- ¡Higuain!
- ¿Qué?- se asomó por la puerta y me asusté.- ¿Pasó algo?
- Me has dado un susto, idiota.
- Lo siento.- me sonrió.- ¿Qué querías?
- ¿Puedes llevarme a Moncalieri?
- ¿Monca...qué?
- Es donde ha pasado el caso y tengo que ir allí, ¿Puedes llevarme?
- Sí, claro que puedo.
- Después de comer, ya sabes, no te duermas.
- Uh, que difícil.
Reí levemente y él volvió a entrar en la cocina con una sonrisa para terminar su desayuno antes de marcharse al entrenamiento. Recogí y coloqué mis cosas de trabajo, guardándolas en el maletín que dejé en la entrada. Después, me pasé la mañana colocando la casa con música puesta.
- ¿Tú colocaste todo?
- Hacía falta, se nota cuando viven dos personas en una casa.
- Menos mal, no tenía tiempo para hacerlo.
- También hice la comida, así que te duchas y te unes a mí.
- Marchando, sargenta.
Le sonreí y subió al segundo piso. Yo, me senté a esperarle y una vez llegó empezamos a conversar mientras comíamos y después nos fuimos de excursión a Moncalieri. Fuimos a la dirección que me dijo mi jefe, llegando hasta una casa que tenía un patio con un gran olivo.
- ¿Te espero o...?
- Puedes irte, si quieres.
- Mejor me quedo.
Le sonreí, él sabía que en realidad quería que se quedara conmigo y o entendió a la perfección. Salimos del coche y llamamos a la puerta de la casa, abriéndonos un hombre con una niña en sus brazos. Le saludamos y le contamos quiénes éramos para que nos dejara pasar.
Nos dio unos asientos y algo de beber para que estuviéramos cómodos y por supuesto se hizo fotos con el famoso argentino que tenía como mejor amigo en Italia.
Estuvimos hablando toda la tarde, tomando declaración de todo lo que decía y después yendo a otra casa, donde se encontraba el otro testigo, esta vez una mujer más joven.
- Esto sí que fue una tarde movidita.
- Sí.- Higuain suspiró sentándose en el asiento de conductor.- Por suerte hoy no teníamos entrenamiento por la tarde.
- ¿A no?
- No, Allegri quiso darnos una tarde de descanso, mañana volveríamos y ya la próxima semana...
- Se acaban.
- Exacto.
- Pues vámonos, que para una tarde que podías descansar.
- No importa, me la pasé contigo y con eso estoy bien.
Le sonreí antes de que arrancara y volviéramos a Turín. Entramos en casa y fue directo al sofá, tumbándose boca abajo y durmiéndose en segundos mientras que yo pasaba todas las declaraciones a ordenador hasta que llegó la noche e hice la cena para los dos.
- Higuain, despierta.
- Mmm...
- La cena está lista.
- ¿Ya? ¿La has pedido o...?
- ¿Cómo la voy a pedir si no sé italiano?- le sonreí y él hizo lo mismo con sus ojos entrecerrados.- Venga, cenas y te vas a dormir.
- Sí, mamá.
Reí levemente sentándome con él en la mesa y no hablamos cosas serias, solo nos hacíamos gracias hasta que terminamos, recogimos todos y nos fuimos cada uno a la habitación.
Paulo Bruno
Hoy no te vi.
Estuve fuera.
Con Higuain.
Higuain.
Sí, leíste bien.
¿Podés hacer Skype?
¿O estás con Higuain?
¿Estás celoso, Dybala?
Dale.
¿Podés o no?
Sí, sí que puedo.
Pero algún día tendrás que responderme🙂
Dejé el móvil para acercar mi ordenador hasta mí y encenderlo. Al momento, ya me estaba llamando y yo acepté la lalmada, claramente.
- Hola.
- ¿Sólo hola me vas a decir?
- Bueno pues, hola, ¿Cómo estáis tú y Anto?
- Y siempre preguntas por ella.
- ¿No puedo acaso?
- Sí, pero estamos hablando los dos.
- Déjate de tonterías, Paulo.
- Está bien, está bien... ¿Qué tal tu día?
- Bien, trabajando sin parar.
- Yo me la pasé en casa con Anto.
- ¡Ajá! Ahora tú ha hablado de ella.
- Boluda.
- Te recuerdo que sé que significa.- sonreímos.- Así que no me insultes, boludo.
- Doble zeta.- la puerta sonó y pegué un pequeño chillido terminando la llamada y cerrando el ordenador de golpe.- ¿Pasó algo?
- Me asustaste, otra vez.
- Lo siento, lo siento...
- ¿Pasó algo?- pregunté respirando bien espués del pequeño susto.
- ¿Te puedes creer que ahora no puedo dormir?
- Sí, has dormido mucho.
- ¿Y qué hago?
- Estar despierto hasta dormirte.
- ¿Vos tenés sueño?
- No.
- Pues vení conmigo abajo, que vamos a ver cualquier película.
Le sonreí y dejé el ordenador y el móvil en mi habitación, bajando con Higuain al sofá y empezando a ver una película junto a él hasta acabar los dos dormidos.
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Friends (Paulo Dybala)
Fanfiction- ¿Te quieres casar conmigo? - Por supuesto que sí, Bruno. - ¡Genial!- sacó un aro de gominola de la bolsa y me lo puso en el dedo.- Seremos felices por siempre y juro amarte hasta el final. - ¿Lo prometes? - Sí. - Pues yo juro recordarte...