Capítulo 86

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- Mañana es la fiesta, ¿Vas a ir?

- Ya te dije que sí, Migue.- dije sentándome con él en el sofá.- ¿Qué haces?

- Jugar, ¿Te apuntas?

- Siempre.

Me dio el mando de la Play y jugamos varias partida hasta que Roc salió diciendo que alguno de los teníamos que pasear a Kiara porque no podía.

Yo le puse la correa a Kiara y Miguel me dio mi chaqueta antes de salir los dos de la casa y caminar por el barrio hablando de cómo le iba con Antonella y a mí de soltera.

- Pero lo sigue queriendo.

- Ya te dije, como el primer día.

- ¿Y por qué no vuelves con él?

- Porque no puedo, creo que ya es tarde.

- Nunca es tarde.

- Ya está con otra, yo ya no pinto nada en su vida.

- Hablando de pintar, ¿Cómo van los dibujos?

- Los dejé de lado, con el trabajo y todo pues no tengo tiempo.

- ¿Qué es todo?

- Pues Paulo es todo.

Él me sonrió y seguimos caminando, pero ahora de vuelta a la casa. Bañé a Kiara mientras que él cocinaba y al terminar los dos, Roc se unió a nosotros.

Comimos juntos y después yo me quedé con Miguel viendo una serie y terminándola el mismo día. Pero Roc se había vuelto a ir con Lucía y Antonella hoy no podía estar con Miguel, así que él y yo decidimos salir con los de siempre y donde siempre, en el Retiro.

- Sigue haciendo frío.

- Pero hace calor.

- Tú sí que das calor.

- ¿Podéis parar de hablar del tiempo?

- Si es que... unos ancianos por amigos tenemos.- dice Sara y las tres chicas reímos.- ¿Qué? Es cierto.

- Lo que digas.

- ¿A dónde vamos hoy?

- Al kilómetro cero.

- Ni que fueras ahora turista.

- Bueno, vamos allí y luego a las Cibeles.

- Eso mejor.

Les guiñé un ojo y reímos yendo hacia el kilómetro cero donde nos hicimos algunas fotos como si nunca lo hubiéramos visto y después fuimos a la plaza Cibeles, que estaba algo vacía.

Cuando anocheció, como siempre, fuimos a la Gran Vía para cenar por allí y tomar algo en los bares antes de ir a la casa de cada uno.

- Me voy a dormir.

- Buenas noches.

Me despedí de Miguel y subió a mi habitación con el ordenador. Estaba por las redes sociales cuando alguien me mencionó en una foto de Instagram. En esa foto salía Paulo con una chica y al parecer era de hoy y además, estaban demasiado cerca para ser solo amigos. Y como si fuera un héroe, Higuain llamó por Skype en el momento en el que vi la imagen.

- Hola.

- Uh que cara, ¿Qué pasó?

- Esto.- le enseñé la imagen.

- ¿Estás bien?

- No, no me dejan de joder mencionando en fotos de él y ahora me mencionan en una que está con otra chica. Estoy estupendamente, Higuain.

- Bueno, tranquila.

- Es que no lo aguanto más.

- ¿El qué?

- El estar lejos de él, el ver que ya me olvidó, que es feliz sin mí mientras yo no puedo mirar a otro chico porque pienso en él, mientras que me aguanto mis ganas de llorar cuando sé algo de él y cuando le vi jugar al partido, Higuain, me sentí como si estuviera allí y aún estuviéramos juntos.

- Ya... ¿Qué puedo hacer para que estés mejor?

- Nada, no hay nada que hacer y me lo repito millones de veces, pero es encontrarme con alguna foto de él o simplemente oír su nombre y lo recuerdo todo.

- Lo siento, Martina.

- No lo sientas.- le sonreí levemente.- Creo que me iré a dormir.

- Será lo mejor, te quiero.

- Yo también, chao.

- Chao.

Se notaba apenado y tampoco quería verle así, así que terminé la video llamada y dejé el ordenador en el escritorio antes de dormirme.

Friends (Paulo Dybala)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora