Echo | BNHA |

LXI.

Pov Echo

Recuerdo que tras leer un cuento sobre un hermano que perdió a su gemela tras ella sacrificarse por su vida y éste rendirse ante toda posibilidad de vivir feliz, una vez, concentrada y con una clara curiosidad por ser reprimida, le pregunté a mi madre; «Mamá, ¿Alguna vez te has rendido? ¿Cómo sabes cuándo hacerlo?».

Ella me contestó, con una sonrisa digna de película en su rostro «Somos mujeres, Echo. Nosotras no nos rendimos nunca».

Esa memoria tan importante para mí me vino a la mente al tener esa ciudad frente a mis ojos. Este nuevo paisaje que parecía tan desconocido y a la vez tan familiar en mi vida. No pensaba rendirme ni ahora ni nunca, como ella había dicho. Y gracias a eso, estábamos aquí. 

Kyoto, donde mi madre y yo nacimos. Donde al parecer, empezó todo. 

Mi corazón dio un pequeño vuelco al saber qué significaba esto mismo. Los nervios que sentía era de todas las formas, pero quería permanecer serena por los ojos tan vigilantes que tenía a mi alrededor. 

Por fin... Por fin podré saber si está viva. 

— Echo— Zarandeé mi cuerpo al escuchar la voz de Overhaul llamarme. Lo miré intentando esconder el desdén que me suscitaba—. ¿Por qué has decidido inmiscuirte en la Yakuza? Desde pequeña quisiste ser heroína. 

— Cosas que ocurren... 

No te pares, Echo. No hay que darle demasiada información sobre ti porque sabrá utilizarla en tu contra. 

— Extraño que lo decidas cuando te secuestraron. ¿Acaso has cambiado tus ideales?  

— Chisaki— Acabé rápido su interrogación para empezar la mía—. ¿Sabes dónde está Kano?

Ni siquiera se dignó a observarme. Sin embargo, parecía que la tranquilidad no se iba de su cuerpo a pesar de que le pregunté por ella. Estaba segura de que era otra demostración de cuán sociópata podía llegar a ser. 

No emoción registrada, y ninguna empatía hacia otras personas. 

Sólo frialdad y control. En cierta manera es terrorífico lo que puede llegar a hacer sólo por sus propias metas. Por una idea tan fija y enfermiza; ¿El fin justifica los medios, no? Será su mantra. 

— No, tu padre también la buscaba— Musitó con desinterés—. Parece que hay alguien que persigue a la gente que quieres. 

¿En serio lo ha dicho? 

No confío en ti, pero absolutamente nada.

Examiné mi alrededor con cautela una vez retomé mi caminar, pero no podía evitar estar un poco airada; Sólo sigues aquí porque tengo algo más primordial de lo que ocuparme. Luego ya ajustaremos cuentas.

Una vez más, lo observé de soslayo. Éste hizo lo mismo al instante.

Él piensa igual, eso está más que claro. Está esperando el momento exacto para liquidarme y poder ponerse él como líder y seguir con lo que le obligué a posponer. Estoy siendo un obstáculo para él.

Cuando esto termine, cuando al fin recupere a mi madre... Sé que habrá una pequeña guerra entre nosotros.

La liga y Toshi también están esperando la ocasión indicada para vengarse de lo que hizo. Si están haciendo todo esto, es para mostrar que las cosas van bien y siguen siendo aliados para que se confíe. Toda una farsa.