Echo | BNHA |

XXXIX.

Advertencia: Cuando veáis este símbolo # tenéis que iniciar la canción, así os ayuda ha poneros en sintonía con la historia :)

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— ¡Dijiste que podías hacer frases si te lo pedía! —Refunfuñó Ashido, moviendo sus puños de arriba abajo como si se tratase de una pataleta.

Fujioka bostezó con su cabeza hundida en la espalda de Kirishima, quien no se movía mucho para que la ojigris pudiera estar cómoda y dormir.

Había pasado mala noche y se moría de sueño.

— Te lo dije, sí... ¿Pero por qué no podemos hacerlo en otro momento?

— ¡Porque los días van acabando y no podremos hacerlo, venga! — Cada vez que la rosada estiraba de la ropa de Echo, ésta se aferraba más y más cual koala al cuerpo de Red Riot— ¡Vengaaaaa!

— He dormido poco, déjame ahorrar pilas—Murmuró a regañadientes. El pelirrojo le palmeó la cabeza entre risas.

Se zafó del agarre de su amiga haciéndola hinchar los mofletes. Sin embargo, su única misión ahora era seguir durmiendo.

Casi se dormía a la hora de comer y todo.

— Tengo un poco de frío.

Por el rabillo del ojo vislumbró a Katsuki sólo a unos metros de distancia, estirando su brazo para que no se le agarrotara en las pruebas de coraje.

Así que, se decidió.

Cual zombie caminó hacia él y en el mismo instante en el que el rubio intuyó su presencia, ésta ya había colocado su mentón en el hombro del joven y sus brazos alrededor de su clavícula. Relativamente cerca, el muchacho la ojeó de soslayo.

— Qué mierda crees que estás haciendo.

— Necesito calor, y tú eres una estufa andante—Confirmó. Chasqueó la lengua, mas no la apartó.

— Si necesitas algo, yo puedo calentarte—Los dos se giraron asqueados a mirar a un Mineta que desnudaba con su calenturienta imaginación a la ojigris—. Seré pequeño, pero puedo dar mucho amor.

— ¡Piérdete, basura!

El enano se enfadó por los malos tratos de ese compañero, alejándose lentamente antes de que muriera por una explosión.

Fujioka ni le prestó atención, sólo estaba pendiente del de orbes color carmesí.

— ¿Estás enfadado conmigo?

— Quítate de encima—Dijo con un tono de voz hostil, como él mismo. Se crujió sus dedos, todavía preparándose.

— No hasta que me des una respuesta—Susurró haciendo un puchero. El explosivo hizo un sonido de molestia—. Si tan mal te sienta que te toque quítame tú mismo, o de otra forma no me moveré.

No dijo nada, simplemente siguió reforzando sus músculos.

Las orbes grises de la muchacha lo ojearon de soslayo con recriminación; La estaba ignorando, justo como hacía ella a veces con él.

Maldito karma.

— Bakugō.

Movió su hombro libre en círculos, haciendo caso omiso.

— Bakuuu...—Llamó con voz de niña. Empezó a incordiarlo dándole golpecitos cortos y repetidos con su dedo para llamar su atención, cosa que funcionaba.