Capítulo 34

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- Que sueño.- dije apoyándome en el hombro de Higuain y él rió.

- ¿Te vas a dormir en mi hombro?

- Me has quitado el sitio de la ventanilla, así que sí, me voy a dormir en tu hombro.

- Y yo tan feliz.

Sonreí levemente cerrando mis ojos y durmiéndome poco a poco. Pero me despertó moviéndome suavemente, abrí mis ojos y él me sonreía.

- Ya hemos llegado.

- ¿Ya?

- Podrás volverte a dormir en el autobús y cuando vayamos a casa, aunque tendrás que estar dormido y luego despertarte.

- Prefiero esperarme a llegar a casa.

Salimos del avión todos con bastante sueño. Subimoss al autobús y este nos llevó a Vinovo, donde me despedí de todos y subí al coche con Higuain, intentando no dormirme en el camino. Llegamos y bajamos lentamente, él abrió la puerta y cada uno se fue a su habitación a dormir.

Desperté al siguiente día menos cansada de lo que vine. Me levanté de la cama y fui a la cocina arrastrando mis pies. Hice y comí el desayuno al lado de Higuain, que después subió arriba a cambiarse mientras que yo estaba tumbada en el sofá arropada con mantas.

- ¿Estás bien?- preguntó mirándome.

- Sí, aunque creo que voy a tener un constipado pronto.

- Si te pasa algo, llámame. Yo ya me voy.

- Que tengas buen día.

Se marchó y yo me levanté para ir a ducharme con agua caliente y empezar a trabajar, ningún constipado pararía mis ganas de ir a España cuanto antes.

Trabajé toda la mañana, ayudada por un taza de café, hasta que Higuain llegó y al verme con todo el papeleo decidió quitármelos todos y sentarme en el sofá. No quería que trabajara cuando estaba a punto de caer enferme, como todos los inviernos.

- Después, te dormirás conmigo.

- ¿Contigo?

- Sí, en el sofá y si te sentís mejor salimos.

- ¿Los dos solos?

- No, quedé con los chicos del equipo.

- Está bien.

Terminamos de comer y recogimos todo, tumbándonos en el sofá y durmiendo sin problemas y arropados hasta el cuello. Y yo fui la primera en despertarme, sintiéndome algo mejor. Me levanté y desperté a Higuain, yendo después a cambiarnos.

- ¿Lista? ¿Estás mejor?

- Sí, estoy lista y mejor.

Nos sonreímos y salimos de la casa. En vez de ir en coche, decidimos ir andando hasta donde habían quedado. Al llegar solo estaban Cuadrado con su mujer, Paulo y Costa. Les saludé a todos y fueron llegando los demás.

Cuando estábamos todos, empezamos a andar y yo a hablar un poco con las chica, que me fueron ayudando con el italiano mientras tanto. Nosotras, entramos a una cafetería y los chicos se quedaron en la puerta con aquellos que los reconocieron, hasta que pudieron entrar.

- Martina.- dejé de mirar mi móvil para mirar a Paulo.- ¿Estás bien? Pareces cansada.

- Solo algo mala, pero estoy bien.

- Debiste haberte quedado en casa.

- Estoy bien, tranquilo.- le sonreí y guardé el móvil para hablar con ellas.

Estuvimos un rato más allí hasta que nos levantamos y nos fuimos. Las chicas estábamos atrás de ellos, viendo como se reían y hablaban entre ellos.

Poco a poco se fue haciendo tarde y yo, aunque no quería marcharme, sentía como me iba poniendo peor porque n paraba de estornudar. Malditos sean los constipados.

- Creo que será mejor que vayamos a casa.- dijo Higuain mirándome.

- Creo que sí.

- Os acompaño.

Dijo Paulo y nadie dijo nada, nos despedimos de los demás y fuimos hasta la casa en silencio. Higuain abrió la puerta y pasamos todos, yo yendo directamente al sofá y arropándome con la manta.

- Ahora vuelvo.- dijo Higuain, dejándonos solos a Paulo y a mi.

- Con que estabas bien eh.

- Estaba bien cuando me preguntaste, las cosas cambian.

- Y la gente.

- No te pongas filosófico ahora, Paulo, no es momento.

- Vale, vale.- me sonrió.- Te tengo que dar una remera.

- ¿A mí?

- Sí, vi que en el partido tenías la de Higuain.

- ¿Otra vez siendo celoso?

- No, simplemente me hubiera gustado que fuera la mía.

- Mi celosín.- reí mientras le pellizcaba las mejillas como hacía siempre y él me miró serio.- ¿Qué? Es verdad.

- Lo que digas.

- ¿Te has enfadado?

- Contigo es imposible enfadarse.

- Gracias, gracias.

Reí e Higuain vino con nosotros, trayéndome la cena en una bandeja. Estuve con ellos hasta que se hizo verdaderamente tarde y Paulo se tuvo que ir, me despedí de él con un abrazo y quedé a solas con Higuain.

Estuvimos hablando hasta que no pude aguantar más el sueño y decidí irme a la cama. Aunque cuando estaba a punto de dormirme, me llegó un mensaje.

Miguelin

Epa.

¿Cómo va tu vida por Italia?

Constipada😥

Siempre te pasa lo mismo 😐

¿Y la amorosa 😏?

Ahí va.

Osea.

Que no va.

Pásame su número que voy a hablar con Paulito.

Eh...

No.

😂

😐

Pues te quedarás soltera tu vida.

Para eso estás tú aquí.

¿Segundo plato?

Segundo plato.

😂

Pues tu segundo plato se va dormir.

Adiós.

Buenas noches, soso.

Y bobín.

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Paulo Bruno.

Buenas noches.

No se te olvida eh.

No ❤️

Buenas noches, celosín.

Boluda.

Me amas.

Pero seguís siendo una boluda.

😂

Friends (Paulo Dybala)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora