X.

11.1K 1.1K 362
                                    

Pov Echo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pov Echo


Moví mis brazos en círculos, ejercitándolos justo al lado del autobús que los profesores prepararon para marcharnos. Debía acomodar mis extremidades para los próximos entrenamientos, y aunque podía subir, prefería esperar la llegada de mis amigos.

¿Qué nos enseñarían? Quería saberlo, y me imaginaba mil pruebas diferentes.

Mientras mi mente divagaba entre mil escenarios, logré vislumbrar por el rabillo del ojo a Midoriya y Ochako, que salían de la puerta principal de la academia. En cuanto se percataron de mí, no tardaron en aumentar sus pasos para llegar a mi lado.

Sus claras y lindas muecas en sus rostros los acompañaban, y aquello sólo hizo ponerme de mayor humor.

— ¡Echo-san!— les recibí con alegría, acabando mi pequeño estiramiento de una vez.

— ¡Hola!

— ¿Estás preparada para el entrenamiento de rescate?— Preguntó la morena, entusiasmada con la idea— ¡Yo tengo muchas ganas!

— Sí, yo también— Admití. 

Estaba deseando comenzar y probarme a mí misma. 

Tenía muchas ganas de poder entrenar un poco y entender, aunque fuera en menor medida, todo el trabajo que conlleva el ser un héroe. Ver qué nos tenían preparado y cómo me podría desarrollar en ese círculo sólo aumentaba mi curiosidad.

Otra razón a parte, era que así movería mi pierna. Por lo que era una buena oportunidad para intentar mantenerme más alerta sobre mis propios problemas físicos. 

No sé si podré debido a que cuando empiezo a pelear no pienso en otra cosa, pero...

Es bonito soñar, ¿No? 

Sin dejar de atender a mis amigos que conversaban, até parte de mi cabello en una coleta hacía atrás, dejando que un poco de este cayera sobre mis espaldas. Al instante me azotó un bostezo que intenté tapar en cuanto oí el pitido de Tenya resonando por la calle, demandando atención y que, obviamente, nos subiéramos al autobús y nos sentásemos.

A pesar de que la castaña se reía por las pequeñas gotitas que se estancaban en mis ojos, me fue imposible ocultarlo.

Esperamos a que todos entraran para poder, así, subir junto al megane, con mi mochila tras mi espalda. Por desgracia fuimos los últimos en llegar y por esto mismo, prácticamente no había sitio donde sentarse.

Midoriya me observó apenado; parecía que sólo había sitio para tres personas, así que alguno de nosotros tendría que buscar otro asiento.

Le resté importancia con una sonrisa. 

— Estaremos un poco apretados, ¡Pero seguro que podemos hacerte un sitio!

— No importa, me iré al final— Comenté. Le hice una seña con la mano y comencé a caminar hacia los asientos de dos que habían más allá. 

Echo | BNHA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora