- Martina.
- ¿Qué?- abrí mis ojos para mirarle.
- Voy a salir.
- Vale.
- ¿No venís?
- ¿Tengo que hacerlo?
- No, pero podrías.
- Venga, vete ya.
Él sonrió acercándose a mí para besarme y, a continuación, irse. Yo estaba tumbada en el sofá, durmiendo la siesta hasta que me despertó. Ayer no dormimos a la noche y hoy íbamos a volver a salir con sus amigos, así que preferí quedarme y descansar.
- ¿Qué tal con Paulito?- preguntó Miguel cuando le llamé aburrida.
- Bien, todo muy bien.
- ¿No más problemas?
- No más problemas.
- Genial, ¿Cuándo vuelves?
- Uo, relájate, que aún queda verano.
- ¿Y tus vacaciones qué?
- Bueno, es verdad, solo me quedan dos semanas de vacaciones.
- ¿Ves? La última emana aquí, con nosotros.
- Vale, vale, no me mates.
- Así me gusta, que me hagas caso.- reí y él después me acompañó.- ¿Qué harás hoy?
- Salir con los amigos de Paulo, ahora estoy sola.
- Uh, el nene se va a poner celoso.
- Muy gracioso.
- Ya verás, seguro que sí.
- Cállate ya, idiota, y dime como vas con Antonella.
A partir de ahí continuamos hablando la mitad de la tarde, contándome que hacían, como estaban todos y como estaba Antonella en Berlín, donde solo le quedaba un mes.
La otra mitad de la tarde, estuve hablando con mis padres por video llamada y después con Alicia, antes de que llegara su hijo con sus amigos y se sentaran todos a cenar con nosotras. Al terminar, subí a cambiarme y ponerme una camiseta blanca con unos vaqueros, unas converse blancas y azules claros con un cardigan gris.
Bajé y me despedí de Alicia antes de salir con todos los chicos e ir de nuevo a una de las discotecas que ellos conocían, yo aquí era la nueva. Estuve siempre abrazada a Paulo, hablando con sus amigos en la barra.
- ¿Vamos a bailar?- miré a Paulo y él sonrió.
- ¿A bailar? ¿Vos y yo?
- No, yo y el vaso.
- Vale.
Reí llevándole hasta donde estaban todos, dejando mi vaso en la barra para tener las manos libres y bailar con él. Hasta que el señor deportista se cansó y aunque quiso que fuera con él, me negué a dejar de bailar y me quedé.
Pero yo también me cansé minutos después, más cuando pusieron una canción de las que no me gustaban. Así que, decidí buscar por mi cuenta el baño y al salir de este, me choqué con un chico y le caí el vaso, manchándonos los dos de lo que este llevaba.
- Lo siento, fue mi culpa.
- Vos tranquila, tiene arreglo.- miró sus pantalones mojados y luego a mí.- Un gusto, soy Nicolás.
- Nicolás, como mi primo.
- ¿Así?
- Sí, yo soy Martina, encantada.- miré detrás de él mientras le daba un apretón de manos para ver si aparecería Paulo.- Perdona por lo de antes.
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Friends (Paulo Dybala)
Fanfic- ¿Te quieres casar conmigo? - Por supuesto que sí, Bruno. - ¡Genial!- sacó un aro de gominola de la bolsa y me lo puso en el dedo.- Seremos felices por siempre y juro amarte hasta el final. - ¿Lo prometes? - Sí. - Pues yo juro recordarte...