...
Recién llegado de la calle, Kurogiri observó en silencio a los dos chicos que se hallaban en el sofá, durmiendo; Tomura estaba sentado, mientras que Echo apoyaba su cabeza en el regazo de él.
En un suspiro, dejó un paquete encima de la mesa.
Ahora la mafia parecía moverse por todos lados. No sabía si era debido a la chica que mantenían con ellos, o habían otras razones escondidas. Mucho más macabras. No obstante, lo cierto era que comenzaba a hacerse cada vez más arriesgado.
De reojo, miró a la sónica; La realidad era que si ella quisiera, podría terminar con la situación en la que estaba en poco tiempo. El único problema era que ni siquiera su persona misma sabía de todo el poder que albergaba.
— Dime que ahí dentro hay algo que valga la pena.
Fujioka tenía los ojos abiertos, pero no lo miraba a él, si no a la bolsa que había dejado.
— Es comida, así que supongo...— Musitó el hombre. Poco a poco, la muchacha fue levantándose con la delicadeza de no despertar a su amigo— Te veo mejor.
— Físicamente lo estoy— Echándose un poco de aire con la mano, curioseó—. Pero debería de ir a ver a la doctora Kano por si acaso.
— Echo...— Murmuró Tomura, despertándose con lentitud. Ambos se giraron a observarle.
— Estoy aquí.
— ¿Por qué te levantas?— Abrió un ojo para percatarse de lo que hacía. Súbitamente, el joven la abrazó por detrás y colocó su frente en su hombro para seguir durmiendo— Estaba cómodo.
En un suspiro, acarició su cabello albino entretanto recordaba que debía de coger importante. Tan pronto como notó que volvía a quedarse dormido, se levantó marchándose por el pasillo hacia su habitación.
Shigaraki refunfuñó.
— Mierda...— Musitó, rascándose el cuello— ¿Dónde está el resto, Kurogiri?
— No hay nadie más, de momento sólo somos nosotros tres ahora.
Intrigados los dos, al cabo de dos minutos volvieron a ver a la chica apareciendo por allí con algo en mano. Y sin pensárselo, se aproximó al de cabello medianamente largo.
— Toshi, abre la boca.
Con mucha desconfianza, el susodicho dejó que le quitase la mano de su rostro para que lo dejara al descubierto. Echo movía algo escurridizo y transparente entre sus dedos, y en cuanto estaba libre le colocó algo en sus labios.
Era cacao.
— Ugh...— Masculló con ligera molestia, en un intento de hacer que parara.
— Estate quieto, te he comprado esto porque los tienes muy cortados— Musitó con serenidad. Hizo un chasquido con su lengua al ver que se quedaba quieto—. Aunque no debería de haberlo hecho, sigo molesta por hacer que Dabi me siguiera.
ESTÁS LEYENDO
Echo | BNHA |
Fiksi PenggemarCuando un fuerte y atronador eco atraviesa cada por de tu piel...Lo único que puedes hacer, es seguir con tu meta hasta lograr tu sueño...Y tus recuerdos. Pasara lo que pasara, y se encontrase a quien se encontrase. [Portada creada por @RocioMogollo...