- Vale, tranquilízate, Martina, todo saldrá bien.- suspiré y cerré mis ojos repitiendo mi defensa en inglés una y otra vez, aprendiéndomela de memoria.
- ¿Ya estás?
- Higuain, me estaba concentrado.
- Vamos, todo saldrá bien, vos tranquila.
- ¿De verdad?
- Desde que llegaste no paraste de trabajar y si no podías un día, al siguiente hacías el doble. Martina, sos la mejor.
- Gracia, pipita Higuain.- le abracé y él rió levemente.
- Solo dije la verdad, doble zeta.
- En ese caso, estoy lista.
Nos sonreímos y salió de la habitación dejándome sola. Tomé el maletín con todo lo que necesitaba, a defensa incluida, y volví a mirarme en el espejo. Repasé mi vestido negro, también mis medias por si estaban rotas y por último mis pequeños tacones rojos por si estaban sucios antes de ponerme el abrigo, también rojo, y abrochármelo.
Salí de la habitación y bajé las escaleras, viendo a Higuain apoyado en la pared y esperándome en la entrada. Él también iba elegante, ya que se había ofrecido a acompañarme al juicio y ser espectador, al igual que Paulo y Cuadrado.
Salimos de la casa y subimos al coche, emprendiendo el viaje a Moncalieri, donde sería el juicio. En el viaje puse algo de música y canté para relajarme aunque la mirada de Higuain sobre mí hacía que no pudiera conseguirlo.
Por fin llegamos y al bajarnos nos encontramos con los dos chicos en la puerta de donde sería el juicio. Le saludamos con la mano y nos acercamos a ellos, abrazándoles como saludo.
- ¿Preparada?
- Sí.- sonreí a Paulo.- Todo saldrá bien, ¿Verdad?
- Por supuesto, demasiado pesada como para no ganar un juicio.
- ¿Perdona?- miré a Cuadrado y Paulo e Higuain rieron mientras que él levantaba sus hombros.- No te pego porque estoy nerviosa.
- Salvado.
- Bueno, ¿Entramos o...?
- Ya es la hora así que...
- Ya, ya entramos, pesados.
Disfrutaban viéndome así, yo lo sé. Entramos y me despedí de ellos para ir hacia delante donde saludé al que defendería y estuve hablando estos días con él.
Miré hacia atrás y me encontré con los tres o grabándome o haciéndome fotos con su móvil. Sonreí y volví mi mirada hacia delante, preparada para lo que pasaría.
El juicio empezó y me empecé a poner nerviosa, tanto que me costaba hasta respirar. Pero me supe calmar cerrando mis ojos, respirando tranquila y recordando el viaje a Venecia que tanto me relajó después del estrés que iba acumulando por el trabajo y Paulo supo que me pasaba.
Dije mi defensa tal cual era, demostrando que podía ganar este juicio y después de todo, eso fue lo que pasó según el juez. Sonreí y me abracé con el chico al que defendía, deseándole suerte y él a mí.
- ¡Gané!
- ¡Ganaste!- me abracé con los tres.
- Sabía que podías.
- Sos la mejor.
- Si es que...quien mejor para ganar un juicio que tú.
- Gracias, chicos, de verdad.
Les sonreí y salimos de la gran sala. Higuain y Cuadrado se adelantaron un poco y Paulo se aprovechó de eso para poder tomar mi mano y darme un pequeño beso. Le sonreí y él hizo lo mismo.
- Sabía que podías ganarlo.
- Estaba demasiado nerviosa, pero Venecia me ayudó.
- ¿Venecia?
- Sí, pensé en Venecia y en ti y me calmé.- él sonrió aún más.- Al final vas a ser mi amuleto de la suerte.
- Vos por ahora sos el mío, cada partido al que venís ganamos.
- No me di cuenta.
- Pues espero que no me faltes nunca.
Reí levemente y le dije a Higuain que iría ahora con Paulo y él aceptó algo confundido, mientras Cuadrado aguantaba la risa. Me subí al coche y esperamos a que el de Higuain se fuera antes para seguirlo.
- ¿Le pasa algo a Cuadrado?
- No, ¿Por qué?
- Porque me comentó aquello y ahora casi se ríe.
- Ya eh...
- ¿Qué?
- Que lo sabe.
- ¿El qué sabe?
- Que me gustas y que estamos juntos.
- ¿Se lo has dicho?
- No, pero lo supuso y por eso también se rió cuando casi nos pillan en casa de Higuain, ¿Te acordás?
- Sí.- Y le dije que iría a Venecia, pero no le dije que fuera contigo, así que cuando vio tu foto no paró de mandarme mensajes y se lo tuve que contar.
- ¿Dirá algo?
- No, pero, ¿Por qué hay que ocultarlo?- me miró unos segundos y luego volvió a mirar la carretera.
- No te hagas el loco, sé que le gusto a higuain.
- ¿Qué?
- Os oí hablar en el vestuario cuando jugasteis contra el Atlanta.
- ¿En serio?
- Sí.
- Entonces... ¿Lo sabes todo?
- Todo.
- Y por eso no querés contarlo.
- Exacto, no sé qué querrás tú, pero no quiero hacerle daño y Miguel me dijo que esta sería una forma, aunque Roc dijo que tal vez al enterarse después le molestaría más.
- Le moleste o no, seguiremos juntos, ¿Verdad?
- Claro, será mi segundo mejor amigo pero tú eres mi novio y al que quiero.- él sonrió y tomó mi mano para ponerla en el cambio de marcha y así no soltarla y poder seguir conduciendo.- ¿Tú quieres ocultarlo?
- A mi no me importa mientras estés conmigo.
- En ese caso, lo ocultaremos.- le guiñé un ojo y él rió.
Después de eso, en el camino, conecté la radio para bailar en el coche y animarlo a que cantara hasta que lo conseguí y parecíamos dos locos en un coche.
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Friends (Paulo Dybala)
Fanfiction- ¿Te quieres casar conmigo? - Por supuesto que sí, Bruno. - ¡Genial!- sacó un aro de gominola de la bolsa y me lo puso en el dedo.- Seremos felices por siempre y juro amarte hasta el final. - ¿Lo prometes? - Sí. - Pues yo juro recordarte...