Capítulo 46

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- ¿A dónde vas?- preguntó Paulo mientras me ponía bien el jersey.

- A mi casa, Paulo, se acerca la noche y...

Fui interrumpida por el sonido de la puerta de la entrada cerrándose y Paulo y yo nos miramos con las ceja levantadas, ya habían llegado.

- Corre, vístete.

- ¿Ese que estoy escuchando no es tu hermano y tu padre?

- ¿Qué?- y sí, eran ellos que les estaban ayudando para preparar todo.- Ay dios...

- Vale, somos mayores así que esto no es como si fuéramos adolescentes.

- Paulo, mi padre tiene un bastón.

- Vale, no me quiero quedar sin bolas.

- Vístete, anda.

Dije riendo levemente y me miré a un espejo en el que te veías entero que estaba en la habitación, intentando no tener pelos de loca. Miré a Paulo y él ya estaba vestido, me acerqué y le peiné un poco el pelo con los dedos mientras que él me sonreía.

- ¿Ya?

- Sí.

Sonreí y le di la mano, empezando a salir de la habitación. Bajamos las escaleras y nos los encontramos en el gran salón con Roc y un chico joven dándole los decorados a otra chica joven, mi padre hablando con Alicia y Gustavo y Mariano decorando lo demás. Todos, al llegar nosotros, se giraron a vernos y sonreímos nerviosos.

- ¿Estaban todo el tiempo acá?- preguntó el chico.

- Sí, arriba.

- Vos debes de ser Martina, su hija.

- Sí y tú Alicia, su madre.

- Encanta.- me abrazó y al principio me sorprendí, después lo acepté sin ningún problema.- Espero que cuides de mi Paulo.

- Lo haré sin problemas.

- Martina.

- Gustavo.- le sonreí y abracé.- Cuanto tiempo.

- No pensé que me recordarías.

- Lo hago, a ti y a Gustavo aunque no lo veía mucho.

- ¿Vos sos la nena que estuvo en Laguna Larga?

- Sí, soy yo.

- Que gusto volver a verte.- reí levemente abrazándome a él.

- ¿Qué hacían arriba?- preguntó mi hermano aguantándose la risa y mi padre nos miró serio.

- Eh...hacía tiempo que no venía y subimos a ver la habitación y eso.

Por suerte, se lo creyeron o al menos eso parecía. Ayudamos con las cosas cuanto podíamos mientras hablaba con ellos y conocía a la familia de Gustavo sabiendo que aquellos chicos eran los sobrinos de Paulo y con los que más hablé.

- Bueno, ya está todo así que nosotros nos vamos.

- ¿Nos veremos mañana?

- Iré a despediros al aeropuerto sin problema.- él me sonrió y me besó.- Te quiero.

- Yo también te quiero.

- Venga, ya está.- mi padre tocó con el bastón la pierna de Paulo y él se separó de mí rascándose la nuca mientras sus hermanos, su sobrino y mi hermano se reían de él- Tengan una feliz Navidad.

- Feliz Navidad.

Nos despedimos y subí al coche de mi hermano sentándome en el asiento del copiloto, mi hermano conducía y mi padre se sentaba atrás. Fuimos a nuestra casa y al entrar me encontré con ya casi toda la familia allí.

Friends (Paulo Dybala)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora