- ¿Vienes al partido?
- Mira lo que conseguí.- sonreí a Higuain, enseñándole la entrada y él sonrió igual.
- Sos la mejor.
- Gracias, gracias.
Rió y se despidió con la mano antes de irse a dormir, pues mañana tendría que ir a Roma. Yo seguí trabajando hasta tarde, cuando acabé durmiéndome en el sofá.
- Martina.
- ¿Qué?
- Bajé a por un vaso y te vi acá, ¿Estás bien?
- Sí, sí...solo cansada.
- Está bien, mejor será que vayas a la cama.- me sonrió y se iba a ir hasta que le paré sujetándole del brazo.- ¿Qué pasa?
- ¿Cómo puedo ir a Roma?
- ¿Cómo que...? Ah claro, que yo no puedo llevarte y tu el italiano... eso déjamelo a mí.
- ¿A ti?
- Sí, vete a dormir a la habitación.
Me sonrió y yo hice lo mismo. Se fue a la cocina y yo a la habitación, durmiéndome al segundo. Pero como si solo hubieran pasado minutos, ya me despertaba.
- Buen día.
- ¿Por qué me despiertas?
- Porque te tienes que duchar y desayunar.
- ¿A estas horas?
- Sí, porque venís con nosotros.
- ¿Qué?
- No podés ir a Roma sola, así que hablé con el quipo técnico y no les importa. Eso sí, se creen que eres de la Juventus así que tomá.- me enseñó una camiseta de a Juventus con su nombre.
- ¿Con tu nombre? ¿En serio?
- El precio por esto.
- Idiota.
Me levanté de la cama sonriendo y bajé a desayunar, subiendo de nuevo para ducharme y cambiarme. Puse en una mochila lo que me llevaría y bajé viendo a Higuain esperándome en la entrada.
- ¿Ya? ¿Llevas todo?
- Sí, en esta mochila.- señalé mi espalda.- Podemos irnos.
- Pues adelante.
Me abrió la puerta y me dejó pasar primero, subiendo a su coche y yendo hasta Vinovo. Bajamos y ya estaban algunos de los chicos allí. Saludé a todos, que estaban sorprendidos, en especial a Paulo.
- ¿Qué haces vos acá?
- No podía ir a Roma y ahora sí, gracias a higuain.
- Que atento.
- Sí.- sonreí, pero él no.
Me mantuve en todo momento al lado de Higuain, incluso me senté a su lado en el autobús y en el avión. Hablamos todo el viaje, sin parar de reírnos o ponernos serios y me di cuenta que sí, que era mi mejor amigo en Italia.
Por fin llegamos a Roma, volviendo a subirnos a un autobús que nos llevó a un lujoso hotel, donde compartiría habitación con Higuain. Dejé la mochila en la cama y bajé con él a donde comeríamos, subiendo después a la habitación y dejando a los futbolistas solos.
Mini doble zeta
¿Qué haces?
En Roma.
ESTÁS LEYENDO
Friends (Paulo Dybala)
Fanfiction- ¿Te quieres casar conmigo? - Por supuesto que sí, Bruno. - ¡Genial!- sacó un aro de gominola de la bolsa y me lo puso en el dedo.- Seremos felices por siempre y juro amarte hasta el final. - ¿Lo prometes? - Sí. - Pues yo juro recordarte...