Sin embargo, estaba convencido de que el tema del ruiseñor junior lo irritaba de más.

Todo lo que tenía que ver con ella siempre lo había irritado de más.

Flashback

Hace seis años.

— Deberías de intentar ser condescendiente con ella, tan sólo tiene diez años y es fácil que a esa edad se encariñe. 

— No entiendo por qué Sensei ha querido traer a una mocosa como ella...—Susurró. Un albino con menos estatura y edad caminaba por el pasillo de aquella casa junto al trajeado, en busca de una niña que acababa de llegar— No nos hace falta.

— Sí nos hace—Respondió Kurogiri, observando de reojo al joven—. Es pequeña y parecerá inocente, pero no te confíes.

En un chasquido de lengua demostró que aquel plan no le gustaba en lo absoluto. No podía quejarse porque había sido Sensei quien lo había hecho y aquello tendría que significar algo, sin embargo...

No quería a nadie más allí. No lo necesitaba, nunca lo había hecho y esta vez no era una excepción en lo absoluto. 

O eso creía.

Llegaron hasta la sala donde aquella infante se mantenía haciendo garabatos con unos nuevos colores que All for One le había comprado. Quería mantenerla contenta. Cuando notó la presencia de los varones en su puerta, incrustó su sosegada vista en ellos.

Tomura frunció el ceño, y era la primera vez que la conocía. Por el contrario, el hombre sombra lo señaló. 

— Fujioka Echo, este es Shigaraki Tomura.

— Hola—Sonrió ella con ingenuidad. Dejó de dibujar por un momento, a posar toda su atención en él—. Así que tú eres el otro chico que Kurogiri mencionaba.