El verano ya había pasado y mantuve el contacto con todos, sobre todo con Higuain y Paulo, que no paraban de decirme por separado que fuera a Italia.
Pero aquí estoy, vistiéndome para ir a mi trabajo, el primero en España. Me terminé de arreglar y me despedí de mis padres, que iban a trabajar, antes de sentarme a hablar con mi hermano hasta que llegase la hora.
Cuando esto ocurrió, los dos salimos de casa y subimos a su coche para que me llevara a trabajar y luego él se iría a sus clases de la universidad. Saludé a los que serían mis compañeros y fui directamente al despacho de mi jefe.
- Adelante.
- Soy Martina, la nueva incorporación.
- Encantado, Martina.- el hombre de unos 50 años se levantó para darme la mano.- Espero que te guste trabajar para mí.
- Yo también lo espero y que lo haga bien.
- Esa es la actitud, mi secretaria te acompañará a tu despacho.
- Gracias, señor...
- Señor Smith, por cierto, usted sabe que ahora solemos mandar trabajadores a distintos países, ¿No?
- Sí, señor y tranquilo, que sé el suficiente inglés para trabajar bien.
- Eso es lo que quería oír, bienvenida a la empresa.
- Gracias, jefe.
Salí de su despacho y seguí a su secretaria hasta un pequeño despacho con un escritorio lleno ya de papeles, una silla negra que parecía cómoda y las paredes eran blancas. Me despedí de la secretaria, llamada Alicia, y me acomodé en el que sería mi despacho.
Empecé a ojear los documentos que había en el escritorio después de poner dos marcos de fotos en la mesa, uno con mi familia y otro con mis amigos.
En mitad del trabajo, la puerta sonó y se abrió. Se asomó por esta un chico joven, rubio, de ojos negros y lunar bastante gracioso en la punta de su nariz. El chico me sonrió y asentí con la cabeza dejándole pasar.
- Tú eres la nueva, ¿Verdad?- por su acento, parecía francés.
- Sí, soy yo, puedes llamarme Martina.
- Yo soy Bastian.- su nombre me confirmó su origen.
- Encantada.
- Y yo soy Ana.- una chica, también joven, entró y se colocó a su lado. Ella era pelirroja, tenía los ojos verdes, de tez pálida y con pecas.- Encantada.
- Te traíamos un café, como bienvenida.
- Siempre lo hacemos.
- Gracias, chicos.- Bastian me pasó la taza.- Un placer conoceros.
- Después del trabajo podemos ir a comer juntos, para conocernos más y te presentamos a los demás.
- Claro.
- Esperemos que tengas un buen primer día.- dijo Bastian saliendo con Ana.
- Gracias.
Les sonreí cuando cerraron la puerta y seguí con el trabajo, terminándome el café antes de la hora de la comida. Recogí mis cosas y me levanté cuando ellos dos volvieron.
- ¿Lista?
- Sí.
Nos sonreímos y salimos los tres junto, empezando a contar cosas de nuestra vida mientras íbamos a un restaurante cercano donde había un chico más y dos chicas.
Mientras comimos me enteré de que Bastian tenía 23 años, como yo, y era francés como ya suponía. Ana tenía 24 años y era de aquí. El chico, que se llamaba Nicolás, tenía los ojos verdes, era castaño, tenía 25 años, era de Valencia y era un poco más alto que yo. Una de las chicas se llamaba Carla, era rubia, de ojos miel, baja como yo, tenía 24 años, era italiana y hermana de la otra chica. Ella se llamaba Antonella, recordándome a la novia de Paulo, tenía 26 años, castaña pero con las puntas teñidas de rubio, ojos miel, era un poco más alta que su hermana y que yo y también era italiana.
Después de la comida, volvimos cada uno a su despacho a trabajar. Terminamos a la noche y Bastian se ofreció a acompañarme hasta casa, ya que mi hermano aún no había salido de la facultad y mi padre no me contestaba al teléfono.
- Merci.
- ¿Sabes francés?
- Algo, tan solo hola, adiós y gracias.
- Me había ilusionado por un momento.- sonreí y nos abrazamos como despedida.
- No soy buena para los idiomas.
- Yo tampoco tranquila.- nos sonreímos.- Au revoir.
- Au revoir.
Él volvió a poner sus manos en sus bolsillos y se fue andando hasta su casa mientras que yo abría la puerta de casa e iba a la cocina en busca de algo que comer. Cuando terminé recogí todo y mi hermano llegó.
- ¿Qué tal tu día?
- Bien, ¿Y tú vuelta al curso?
- Aburridamente divertido.
- ¿Cómo es eso?
- Siendo a veces aburrido y a veces divertido.
- Anda que...
Reí levemente y subí las escaleras, yendo a mi habitación para cambiarme de ropa y tumbarme en la cama con el móvil, viendo mis redes sociales y aceptando las solicitudes de mis compañeros de trabajo.
Paulo Bruno
¿Qué tal el día?
Bien.
Empezando a trabajar.
¿Y tú?
Bien.
Entrenamientos duros pero no me quejo.
Así me gusta.
¿Sos amiga de alguien ya?
De dos chicos y tres chicas🙂
Cuidado con los pibes.
😂
Ya lo tengo.
Con los argentinos sobre todo.
Uh, golpe bajo.
Duele eh.
Me voy a dormir ya.
Chao.
Buenas noches ❤
Dejé el móvil en la mesilla con una sonrisa y cerré los ojos notando como Kiara intentaba subir a la cama. La ayudé y me dormí acurrucada a ella.
:rT
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Friends (Paulo Dybala)
Fiksi Penggemar- ¿Te quieres casar conmigo? - Por supuesto que sí, Bruno. - ¡Genial!- sacó un aro de gominola de la bolsa y me lo puso en el dedo.- Seremos felices por siempre y juro amarte hasta el final. - ¿Lo prometes? - Sí. - Pues yo juro recordarte...